La prensa y sus nuevos itinerarios
Los dos grandes diarios de EE UU se plantean nuevas f¨®rmulas ante la crisis del oficio
Las dificultades por las que pasa la prensa han movido a dos grandes peri¨®dicos norteamericanos, el New York Times (NYT) y el Washington Post (WP), a plantearse nuevos retos y f¨®rmulas, lo que yo llamar¨ªa itinerarios de regreso a la salud profesional y comercial, que repasar¨¦ aqu¨ª en t¨¦rminos generales. Pero vaya por delante que si existiera la receta m¨¢gica no nos la contar¨ªan porque sea cual fuere el estado de la cuesti¨®n, no se hacen favores a la competencia.
El NYT parece fiarse a una ofensiva en el terreno de las suscripciones, que, como se?alan en un documento de reciente circulaci¨®n, se tratar¨ªa de fortalecer el despegue de los contenidos de pago, en especial en las versiones digitales del peri¨®dico. Una apuesta basada en establecer esa relaci¨®n tan directa con el lector, y en que incluso un n¨²mero menor de usuarios pero que pagaran por el servicio, marcar¨ªa el camino de vuelta a la salud econ¨®mica. Hay que decir, con todo, que la operaci¨®n tiene que estar ligada a otros factores, para empezar una calidad que justifique un desembolso que en ning¨²n caso est¨¢ garantizado.
En cuestiones directamente profesionales se hace hincapi¨¦ en una novedosa utilizaci¨®n de los drones, en especial para fabricar videos como gran soporte de la informaci¨®n, y en general el recurso masivo a las redes sociales. En ambos rubros, redes y video, no se diferencia, sin embargo, de lo que plantea el WP, as¨ª como buen n¨²mero de peri¨®dicos europeos. Pero en estos tiempos en los que la inundaci¨®n noticiosa es varios tsunamis a la vez, el peri¨®dico neoyorquino se acuerda tambi¨¦n de algo que algunos preconiz¨¢bamos ya en tiempos del paleol¨ªtico digital como es poner el acento en los servicios, hacer que la publicaci¨®n sea ¨²til al lector no solo por una informaci¨®n muy enfocada a sus necesidades, sino en la b¨²squeda de nuevos nichos de mercado, lo que yo llamo el peri¨®dico como otro electrodom¨¦stico del hogar.
Y en lo tocante al material humano hay en el NYT una gran ambici¨®n renovadora: una redacci¨®n mucho m¨¢s multicultural con la contrataci¨®n (sic) de negros, mujeres y latinos, cosa que con la agresi¨®n del presidente norteamericano Donald Trump a la prensa y a colectivos varios de fuerte emergencia social, nos puede deparar una batalla singular. Y como colof¨®n una dosis de autocr¨ªtica.
Es preciso lograr una compenetraci¨®n mucho mayor, dice el documento del NYT, entre editores, redactores e inform¨¢ticos, mostrar una gran capacidad de cambio para ¡°redefinir el ¨¦xito¡±.
El WP es mucho m¨¢s agresivo, y quiz¨¢ concreto, en el dise?o de itinerarios con la creaci¨®n, notablemente, de lo que podr¨ªamos llamar una fuerza de despliegue r¨¢pido integrada por nueve periodistas, cuatro de ellos reporteros gr¨¢ficos, un database y un editor para reaccionar al instante ante lo que surgiera. El propio editor del diario de Washington, Martin Baron, anunciaba en un encuentro organizado en septiembre pasado en Medell¨ªn por la Fundaci¨®n para un Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) la inminente contrataci¨®n de 60 periodistas, cuando lo normal es que las redacciones se despueblen, y si hab¨ªa que dar cr¨¦dito a sus palabras, la salud econ¨®mica del diario estaba asegurada.
Como puede verse, se trata de inmejorables iniciativas, pero que apenas desbordan el ¨¢mbito de las generalidades. Pero tampoco faltan apremios entusiastas que har¨ªamos mal en deso¨ªr. La gran periodista Giannina Segnini, posiblemente la mayor experta en periodismo de datos, dice que, m¨¢s all¨¢ de suscripciones y task forces, no hay mejor tiempo que este para dedicarse al periodismo y a?ade sin temor a ofender al antiguo gremio: ¡°Muchos de los mejores periodistas de siempre, con sus libretas chorreadas de caf¨¦, est¨¢n hoy aterrorizados y enfurecidos al ver a los jovencitos editores de videos, mapear, tuitear, storifiar y hasta programar¡±. Con eso, y una paletada de neologismos, apunta a horizontes nuevos que har¨¢n, y bendito sea su optimismo, que el periodismo, como la materia, se transforme pero nunca desaparezca.
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