Nacha Pop: tantas d¨¦cimas de segundo

¡°Supo ver la chispa antes de la detonaci¨®n¡±: as¨ª juzga hoy Nacho Garc¨ªa Vega el largo viaje de Sandra Bensad¨®n a bordo de su c¨¢mara de fotos entre 1977 y 2008, pensando primero y disparando despu¨¦s ¡ªy seguro que viceversa¡ª en lo que supone una de las mayores persecuciones de la historia del pop: una fan, una amiga, una fot¨®grafa persiguiendo primero a una pandilla de chavales, luego a unos m¨²sicos ilusionados, finalmente a unas estrellas. Sandra Bensad¨®n persiguiendo en fotos a los Nacha Pop.

Tanto tiempo despu¨¦s, tantas luces y tantas sombras despu¨¦s, el viaje toma cuerpo en forma de libro, No, no me olvido (Chelsea Ediciones), t¨ªtulo/confesi¨®n de la groupie que se convirti¨® en testigo de un tiempo: el del arranque de las ilusiones tras tanta oscuridad, primero; el de la Nueva Ola y la Movida, despu¨¦s; el de los ¨¦xitos, el de los fracasos; el de la vida y el de la muerte. 1977-2008: tantas d¨¦cimas de segundo¡­

Antonio Vega, Nacho Garc¨ªa Vega, Carlos Brooking, ?ete en aquel s¨®tano de Serrano, primer local de ensayo gracias a la generosidad de la abuela rica de un amigo del Liceo Franc¨¦s, aquellas sesiones promocionales, interminables y setenteras en Las Matas y Prado del Rey, los Nacha en el c¨¦sped del Manzanares, los Nacha en Rock-Ola, y en El Sol, los primeros Nacha¡­ el fulgor de las noches del Penta, el sudor de los ¨²ltimos conciertos en Madrid. La chica de ayer estaba siempre ah¨ª, persiguiendo la misi¨®n imposible que consiste en ver todo y no ser vista, en no molestar y a la vez captar la esencia, y para llegar a la esencia hay que trabajar, no solo saber ver, y queda claro que en No, no me olvido no solo hay pasi¨®n y visi¨®n¡­ tambi¨¦n mucho trabajo.

¡°Mi afici¨®n por la fotograf¨ªa comenz¨® con ellos, par¨® con ellos y se reactiv¨® con ellos¡±, confiesa la autora, subida en la monta?a rusa de los Nacha, y ah¨ª sigue.