La psicodelia vive otra juventud
Una nueva generaci¨®n de bandas revisan con electr¨®nica o rap la m¨²sica que hace 50 a?os popularizaron Pink Floyd o Jimi Hendrix
Contaba Eric Burdon que Sgt. Pepper¡¯s Lonely Heart¡¯s Club Band sali¨® de un frasquito de LSD que llevaba Brian Epstein. Cincuenta a?os despu¨¦s, sigue siendo el ¨¢lbum que cambi¨® el curso de la m¨²sica pop al expandir su vocabulario. El rock se hizo colorista y, alucinado, traspas¨® sus propios l¨ªmites olvid¨¢ndose de ellos, haciendo del sonido una experiencia casi visual. La psicodelia ten¨ªa carta de naturaleza. The Beatles la popularizaron, pero no estaban solos. Pink Floyd se convertir¨ªan en los sumos sacerdotes de la m¨²sica lis¨¦rgica y tambi¨¦n dejar¨ªan por el camino la primera acid casualty, Syd Barrett, icono de la psicodelia brit¨¢nica. Jefferson Airplane, Grateful Dead y Jimi Hendrix la perfilaron desde el otro lado del Atl¨¢ntico.
Nombres como los de Tame Impala, Pond, Jagwar Ma y los prol¨ªficos King Gizzard & The Lizard Wizard (que este a?o editar¨¢n cinco ¨¢lbumes, el primero de ellos, Fly Microtonal Banana a finales de febrero), hacen que hoy Australia sea uno de los exportadores clave de un g¨¦nero que, cincuenta a?os despu¨¦s de su eclosi¨®n, vive una nueva juventud. Algunos de esos artistas aparecen tambi¨¦n en el censo discogr¨¢fico de 2016, generoso en discos con efecto alucin¨®geno. Ariel Pink, Drugdealer, Morgan Delt, DIIV, The Coral, Heron Oblivion, Holy Fuck, Damien Jurado, Toy, Crystal Fighters o Beyond The Wizard¡¯s Sleeve son solo algunos nombres contempor¨¢neos en una lista que mantiene viva la esencia psicod¨¦lica a la vez que refleja sus diversas mutaciones. Cada uno de ellos aplica el prisma psicod¨¦lico a su manera, pero todos se acogen a su abanico de posibilidades.
2017 parece destinado a conmemorar medio siglo de psicodelia y acid rock. Una celebraci¨®n no oficial que comienza este viernes cuando los norteamericanos Flaming Lips publiquen Oczy Mlody. Se puede decir que la asombrosa mente de Wayne Coyne ha hecho de ¨¦l el m¨¢s fiel guardi¨¢n del rock alucin¨®geno durante m¨¢s de 30 a?os. El grupo triunf¨® en plena era grunge con un tema multicolor y alucinado (She Don¡¯t Use Jelly, 1993), registraron un ¨¢lbum que solo pod¨ªa escucharse reproduciendo cuatro ced¨¦s a la vez (Zaireeka, 1997) y cruzaron al nuevo milenio redefiniendo el g¨¦nero (Yoshimi Battles The Pink Robots, 1999). Entre sus ¨²ltimas proezas, versionar al completo cl¨¢sicos como Dark Side Of The Moon, o el mism¨ªsimo Sgt Pepper¡¯s, para el cual contaron con una amplia lista de invitados, con Miley Cyrus como colaboradora estelar. Despu¨¦s de algunos ¨¢lbumes casi impenetrables, Flaming Lips parecen recuperar ligeramente la melod¨ªa en Oczy Mlody, obra que, por otra parte, prosigue el viaje rumbo a lo desconocido que el exc¨¦ntrico Coyne inici¨® hace ya muchos a?os.
Ty Segall es otro norteamericano empe?ado en salvaguardar el esp¨ªritu de la psicodelia, en este caso de su vertiente m¨¢s primitiva, la del garaje. Fue la semilla que entre 1965 y 1966 floreci¨® a trav¨¦s de grupos como The Seeds y 13th Floor Elevators, cuyo l¨ªder, Roky Erickson, tambi¨¦n acab¨® sucumbiendo a los efectos del ¨¢cido. Segall cuenta entre sus ¨¢lbumes de cabecera piedras angulares de la psicodelia inglesa como Village Green Preservation Society (1967) de The Kinks, pero en su obra abundan referencias tanto al Bolan previo al glam como a Hawkwind. El californiano funciona seg¨²n los c¨¢nones del g¨¦nero, reflejando con sonidos un estado mental: ¡°Siempre he tenido problemas con mi cerebro por eso muchos de los temas que hablo tienen que ver con la paranoia o la p¨¦rdida de papeles¡±. El 27 de enero publicar¨¢ Ty Segall, su noveno ¨¢lbum de estudio.
Pero la psicodelia contempor¨¢nea no se nutre ¨²nicamente de sitares, ritmos hipn¨®ticos y guitarras saturadas. Hace a?os que tambi¨¦n habita en la electr¨®nica y el rap, mezcl¨¢ndose con m¨²sicas y sonidos que no estaban presentes en su origen. Es el caso de los brit¨¢nicos Temples -publicar¨¢n su segundo ¨¢lbum en marzo-, que aceptan la influencia del pasado pero pas¨¢ndola por el tamiz del presente. Esa es tambi¨¦n la filosof¨ªa de Shock Machine, el nuevo proyecto del ex Klaxons James Righton. En su primer ¨¢lbum, Shockmachine, a la venta el 17 de febrero, la m¨²sica caleidosc¨®pica se funde con la electr¨®nica. Cincuenta a?os despu¨¦s ya no es necesario recurrir al frasquito de Brian Epstein. La electr¨®nica es el mejor aliado para expandir la mente.
El rastro tecnicolor de la psicodelia
El primer gran rebrote psicod¨¦lico tuvo lugar en la d¨¦cada de 1980. El llamado Paisley underground, con grupos como The Three O'Clock, reaviv¨® ese esp¨ªritu, aunque fue Prince el artista que m¨¢s difusi¨®n le dio con su ¨¢lbum Around The World In A Day (1985). En 1989, The Stone Roses anunciaron desde Manchester un nuevo verano del amor, que culmin¨® en 1991, cuando Primal Scream reinvent¨® el concepto con Screamadelica y De La Soul lo incorporaron al hip hop. El ¨¦xtasis sustituy¨® al LSD y la electr¨®nica The Orb y Chemical Brothers expandi¨® las posibilidades del g¨¦nero. Durante la pasada d¨¦cada Animal Collective, Devendra Banhart o MGMT reformularon el dec¨¢logo psicod¨¦lico. Estos ¨²ltimos lograron un ¨¦xito masivo con Time To Pretend, instaurando lo hippie en medio del mundo indie: la neopsicodelia. Una onda expansiva que, como ya ocurriera en la d¨¦cada de 1960, tambi¨¦n termin¨® alcanzando a la m¨²sica negra.
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