¡°El arte argentino est¨¢ al nivel de la m¨²sica o la literatura¡±
Pablo Avelluto, ministro de Cultura argentino, presenta en Madrid la programaci¨®n de su pa¨ªs en ARCO, donde ejerce de pa¨ªs invitado
"?Es Argentina un pa¨ªs contempor¨¢neo?". La pregunta asalta a Pablo Avelluto (Buenos Aires, 1966) por el doble flanco de la pol¨ªtica y el arte. El ministro de Cultura argentino ejerci¨® ayer de embajador del arte de su pa¨ªs en Casa Am¨¦rica, donde present¨® el programa para ARCO, la feria de arte de la que Argentina ser¨¢ el pa¨ªs invitado esta edici¨®n. Avelluto, que reniega de la idea de desembarco (¡°nosotros aqu¨ª nos sentimos como en casa¡±), aboga por olvidar las nostalgias de su pa¨ªs: ¡°Fuimos vistos por lo que fuimos, y por lo que pudimos ser y no fuimos. Hoy, tenemos que mirar a nuestro presente¡±. Sin embargo, como no pod¨ªa ser de otro modo, Borges se le cuela en su discurso con frecuencia.
Pregunta. ?Qu¨¦ significa para Argentina ser el pa¨ªs invitado de Arco?
Respuesta. Es una oportunidad que nos tomamos muy en serio. Desde que Carlos Urroz (Director de la feria) nos lo propuso, lo vimos literalmente como una plataforma, un sitio al que subirse para ganar visibilidad, para que toda Europa vea nuestro arte.
P. ?C¨®mo ve la situaci¨®n del arte contempor¨¢neo argentino?
R. Es una escena intensa, diversa, y mucho mayor de lo que a veces se percibe desde fuera. Uno ve, sobre todo desde aqu¨ª desde Europa, a veces un emergente al que de pronto lo toma una galer¨ªa, o llega a alguna sala o museo, pero poco m¨¢s. Cuando uno va acercando el zoom y ve m¨¢s en detalle, empieza a ver que hay mucha m¨¢s diversidad, muchos m¨¢s nombres que aparecen. Una historia a veces de olvidos que merecen ser rescatados, una historia que es revisitada en algunos casos por primera vez. Dar cuenta de eso fue el desaf¨ªo al encarar ARCO. La Argentina es una escena intensa, con sus propias particularidades.
America Latina tiene una oportunidad de generar sus propios centros de atracci¨®n cultural
Por otro lado, hay una idea que nosotros quisimos provocar, y que tiene que ver con, de alg¨²n modo, desvelar un secreto. Un secreto guardado al otro lado del mar. Algunos aqu¨ª en Espa?a est¨¢n iniciados en ese secreto, pero queremos transmitir a todos esa idea de espiar por la mirilla, fomentar la curiosidad, una forma de decir ¡°ven a ver m¨¢s, ven a ver todo lo que queda all¨ª¡±.
P. Al contrario que otras manifestaciones art¨ªsticas como pueden ser la literatura o la m¨²sica argentinas, reconocidas a nivel mundial, no pasa lo mismo con el arte. ?Lo ve injusto? ?Qu¨¦ pueden hacer para que el arte argentino est¨¦ al nivel, o por lo menos tenga la visibilidad de, por ejemplo, el mexicano o el brasile?o?
R. Ese era uno de los desaf¨ªos de la invitaci¨®n. No puedo determinar si es justo o no precisamente porque ha tenido mucha menos visibilidad. En a?os pasados, en muestras que se vienen realizando aqu¨ª en Espa?a, ese llamado de atenci¨®n estuvo. Tal vez no con la visibilidad que merece, pero lo cierto es que nuestro arte est¨¢ a la altura de otras manifestaciones de nuestro presente est¨¦tico o cultural como la m¨²sica, la literatura, el cine¡ Lo pendiente, como ha sucedido en M¨¦xico o Colombia, era mostrarlo. Otros se encargar¨¢n de valorarlo, pero mi pensamiento es que sin duda est¨¢ a esa altura. Adem¨¢s, con unas caracter¨ªsticas y especificidades que lo hacen ¨²nico.
