La conexi¨®n espa?ola de Peter Weiss
El poeta Francisco J. Uriz publica un libro sobre sus andanzas espa?olas con el escritor sueco-alem¨¢n
Francisco J. Uriz vino con Peter Weiss (1916-1982) a Espa?a en 1974, a¨²n vivo Franco aunque? l¨¢nguida ya la dictadura. Weiss quer¨ªa documentarse sobre la Guerra Civil para un libro en el que quiso dejar testimonio de lo que Uriz llama "la primera resistencia antifascista en Europa".?
Weiss naci¨® en Alemania, viv¨ªa en Suecia, y quer¨ªa la ayuda de Uriz para el libro que estaba escribiendo, La est¨¦tica de la resistencia, parte del cual se desarrolla en Espa?a. Uriz vive a¨²n en Suecia y alterna esa residencia con Zaragoza, donde naci¨®.
En Viaje a la Espa?a de Franco (Erial ediciones), cuenta la historia de esa colaboraci¨®n e incluye las palabras del novelista y autor teatral. El cuaderno de bit¨¢cora de esa secci¨®n de la novela era el testimonio de un m¨¦dico alem¨¢n, Max Hodann, amigo de Weiss, que hab¨ªa ejercido su oficio enrolado en las Brigadas Internacionales. Albacete y Denia fueron campos de operaciones del doctor Hodann.
La resurrecci¨®n de la obra de Weiss en espa?ol se completa con la publicaci¨®n, a finales de febrero, de Adi¨®s a los padres (Alpha Decay, en la traducci¨®n de traducci¨®n de Juan de Sola), novela largamente descatalogada en la que el escritor retrat¨® la vida de una familia alemana de origen jud¨ªo antes de la Segunda Guerra Mundial.
Pisar tierra franquista
Durante un tiempo, Uriz ayud¨® a Weiss con mapas de la zona. Weiss no quer¨ªa pisar tierra franquista. Sin embargo, cuando fue imposible seguir descubriendo con la minuciosidad requerida por Weiss los rincones por los que anduvo Hodann curando heridos de la guerra, el poeta convenci¨® al reticente autor sueco-alem¨¢n para que hicieran el viaje espa?ol de Weiss por los sitios verdaderos.
La peripecia la cuenta Uriz como una novela de aventuras. Fueron en busca de un lugar remoto de Albacete, que fue hospital de Hodann, y de otro caser¨®n de Denia; en ambos lugares fueron ayudados por autoridades locales de distinto signo para verificar la ruta del brigadista. En aquella Espa?a a¨²n comandada por el dictador, al peregrino antifascista le pareci¨® ins¨®lito que los alcaldes de entonces y hasta la Guardia Civil le prestaran auxilio para su obra.
Ese libro, La est¨¦tica de la resistencia, era el regreso de Weiss a la novela, despu¨¦s de ¨¦xitos teatrales como Marat/Sade, que represent¨® en Espa?a Adolfo Marsillach con todo tipo de incidentes que eran marca de la ¨¦poca de la censura. Al propio Weiss aquella persecuci¨®n de sus obras le llev¨® a considerar que su viaje aqu¨ª ser¨ªa un calvario o un signo de apoyo a una dictadura que detestaba. Le sorprendi¨® que los periodistas manchegos de la ¨¦poca (los ¨²nicos a los que atendi¨®) se atrevieran a publicar sus declaraciones en contra de hechos recientes de la dictadura; Uriz le aclar¨® que los tiempos estaban cambiando¡
La est¨¦tica de la resistencia era, dice Uriz ahora, "un proyecto ambicioso: narrar la lucha por la liberaci¨®n de la humanidad a los largo de cuarenta a?os del siglo XX y en el papel que en ella desempe?aba la cultura". La Guerra Civil era una parte importante "en ese combate". "?Por qu¨¦?", se pregunta Uriz. "As¨ª comentaba a?os despu¨¦s el hijo de uno de sus personajes de la novela realmente existentes, Coppi: 'Lo importante no era lo que los luchadores antifascistas hicieron, lo importante es que hac¨ªan algo, que se atrev¨ªan, a pesar de todo".
Fue obsesivo Weiss. Paco y su mujer, Marina, le ayudaron en lo que pudieron, en Estocolmo, para trasladarle la atm¨®sfera espa?ola que debi¨® de vivir el brigadista Hodann. "Hasta que me empe?¨¦ en que viniese a Espa?a, a ver con sus ojos el escenario de su novela". Gunilla Palmstierna, la esposa del escritor, que escribe el pr¨®logo del libro, le avis¨®: viajar con Peter es una locura. "Pero el viaje", dice Uriz, "discurri¨® sin el menor problema". Para Weiss, la Espa?a de 1974 fue una sorpresa. "No me dio la impresi¨®n de que se fijase demasiado en el atraso. Le sorprendi¨® la gente. La amabilidad y su manera de expresarse tan libremente en cuestiones pol¨ªticas. ?Si todos parecen socialistas!¡¯, dec¨ªa".
Adem¨¢s del pr¨®logo de Palmstierna y la cr¨®nica de Uriz, que es como una novela en s¨ª misma, el libro incluye el propio Diario del viaje, de Peter Weiss, que est¨¢ en alem¨¢n en sus obras completas, as¨ª como la cr¨®nica (de Uriz) de algunos proyectos cinematogr¨¢ficos frustrados (de Jos¨¦ Luis Borau) para llevar a la pantalla la proeza de aquel brigadista amigo del escritor peregrino en Espa?a.
En 2016 se celebr¨® el centenario de Weiss. En Alemania y en Suecia su teatro se sigue representando, en Espa?a tambi¨¦n; Marat/Sade, la sensaci¨®n teatral de la d¨¦cada de 1960, se represent¨® hace un par de a?os. Y su H?lderlin a¨²n espera su momento¡
El libro incluye fotos tambi¨¦n, especialmente una en la que Weiss posa con un alcalde franquista, en las que parece, a la vez, un doctor t¨ªmido y un inspector de Graham Greene. Las hizo Uriz, el amigo espa?ol de Peter.
Babelia
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