La pel¨ªcula que el Frente Nacional no quiere ver
¡®Chez nous¡¯, un filme inspirado en el imparable ascenso de la ultraderecha de Marine Le Pen, provoca una fuerte pol¨¦mica en Francia
El decorado es el mismo que en cualquier municipio del norte franc¨¦s. Un tractor surca la tierra de madrugada. Al fondo del paisaje, una ciudad de pasado minero se despierta, todav¨ªa somnolienta. Los edificios se caen a pedazos y los comercios hace a?os que escasean. Alguien enciende la radio; el paro ha vuelto a subir. Los obreros desocupados dejan pasar un d¨ªa m¨¢s, absortos frente a la telebasura. Mientras tanto, una formaci¨®n pol¨ªtica afronta las elecciones municipales con ¨®ptimas perspectivas. En la ficci¨®n, el partido recibe el nombre de Bloque Patri¨®tico. En la realidad, se llama Frente Nacional.
Proximidad electoral
El Frente Nacional ha denunciado que el estreno de la pel¨ªcula se produzca poco antes de las elecciones presidenciales. ¡°Hemos querido participar en ese debate¡±, admite el director, Lucas Belvaux. ¡°No estoy diciendo a nadie por qui¨¦n debe votar. Lo que digo es que, sean cuales sean sus razones, no estar¨¢n votando por el progreso social, ya que se trata de un movimiento vinculado a un partido m¨¢s que reaccionario¡±. El diputado ultraderechista Gilbert Collard, firme opositor a la pel¨ªcula, cree que no incidir¨¢ en el resultado. ¡°En Francia existe la madurez suficiente para que ning¨²n espectador se vea influido por esa caricatura. Va a ser un fracaso¡±, pronostica.
El cineasta Lucas Belvaux ha escogido este escenario como punto de partida de su nueva pel¨ªcula, Chez nous, inspirada en el auge de la ultraderecha liderada por Marine Le Pen, que ha originado una fuerte pol¨¦mica en Francia a un mes de su estreno, el 22 de febrero. Ninguno de los barones del partido ha podido verla todav¨ªa, pero eso no les ha impedido oponerse a ella. ¡°Nos bast¨® con ver el tr¨¢iler y escuchar al director haciendo promoci¨®n. Fue suficiente para hacerse una opini¨®n¡±, asegura el diputado Gilbert Collard, que no duda en tildar a sus responsables de ¡°¨¦mulos de Goebbels¡±. Desde su despacho en Par¨ªs, el diputado asegura que no piensa ir a verla: ¡°Tengo demasiados libros por leer para perder el tiempo con un producto comercial de la propaganda socialista¡±. Poco antes, el joven n¨²mero dos del partido, Florian Philippot, en quien se basa uno de los personajes de la pel¨ªcula, resumi¨® as¨ª su opini¨®n: ¡°La democracia francesa est¨¢ cada vez m¨¢s enferma: una pel¨ªcula anti-FN se estrenar¨¢ en plenas presidenciales, financiada por ustedes¡±.
En Chez nous aparece una l¨ªder inspirada en Le Pen, una pol¨ªtica con la misma media melena rubia e id¨¦ntica ret¨®rica populista, que responde al nombre de Agn¨¨s Dorgelle. Hija de un hist¨®rico de la ultraderecha francesa, esta dirigente intenta despojar al partido del extremismo que lo caracteriz¨® en el pasado para acercarse a la clase obrera, hasta ahora refractaria a su poderoso hechizo. Rodeada de asesores con estudios en las mejores universidades parisienses, Dorgelle encabeza un partido que se opone en sus m¨ªtines a que ¡°la Rep¨²blica se convierta en califato¡±, mientras recicla citas c¨¦lebres de Jean Jaur¨¨s, icono de la izquierda francesa. Cualquier parecido con la realidad es, huelga decirlo, pura coincidencia.
En realidad, el papel de esa doble de Marine Le Pen, a quien interpreta la veterana Catherine Jacob, convertida ahora en bestia negra de los extremistas en las redes sociales, es tirando a secundario. La aut¨¦ntica protagonista es una humilde enfermera llamada Pauline, madre soltera e hija de comunistas, reclutada por el partido como cabeza de lista en H¨¦nard (localidad ficticia que se inspira en H¨¦nin-Beaumont, cuya alcald¨ªa el Frente Nacional conquist¨® en 2014). Pese a definirse como ¡°m¨¢s bien de izquierdas¡±, la joven decide aceptar la oferta de esa formaci¨®n, considerando que ¡°la hija es distinta que el padre, y adem¨¢s es una mujer¡±, como reza un di¨¢logo del filme. Su novio, un mod¨¦lico entrenador de f¨²tbol infantil, la lleva a cenar a un restaurante de cusc¨²s, pero luego apalea a inmigrantes en redadas nocturnas junto a un grupo de ultras.
Belvaux, actor y cineasta belga que ha dirigido pel¨ªculas como Despu¨¦s de la vida o No es mi tipo, asegura que no pretend¨ªa elaborar un panfleto contra el Frente Nacional, pero s¨ª entender su poder de seducci¨®n. ¡°Aspiraba a comprender c¨®mo una regi¨®n modesta se vuelca hacia la extrema derecha. Quer¨ªa contar la historia de una mujer que, pese a no estar politizada, decide involucrarse en ese partido, por una mezcla de ira, cansancio y ganas de cambio¡±, afirma Belvaux. Al director le interesaba entender ¡°la transgresi¨®n ideol¨®gica¡± de su hero¨ªna, ya que considera que la extrema derecha ¡°pertenece a la Francia de otro tiempo, la de la ocupaci¨®n, el mariscal P¨¦tain e incluso el Antiguo R¨¦gimen¡±. Para Belvaux, que no esconde su izquierdismo, el Frente Nacional ¡°se opone a todo lo que Europa ha construido desde hace 200 a?os¡±.
El productor de Chez nous, David Frenkel, sostiene que la pel¨ªcula aspira a ¡°desmaquillar¡± la nueva imagen del partido. ¡°Es una operaci¨®n de marketing exitosa, pero con el mismo ADN que ten¨ªa el padre, Jean-Marie Le Pen¡±, asegura Frenkel. ¡°No quer¨ªamos hacer una caricatura, sino entender por qu¨¦ en algunas ciudades ya los vota m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n. Ya no es solo el fascistoide que lleva una cruz gamada tatuada en el brazo, sino tambi¨¦n el m¨¦dico y el profesor¡±.
Babelia
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