?Una obra de Christo en lugar del muro de Trump?
Luis Camnitzer se suma a las numerosas protestas art¨ªsticas contra el pr¨®ximo presidente de EE UU con la propuesta de recuperar la valla que instal¨® en California el creador b¨²lgaro
¡°El proyecto completo transformar¨ªa una iniciativa racista en un evento art¨ªstico p¨²blico, y ayudar¨ªa a mejorar la imagen de EE UU con un revestimiento cultural¡±. Ese es el motivo que aduce Luis Camnitzer (1937), artista uruguayo afincado en Nueva York desde 1964, para solicitar firmas de simpatizantes desde una plataforma online, instando al futuro presidente Donald Trump a que sustituya la idea del muro divisorio en la frontera de Estados Unidos con M¨¦xico, por una nueva versi¨®n, en color naranja, de la obra Running Fence (1972-76), del artista Christo.
Christo, artista conocido por sus grandes intervenciones en la naturaleza, coloc¨®, junto con Jeanne-Claude (fallecida en 2009), una barrera de tela blanca de 39,4 kil¨®metros de longitud, y 5,5 metros de altura, en zonas rurales de Sonoma y el Condado de Marin, cerca de San Francisco, en California, en 1976. Christo no se ha manifestado acerca de la iniciativa de volver a hacer ese trabajo a lo largo de la frontera, en la que Trump pretende levantar un muro con el argumento de que ¡°los inmigrantes mexicanos traen crimen, drogas y son violadores". Esta promesa electoral fue reiterada esta semana por el futuro presidente estadounidense, que tomar¨¢ posesi¨®n del cargo el 20 de enero.
Ante la pregunta de cu¨¢n seria es la propuesta, y si no se limitar¨ªa a una acci¨®n banal, Luis Camnitzer, reputado artista (con obra en el Moma o la Tate Modern), adem¨¢s de conocido te¨®rico y pedagogo, alega: ¡°Nunca pretend¨ª que fuera m¨¢s que eso. Aunque ayuda modestamente a crear atm¨®sfera, que a lo mejor sirve para que se armen situaciones m¨¢s pesadas. Entretanto el humor ayuda en esto, pero tambi¨¦n es importante para mantener la salud mental (m¨ªa, y de los dem¨¢s) en los momentos apocal¨ªpticos. Hay que lograr que la posibilidad de cr¨ªtica se mantenga como un derecho y como un estado de normalidad, y para eso la creaci¨®n de s¨ªmbolos es importante. All¨ª el humor tiene una funci¨®n. Por suerte la credibilidad de Trump no es mucho mayor que la de un chiste, y all¨ª ¨¦l nos ayuda un poco.¡±
Esta nueva iniciativa se suma a la amplia movilizaci¨®n del mundo del arte y la cultura contra Trump. A principios de semana se ha dado a conocer tambi¨¦n que m¨¢s de un centenar de artistas e instituciones del mundo de la cultura de Estados Unidos han firmado una petici¨®n de huelga en el sector para el pr¨®ximo viernes con motivo de la ceremonia de investidura en Washington. La carta abierta, titulada ¡°J20: Huelga art¨ªstica¡±, propone esta protesta contra ¡°la normalizaci¨®n del Trumpismo¡±, el movimiento inspirado por la exitosa campa?a electoral del magnate republicano.
¡°Un acto de inconformidad el d¨ªa de la Investidura. Ni trabajo, ni escuelas ni negocios. Museos, galer¨ªas, teatros, salas de conciertos, estudios, escuelas de arte: cierren ese d¨ªa. Salgan a la calle. Lleven a sus amigos. Protesten¡±, dice el texto que ya han firmado artistas como el escultor Richard Serra, el cr¨ªtico Hilton Als o la fot¨®grafa Cindy Sherman.
Esta llamada es el ¨²ltimo ejemplo del rechazo que ha provocado el triunfo de Trump entre el mundo de la cultura. Primero varios m¨²sicos le pidieron p¨²blicamente que dejase de reproducir sus canciones en actos de campa?a, despu¨¦s rechazaron participar en su ceremonia de investidura de la semana que viene ¡ªcomo fue el caso de Elton John y Andrea Bocelli¡ª, y el pasado fin de semana la actriz Meryl Streep hizo un llamamiento a todos los actores para que no bajen la guardia durante la presidencia del republicano.
La invitaci¨®n a la huelga llega tras meses de tensi¨®n entre el mundo de la cultura y numerosos rostros de Hollywood que no solo rechazaron la apuesta electoral de Trump sino que se volcaron con su rival, Hillary Clinton. El contraste fue a¨²n mayor el pasado verano durante las convenciones de cada uno de los dos partidos ¡ªen la dem¨®crata desfilaron Alicia Keys, Andra Day o James Taylor¡ª y volver¨¢ a serlo al echar la vista atr¨¢s a las dos investiduras de Obama, que cont¨® con actuaciones de las cantantes Aretha Franklin, en enero de 2009, y Beyonc¨¦ cuatro a?os despu¨¦s.
