Michael Fassbender: ¡°Nunca tengo remordimientos¡±
El protagonista de ¡®La luz entre los oc¨¦anos¡¯, que se estrena en Espa?a, repasa su carrera y sus miedos
La primera vez que Michael Fassbender subi¨® a un escenario ten¨ªa una pinta ¡°horrible¡±. Lo recuerda ¨¦l mismo, entre risas. Su instituto represent¨® una obra, Cuentos de hadas 1,2,3, y le toc¨® el papel de una hermanastra. Para el disfraz, us¨® el vestido de graduaci¨®n de su hermana. Suyo era, en cambio, el pelo, que llevaba muy largo. Adem¨¢s, el actor manten¨ªa entonces una dura lucha contra "los granos". A saber qui¨¦n pudo intuir que tras aquella chica espantosa se escond¨ªa el hombre m¨¢s deseado hoy de Hollywood y tal vez del mundo. Aunque ese rol s¨ª ofreci¨® una pista del Fassbender que ser¨ªa: "Me lo tom¨¦ s¨²per en serio".
Y no solo. Enseguida, fund¨® la compa?¨ªa Peanut Productions, con la que produjo, dirigi¨® e interpret¨® una adaptaci¨®n de Reservoir Dogs. A los 17 a?os por fin encontraba una certeza: ¡°En el instituto era del mont¨®n en todas las asignaturas. Quer¨ªa ser m¨²sico, pero no ten¨ªa madera. Empec¨¦ a ir a clases de actuaci¨®n y pens¨¦: ¡®?Guau! Si trabajo mucho en esto podr¨ªa vivir de ello y es lo que quiero¡¯. Me permit¨ªa expresarme¡±. Hasta sus padres, empe?ados en que fuera a la universidad, se rindieron. Los cin¨¦filos se lo agradecen. Y el actor, de origen irland¨¦s aunque nacido en Alemania (Heidelberg, 1977), contin¨²a su celebrada carrera con La luz entre los oc¨¦anos, que se estrena ma?ana, viernes, en Espa?a.
Lo peor del cine
El int¨¦rprete subraya todas las alegr¨ªas y los regalos que le ha hecho el cine. Pero, ?qu¨¦ es lo peor del sector seg¨²n Fassbender? "La presi¨®n por hacer dinero. Provoca que ciertas pel¨ªculas, para ciertos p¨²blicos, se hagan cada vez menos. Tienes ¨¢reas omnipresentes y otras que casi no existen, aunque la televisi¨®n est¨¢n reemplazando eso con series que se preocupan por el p¨²blico adulto. Es casi al rev¨¦s que en los setenta, cuando estas obras comerciales aparec¨ªan en la televisi¨®n y los asuntos socialmente relevantes y desafiantes se ve¨ªan en el cine".
Entre tantos papeles atormentados, del adicto al sexo de Shame al latifundista de 12 a?os de esclavitud, por una vez el int¨¦rprete se mete en la piel de un "buen hombre¡±. A su alrededor, eso s¨ª, se desata un hurac¨¢n emocional. Tras la Primera Guerra Mundial, el veterano Tom y su esposa, Isabel (Alicia Vikander, que desde el rodaje es pareja de Fassbender), viven pl¨¢cidamente aislados, cuidando del faro de un islote australiano. Desean un hijo, pero acaban perdiendo dos. Hasta que un naufragio les lleva como don un nuevo beb¨¦ y un dilema: ?denunciar la aparici¨®n o criarla como si fuera suya?
¡°Al principio no quer¨ªa hacerla¡±, explica Fassbender sobre la pel¨ªcula, que se estren¨® en el pasado festival de Venecia, donde se celebr¨® esta entrevista. Un rodaje de varias semanas, confinado con el equipo en medio del mar de Tasmania, no le convenc¨ªa. ¡°Me gusta llevar a cabo mi trabajo en un espacio y salir de all¨ª¡±. La insistencia del director, Derek Cianfrance (Blue Valentine), termin¨® por convencerle. Y hasta le mostr¨® otra perspectiva: ¡°Vengo del campo, y cuando vuelvo a ¨¦l descubro que los ritmos de mi cuerpo y mi esp¨ªritu funcionan mejor que en la ciudad¡±.
