Indridason: ¡°La avaricia no ha desaparecido en Islandia¡±
El rey de la novela negra islandesa presenta 'Betty', ¨²ltimo libro publicado en Espa?a, un thriller con trampa y voluntad desmitificadora
Islandia esconde una cara oscura que no se ve desde un Mediterr¨¢neo fascinado por el mito. Profundo amante de las tradiciones y el esp¨ªritu de sus compatriotas, el escritor island¨¦s Arnaldur Indridason (Reikavik 1961) se ha empe?ado, sin embargo, en levantar acta del lado oscuro de su sociedad, en la ficci¨®n y fuera de ella. ¡°Aqu¨ª tienen una visi¨®n muy inocente de mi pa¨ªs. Tenemos los mismos defectos y los mismos cr¨ªmenes que el resto del mundo¡±, comenta en un ingl¨¦s rasgado por un fuerte acento n¨®rdico en su charla con EL PA?S en Barcelona, donde ha asistido como uno de los invitados estrella de BCNegra.
Quer¨ªa jugar con los lectores, llevarlos por donde no hay que ir aunque ellos crean que s
Indridason, ojos peque?os, sonrisa de t¨ªmido obligado a exponerse, gestos de hombre grande, ha venido a presentar Betty (RBA, traducci¨®n de Fabio Teixid¨®) un thriller con artefacto explosivo en medio de la trama, una novela basada en la ambici¨®n, la avaricia y la manipulaci¨®n entre personajes, un homenaje a la femme fatale del cine negro. ¡°Siento absoluta fascinaci¨®n por este tipo de mujeres y por el hombre llevado al enga?o por medio de la traici¨®n. En este libro est¨¢ la atm¨®sfera de Sunset Boulevard, El sue?o eterno y otros cl¨¢sicos¡±, explica el ganador del RBA de novela negra en 2013. ¡°Al igual que en la serie del polic¨ªa Erlendur, esta novela es sobre todo un libro de personajes, que tienen que ser s¨®lidos, si no no tiene sentido contar la historia¡±, a?ade.
Pa¨ªs ex¨®tico y lejano pero al tiempo conocido por millones de turistas, la isla n¨®rdica ofrece unas surrealistas cifras de muertes violentas, que no llegan a dos al a?o. Quiz¨¢s por eso todo el pa¨ªs se moviliz¨® hace unas semanas cuando una joven de 20 a?os fue brutalmente asesinada. ¡°Somos una sociedad peque?a. Hay pocos cr¨ªmenes pero afectan a todo el mundo¡±, comenta.
?Una nueva burbuja?
Estamos de nuevo en un boom econ¨®mico, ahora provocado por el turismo. El a?o pasado vinieron a Islandia dos millones de turistas y la gente hace mucho dinero con ellos
Tambi¨¦n es una sociedad muy avanzada y con altos ¨ªndices de bienestar, pero azotada por la crisis de 2007. ?Qu¨¦ han aprendido? ¡°La avaricia no ha desaparecido. Estamos de nuevo en un boom econ¨®mico, ahora provocado por el turismo. El a?o pasado vinieron a Islandia dos millones de turistas y la gente hace mucho dinero con ellos. Aunque todo est¨¢ mucho m¨¢s controlado, seguimos en peligro de crear otra burbuja¡±, asegura.
Betty se escribi¨® en 2003, en medio de la bonanza que termin¨® en cat¨¢strofe econ¨®mica y catarsis social, pero tambi¨¦n en pleno ¨¦xito de los libros de Erlendur Sveinsson, ese polic¨ªa triste y solitario, ese personaje en b¨²squeda eterna del que se llegaron a publicar primeras tiradas de 30.000 ejemplares en un pa¨ªs de poco m¨¢s de 300.000 habitantes. ?Por qu¨¦ ese cambio? ¡°Me fui al lado opuesto del noir n¨®rdico, que era lo que hab¨ªa hecho hasta ahora. Era un experimento y fue muy divertido. Quer¨ªa jugar con los lectores, llevarlos por donde no hay que ir aunque ellos crean que s¨ª, que sufrieran la misma indefensi¨®n que el personaje protagonista¡±, afirma con una risa bonachona.
La novela habla de la ambici¨®n de una mujer, del poder de una clase empresarial, de los oscuros hilos que lo mueven todo, s¨ª, tambi¨¦n all¨ª. Pero el pa¨ªs tiene otros problemas, sobre todo una violencia machista acuciante y con un sistema legal que no protege a la v¨ªctima. ¡°No estoy seguro de que la situaci¨®n de indefensi¨®n haya mejorado¡±, afirma Indridason, que muestra en Betty la injusticia de un sistema hecho por y para los hombres.
El padre de Erlendur, el primer detective moderno de Islandia, abandon¨® al personaje en 2011 (en Espa?a quedan cuatro novelas por publicar, el resto est¨¢n en RBA) y no est¨¢ seguro de que vaya a volver a relatar las desventuras de ese polic¨ªa profesional y obsesivo, de ese tipo marcado por la desaparici¨®n de su hermano cuando eran peque?os. ¡°Las desapariciones son todav¨ªa un problema grave. Vivimos en un terreno a veces inh¨®spito, nada sencillo¡±, cuenta el autor de Hipotermia. ¡°Me interesa sobre todo el sufrimiento de los que quedan vivos, de los que pierden a alguien para siempre¡±, remata, sonriente, t¨ªmido, antes de mostrar, emocionado, su entrada del s¨¢bado con el Bar?a- Athletic.
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