¡°La autenticidad me parece el santo grial de la mala literatura¡±

¡°?Divertida?¡±. Enrique Vila-Matas se queda callado unos instantes. Parece que no lo esperaba. De sus libros se dice que son vanguardistas, conceptuales, renovadores, ensay¨ªsticos, y tambi¨¦n se elogia el sentido del humor, la iron¨ªa que los atraviesa. Pero tal vez le pill¨® por sorpresa ese calificativo para su ¨²ltima novela, Mac y su contratiempo (Seix Barral), que ayer present¨® a los medios de comunicaci¨®n en Madrid. O tal vez no, porque no es f¨¢cil interpretar las facciones del rostro de este autor catal¨¢n, de 68 a?os, a quien su amigo, el tambi¨¦n escritor Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, compara con Buster Keaton por su ¡°humorismo imp¨¢vido¡±.

Amable y sol¨ªcito, Vila-Matas responde al final: ¡°Creo que es divertida en el buen sentido. Sin humor una novela nunca puede ser inteligente, aunque sea tr¨¢gica. En todo caso, es un humor involuntario, natural. Cuando hablo en p¨²blico cuento cosas que a veces provocan sonrisas, sin que me altere. Lo cuento de una manera infinitamente seria. Creo que ese humor del libro procede de la iron¨ªa¡±.

Y del juego literario y metaliterario que plantea en la treintena de libros que ha publicado, mezcla de ficci¨®n y realidad, de ensayo y novela. ¡°Casi no hay nada de lo que hago en la vida que no lo tome como un juego, con todas las posibilidades que tiene eso de actuar, de fingir o de moverse¡±, comenta el autor, que ha convertido a un tipo sesent¨®n de barrio, voraz lector, que acaba de perder su trabajo, en el protagonista de su ¨²ltima novela.

Se llama Mac, as¨ª le han puesto de nombre sus padres como homenaje al camarero de la pel¨ªcula Pasi¨®n de los fuertes, de John Ford, al que le preguntan si alguna vez ha estado enamorado y responde que no, que toda la vida ha sido camarero. Lo explica el protagonista del libro a trav¨¦s de sus anotaciones en su diario que es, adem¨¢s, Mac y su contratiempo.

El bucle de la vida

Vila-Matas ampl¨ªa las explicaciones: ¡°En las primeras l¨ªneas ya hay un juego perequiano [de Georges Perec], porque el protagonista quiere producir el efecto de una novela p¨®stuma incompleta, para apuntarse a la moda de estas novelas. Al mismo tiempo, Mac lucha por que la novela no invada su diario de debutante. Es tambi¨¦n un ensayo sobre la repetici¨®n y la diferencia, como dec¨ªa Gilles Deleuze, y tambi¨¦n es un libro de cuentos. Este trasvase de g¨¦neros es bastante sencillo. La cuesti¨®n es que sea cuatro cosas al mismo tiempo. Vengo de una trayectoria en la que he manejado mucho esos trasvases¡±.

La repetici¨®n es una constante a lo largo del libro, de la literatura, de la vida en general. ¡°Se repite todo¡±, sostiene el escritor y colaborador de EL PA?S. ¡°Todos sabemos que estamos en un bucle continuo. En el cap¨ªtulo tercero, aparece el fil¨®sofo S?ren Kierkegaard y su comentario sobre la repetici¨®n. El recuerdo y la repetici¨®n son un mismo movimiento, pero mientras el recuerdo nos conduce hacia atr¨¢s, la repetici¨®n va hacia adelante, avanza. Recuerdo tambi¨¦n una frase de Nabokov que con este libro he cre¨ªdo entender: la recuperaci¨®n del pasado equivale a la muerte. Toda la historia de la literatura es modificar los textos ya escritos y esto es lo que intento explicar en el libro¡±.

?Ya no hay que buscar la originalidad y la autenticidad? ¡°Creo que mi novela se parece poco a lo que se produce en este pa¨ªs. Aunque tambi¨¦n creo que original no hay nada. Y la autenticidad me parece el santo grial de la mala literatura¡±, afirma el escritor.

Un momento especialmente divertido del libro, repleto de reflexiones sobre la escritura y los escritores, se produce cuando el protagonista, metido a autor, piensa en tomar apuntes de la ri?a que est¨¢ teniendo con su esposa. ¡°Eso de tomar notas de las discusiones con la mujer es muy propio de escritores. La mujer solo tiene la vida. El escritor tiene la vida y la escritura. Y la escritura le permite ver con distanciamiento lo que se est¨¢ discutiendo¡±, comenta Vila-Mata, con un leve gesto que refuerza la iron¨ªa.