Las protestas marcan la vuelta de los toros a Bogot¨¢

Las corridas de toros han vuelto este domingo a Bogot¨¢, despu¨¦s de cuatro a?os, con gran pol¨¦mica. Desde tres horas antes del comienzo del festejo comenzaron la protestas. Tanto en la Carrera Quinta como en la S¨¦ptima. Los protagonistas fueron alrededor de un millar de defensores de los animales, ecologistas y miembros de otros colectivos, en su mayor¨ªa muy j¨®venes. A primera hora de la ma?ana, estos grupos se fueron apostando en las inmediaciones de la plaza de la Santamar¨ªa. Les esperaba un dispositivo policial de 1.200 agentes, movilizado para "garantizar el derecho constitucional de los aficionados" que llegaban para ver torear a El Juli, m¨¢xima figura del momento, Luis Bol¨ªvar, el mejor de Colombia, y Andr¨¦s Roca Rey, de solo 20 a?os y sensaci¨®n de la ¨²ltima temporada. Momentos antes de que comenzara el festejo, se han producido algunos incidentes entre los antitaurinos que gritaban a los asistentes "asesinos, asesinos", "pag¨¢is por ver sangre", o "ignoranes" adem¨¢s de lanzar pintura roja y diferentes objetos a los que intentaban entrar en la plaza. Los asistentes al festejo, salvo alguna excepci¨®n, optaron por la resignaci¨®n en lugar de la confrontaci¨®n.

La situaci¨®n provoc¨® la intervenci¨®n del Escuadr¨®n M¨®vil Antidisturbios (Esmad) de la Polic¨ªa, un cuerpo de antidisturbios, cuyo uniforme recuerda al personaje de ficci¨®n Robocop, que lanz¨® gases lacrim¨®genos para dispersar a los congregados. Dentro de la plaza los disparos de gas se coreaban con un 'ol¨¦', como si fuese un lance m¨¢s de la lidia. A lo largo de la corrida se escucharon hasta ocho.

El acceso a la plaza fue a trav¨¦s de un pasillo policial que escoltaba a los aficionados, adem¨¢s de dos retenes de control previos. La salida, ya en oscuridad, pasadas las siete de la tarde, fue mucho m¨¢s complicada. Los aficionados siguieron un camino reforzado con seguridad hasta el hotel Tequendama, donde comenzaron a tomar su camino con cautela y cierto recelo. Restan cinco festejos m¨¢s de temporada, hasta el 19 de febrero. Si se repite esta estrategia el hotel se convertir¨ªa f¨¢cilmente en una ratonera para los espectadores. El alcalde Pe?alosa, otrora aficionado y promotor de los toros, lleg¨® a condecorar al empresario Negret en su anterior mandato, fue uno de los que alent¨® las protestas. En la noche del domingo, a trav¨¦s de Twitter, dio un paso atr¨¢s para pedir calma y paz a sus conciudadanos.

Los momentos m¨¢s tensos se produjeron media hora antes de que sonasen clarines y timbales. Varios fueron detenidos en un cami¨®n de ganado y trasladados hasta la zona de la plaza para pasar a otras dependecias policiales. Detenidos y taurinos intercambiaron insultos sin demasiada protecci¨®n para ninguna de las partes. Tambi¨¦n llevaron en camilla a una funcionaria, que fue apedreada, para que se le asistiera en la enfermer¨ªa de la plaza.

Dentro de la Santamar¨ªa, la normalidad de un d¨ªa de corrida se ha impuesto, aunque la tarde estuvo llena de s¨ªmbolos y emotividad. Todo fue como si no hubiesen pasado cinco a?os, pero pasaron. La plaza est¨¢ renovada, con tendidos m¨¢s c¨®modos, pero su afici¨®n mantiene el rigor que le ha convertido en Las Ventas de Am¨¦rica Latina. Nada m¨¢s romper el pase¨ªllo, el alguacil hizo entrega de las llaves de chiqueros a un s¨ªmbolo de Colombia, Alfredo Molano Bravo, quiz¨¢ el mejor conocedor de Colombia y su cultura. Su amplio reconocimiento por todos los sectores de la sociedad, su afinidad con muchas ideas progresistas y su notable afici¨®n a los toros, le convert¨ªan en el mejor representante de una tauromaquia inclusiva en la que no se cuestiona la postura pol¨ªtica. Despu¨¦s, en pie, se enton¨® el himno. Unos, a pleno pulm¨®n. Otros, tratando de esconder las l¨¢grimas.

La empresa hab¨ªa pedido a los asistentes que fuesen con un clavel blanco como s¨ªmbolo de libertad. As¨ª se llam¨® el primer toro, de comportamiento desigual, fue el de la confirmaci¨®n de un ilusionante Andr¨¦s Roca Rey. Arrollador y entregado, vio c¨®mo el toro se fue apagando. El Juli abrevi¨® con el segundo, algo manso. El tendido lo entendi¨® como un lance m¨¢s de la lidia. En el tercero Luis Bol¨ªvar dio una lecci¨®n de t¨¦cnica y temple. Estuvo bien colocado y cit¨® con la verdad que le caracteriza. Consigui¨® un trofeo que pase¨® con lentitud y orgullo. El ¨²ltimo de su lote, algo m¨¢s complicado, lo brind¨® a Felipe Negret, el empresario que hizo posible la vuelta de los toros. Bol¨ªvar ilusion¨® a la plaza. La afici¨®n sali¨® con la sensaci¨®n de que, a pesar de la pol¨¦mica, Colombia tiene un torero de primer nivel.

El Juli, que no quer¨ªa irse de vac¨ªo, mostr¨® su versi¨®n m¨¢s fresca, con su cl¨¢sico quite por lopecinas, se?a de un torero por el que no pasan los a?os. El fallo con la espada dej¨® todo en una cari?osa vuelta al ruedo.

Roca Rey, triunfador de la tarde por arrojo y n¨²mero de trofeos, tuvo un gran detalle en el sexto, al que cort¨® dos orejas. Sac¨® al tercio para brindar la faena a los novilleros que se encadenaron a la plaza y estuvieron en huelga de hambre cuando se hizo efectiva la prohibici¨®n. Con el desparpajo del que solo tiene 20 a?os y ya est¨¢ en todos los carteles, arranc¨® las dos orejas.