En las ¨²ltimas semanas, el equipo del republicano ha desmentido que tenga dificultades para cerrar las actuaciones de su investidura, donde su principal estrella ser¨¢ una cantante de 16 a?os. El elenco de las rockettes de Nueva York, otro grupo participante, tambi¨¦n ha estado envuelto en pol¨¦mica por las dudas sobre si la actuaci¨®n era obligatoria para las bailarinas.
En medio de este rechazo, que ya comenz¨® durante la campa?a con una carta de decenas de artistas ¡°contra el odio¡±, el mundo de los museos se acaba de unir al movimiento que habla abiertamente de su oposici¨®n al presidente electo. ¡°La invitaci¨®n [a la huelga] va m¨¢s all¨¢ del sector art¨ªstico y es una de las muchas t¨¢cticas que se pueden emplear para combatir la normalizaci¨®n del Trumpismo¡±, en referencia al movimiento impulsado por el republicano y que definen como ¡°una mezcla t¨®xica de supremacismo blanco, misoginia, xenofobia, militarismo y poder olig¨¢rquico¡±.
Los autores de la carta explican en ella que no se trata de una huelga ¡°contra el arte, el teatro ni cualquier otra expresi¨®n cultural¡±, sino ¡°una invitaci¨®n a que estas actividades contribuyan a redefinir los espacios como lugares donde se pueden crear pensamientos, visiones, sentimientos y actuaciones de resistencia¡±.
As¨ª, el pr¨®ximo d¨ªa 20, instituciones como el Museo Whitney de Nueva York no cobrar¨¢n la entrada sino que aceptar¨¢n donaciones voluntarias de sus visitantes. El museo ¡°ofrecer¨¢ una programaci¨®n que refleja nuestro compromiso con el di¨¢logo abierto, la participaci¨®n c¨ªvica y la diversidad del arte y la cultura de Estados Unidos¡±, seg¨²n afirma su p¨¢gina web.
Los 130 firmantes de la llamada a la huelga afirman que las actividades del d¨ªa 20 ¡°son solo el principio¡± y piden que cualquier otro acto de protesta inspirado por el rechazo a Trump ¡°priorice las voces, necesidades y preocupaciones de aquellos que tienen m¨¢s que perder¡±. El J20, aseguran ¡°es una oportunidad para reafirmar y fortalecer los valores que nuestras instituciones culturales dicen representar¡±.
"Incluso la hija de Trump es coleccionista de Twombly"
Desde que Trump oficializara su candidatura, facciones del sector de las artes visuales han mostrado su oposici¨®n a trav¨¦s de su trabajo. Ya en julio pasado, el New York Magazine publicaba una selecci¨®n de obras que ridiculizaban la figura del futuro presidente. Las relaciones entre los trabajadores culturales y el nuevo gabinete prometen tensi¨®n. Seg¨²n Camnitzer, estas disensiones no van a afectar al mercado art¨ªstico, ya que, en su opini¨®n, "la oligarqu¨ªa compra": "Incluso la hija mayor de Trump es coleccionista y tiene obras de Twombly y Christopher Wool. Y con Goldman Sachs ocupando el gabinete de Trump, y haciendo m¨¢s dinero todav¨ªa que en el pasado, el mercado local seguramente ser¨¢ m¨¢s favorable para el artista."
El cr¨ªtico de arte de origen chileno, Christian Viveros-Faun¨¦, es, desde las p¨¢ginas del influyente medio Artnet, una de las voces m¨¢s beligerantes contra la llegada de Trump al poder, y sus posibles consecuencias en el sector art¨ªstico: "Anticipo una Culture War, y en poco tiempo: censura, listas negras, exposiciones canceladas, presiones de diversos tipos sobre artistas e instituciones, autocensura -que es mucho m¨¢s t¨®xica que la censura como tal-, y muchos tuits de parte del ocupante de la Casa Blanca que har¨¢n de diversos creadores y museos, blancos de la ira de los apoyadores de Trump." En uno de sus ¨²ltimos art¨ªculos, Viveros-Faun¨¦ se hac¨ªa eco de la acci¨®n de una artista, Annette Lemieux, consistente de dar la vuelta a la obra que ten¨ªa expuesta, que hace alusi¨®n a la discriminaci¨®n racial, Left Right Left Right (1995), en una muestra colectiva en el Whitney Museum. Pancartas con fotograf¨ªas de pu?os cerrados, uno de ellos perteneciente a Martin Luther King, que, tras su inversi¨®n, apuntan ahora hacia el suelo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.