P. ?Cu¨¢les son esas cualidades espec¨ªficas que tiene el arte argentino?
R. La presencia de lo irreverente, del desaf¨ªo, de cierta vocaci¨®n de llamar la atenci¨®n. Rigor por un lado, pero visi¨®n irreverente siempre. Otro punto ser¨ªa una diversidad suprema. Tambi¨¦n, la constancia en relaci¨®n con la presencia de los cuerpos, a veces relacionada con la sexualidad, otras con la pol¨ªtica. Otro rasgo es la intensidad, el arte de mi pa¨ªs siempre busca sacudir, conmover. Y se me ocurre que el concepto difuso de frontera est¨¢ tambi¨¦n muy presente. Digo difuso porque, como dijo Borges, ser argentino es ser universal.
P. A nivel institucional, ?esta presencia mejora las relaciones entre Argentina y Espa?a? El presidente Macri vendr¨¢ a acompa?ar al Rey en la inauguraci¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 22.
R. En el arte, esas relaciones siempre se han mantenido. Pero es cierto que en el ¨¢mbito pol¨ªtico, de las relaciones institucionales, hab¨ªamos estado un poco m¨¢s aislados. Por eso vimos en esta invitaci¨®n una oportunidad para recomponer los v¨ªnculos. Tanto con el programa de ARCO, como sus actividades paralelas, o los programas de residencia de artistas argentinos en Madrid que impulsamos, buscan fortalecer ese lazo. En el mundo del arte hemos sentido una sensaci¨®n de bienvenida incre¨ªble, un ¡°os est¨¢bamos esperando¡±. Era una pena que los Estados no estuvieran encontrando m¨¢s puentes para cooperar, cuando el beneficio es para los artistas argentinos, para los madrile?os, y los espectadores a ambos lados del atl¨¢ntico.
"En Argentina, los lugares comunes se est¨¢n poniendo en cuesti¨®n"
P. Hablando de relaciones internacionales, ?Cree que las pol¨ªticas antiinmigratorias de Donald Trump pueden hacer menos atractiva la ciudad de Nueva York como escaparate para artistas latinoamericanos, y potenciar as¨ª otros n¨²cleos art¨ªsticos en el continente?
R. Bueno, est¨¢ claro que Nueva York es una metr¨®poli, que es, como dec¨ªa John Lennon, la Roma de nuestro tiempo, y que sigue siendo, y seguir¨¢ siendo, una de las mecas de consagraci¨®n para muchos artistas. Dicho esto, por otro lado creo que claramente Am¨¦rica Latina tiene una oportunidad de generar sus propios centros de atracci¨®n. La ¨²ltima vez que Am¨¦rica Latina estuvo de moda tuvo que ver con los procesos pol¨ªticos de la d¨¦cada de los 60. Ha llovido desde entonces. Aquello ten¨ªa que ver con las utop¨ªas de transformaci¨®n pol¨ªtica, las revoluciones¡ hoy las condiciones son completamente distintas, pero sumamente propicias para desviar la mirada de la producci¨®n norteamericana, huir de ese cierto academicismo. Eso es un gran reclamo como manifestaci¨®n contempor¨¢nea. O sea, podemos seguir con la nostalgia de los 60 otros 50 a?os, y podemos seguir esperando que resuciten Garc¨ªa M¨¢rquez y Cort¨¢zar, pero no va a suceder. Por eso importa enamorarnos de la producci¨®n contempor¨¢nea, de lo que est¨¢ sucediendo aqu¨ª y ahora.
P. Hay que olvidar los efervescentes 60.
R. Yo es algo que por momentos, de verdad, he vivido como opresivo. No es que no fuera un gran momento, lo fue en todo el mundo y en Argentina tambi¨¦n: el (Instituto) Di Tela, las vanguardias¡ pero podemos caer atrapados en esa nostalgia. Hoy Argentina es un pa¨ªs donde los lugares comunes se est¨¢n empezando a ponerse en cuesti¨®n. Y creo que tenemos el derecho, mejor, la obligaci¨®n, de promover el presente. De estar enamorados de ¨¦l.
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