Tal vez por eso se plantee mudarse a las afueras de Londres, donde vive desde 1996. En el mismo piso que cuando lleg¨®, por cierto. La falta de tiempo para cambiar de casa es otro indicio del ascenso mete¨®rico de Fassbender. Y eso que entre su debut en pantalla (la miniserie Hermanos de Sangre, en 2001) y su triunfo pasaron siete a?os de paro, rechazos y papeles menores. ¡°Cada vida va hacia un punto de inflexi¨®n¡±, dice su personaje en La luz entre los oc¨¦anos. El suyo fue la llamada de Steve McQueen para interpretar al activista irland¨¦s Bobby Sands y su huelga de hambre en Hunger. ¡°Lo cambi¨® todo, incluso en mi personalidad. Tuve que perder mucho peso y descubr¨ª que puedo mantener una disciplina f¨¦rrea y pasar mucho tiempo conmigo mismo¡±, explica.
La fama y la burbuja
Michael Fassbender y Alicia Vikander se conocieron en septiembre de 2014, al comenzar el rodaje de La luz entre los oc¨¦anos. La actriz se hab¨ªa propuesto al director, Derek Cianfrance, y llevaba a?os admirando la carrera del int¨¦rprete y queriendo trabajar con ¨¦l. Apenas dos meses despu¨¦s, ambos anunciaban su relaci¨®n sentimental, atrayendo a¨²n m¨¢s los focos. ?C¨®mo lleva Fassbender tanta atenci¨®n? "Puede ser un poco molesta. Lo entiendo: es para vender peri¨®dicos, pero depende de nosotros hablar solo hasta d¨®nde queramos. Y asum¨¢moslo: tenemos una vida muy privilegiada, donde los pros superan con creces a los contras".
¡°Esta parte de mi trabajo, la promoci¨®n, los festivales, tiene algo de burbuja y es peligrosa. Pero mi vida en casa es muy simple. Voy a los sitios solo, obviamente no tengo guardas de seguridad. Bueno, puedo conseguir una mesa buena en un restaurante. Es una de las ventajas¡±, se r¨ªe Fassbender.
?Y la desventaja? ¡°No ser an¨®nimo por la calle. Si ahora usted y yo nos quisi¨¦ramos ir al bar de la esquina a tomar una cerveza ser¨ªamos interrumpidos por un mont¨®n de gente. Lo entiendo, solo digo que la conversaci¨®n ser¨ªa bastante dif¨ªcil para ambos¡±. La masa humana que esperaba fuera de la villa donde se celebr¨® la entrevista hac¨ªa intuir que ten¨ªa raz¨®n.
Desde entonces, ese m¨¦todo firme nunca le ha abandonado. Es famoso por preparar los guiones hasta la saciedad. En los rodajes, garantiza entrega y estajanovismo. Pero con los a?os tambi¨¦n ha aprendido a dejar atr¨¢s el trabajo: ¡°No tengo grandes problemas en salir de mis papeles. Existo totalmente con ellos en el set, pero luego se quedan all¨ª. Si quedo a cenar con amigos nadie quiere escuchar al personaje¡±. Aunque una velada con el Magneto de los X-Men, Steve Jobs o Carl Jung tendr¨ªa cierto inter¨¦s.
Sea como fuere, es cr¨ªtico consigo mismo. ¡°Es raro que salga 100% feliz de un proyecto. Me da miedo no hacer un gran trabajo, no darle al personaje la vida que se merece, decepcionar al director. Me asusta fracasar, aunque saber aceptarlo es importante. Siempre intento darlo todo: supongo que a veces logro creer y otras no¡±. Tal vez por eso, a diferencia de muchos actores, accede a repasar hitos y baches de su obra: se enorgullece de Hunger o de 12 a?os de esclavitud. Mucho menos de El consejero, Centuri¨®n o La masacre de Town Creek. Esta ¨²ltima, de hecho, ni la vio.
Aun as¨ª, Fassbender no mira atr¨¢s. ¡°Nunca tengo remordimientos. No quiero que suene pretencioso, simplemente es as¨ª: no me arrepiento de las cosas. Tomas decisiones, algunas terminan bien, otras menos, pero a eso lo considero la vida¡±. En ella, le gustar¨ªa dirigir, bailar y cantar en un musical y protagonizar una comedia. Y, por qu¨¦ no, volver a quemar la carretera en moto como en un viaje de hace a?os con su padre: ¡°Estamos hablando de repetirlo en Sudam¨¦rica¡±. Los fans del continente est¨¢n avisados.
Babelia
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