Teatrorrealidad
En 'Gran Hermano', el infierno son los otros. M¨¢s todav¨ªa si se es VIP y hay una infinidad de tuits a los que enfrentarse
La puesta en escena de Gran Hermano tiene muchos m¨¢s puntos en com¨²n con Sartre que con la novela de Orwell que le da nombre. Lo que ocurre entre esas tres paredes, porque la cuarta est¨¢ definitivamente rota en la era de las redes sociales, es muy similar a lo que planteaba el franc¨¦s en la obra de teatro A puerta cerrada.
En ellla, tres personajes se encuentran enclaustrados en una habitaci¨®n que identifican como el infierno. Esperan castigo por sus actos en vida, pero pronto descubren que son ellos, en su convivencia obligada, los que van a torturarse los unos a los otros. Para el fil¨®sofo, el juicio ajeno configura en buena medida nuestra existencia. Es una idea nada optimista que, sin embargo, funciona en la peque?a pantalla.
Los concursantes/personajes de este reality se exponen cada segundo a la opini¨®n de los dem¨¢s. Lo hacen las nominaciones de sus compa?eros de encierro y los votos de un p¨²blico/lector casi omnisciente. El infierno son los otros. M¨¢s todav¨ªa si se es famoso y hay una infinidad de tuits a los que enfrentarse.
En la primera semana del 2017, GH VIP arras¨® en audiencia social, con 170.000 comentarios en Twitter seg¨²n la consultora Kantar Media. La cifra supera con creces a la del resto de contenidos televisivos de esos siete d¨ªas. El programa no se entiende sin el escrutinio del que est¨¢ al otro lado del tel¨®n, que escoge a trav¨¦s de una app el nuevo premio o castigo para los protagonistas de este encierro emitido las 24 horas en Internet.
Los seguidores no solo consumen, guardando todas las distancias, las ideas de Sartre. A juzgar por sus comentarios en redes, eligen a su ganador en funci¨®n de las tres almas de Plat¨®n. Suelen valorar a quien se gu¨ªa por la m¨¢s baja de ellas: la concupiscible, aunque no lo expresen con palabras de sabio griego. Tambi¨¦n sienten cierta fascinaci¨®n por el absurdo grotesco propio de Samuel Beckett. GH no es un experimento pero, a su manera, s¨ª tiene mucho de sociol¨®gico.
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