Muere a los 89 a?os Dick Bruna, el padre de Miffy, la conejita de los cuentos infantiles
El dibujante vendi¨® m¨¢s de 85 millones de libros en 40 lenguas con un dibujo minimalista
Fallecido la noche del jueves a los 89 a?os, el dibujante holand¨¦s Dick Bruna sigui¨® dando vida a Miffy (Nijntje, en los Pa¨ªses Bajos) su personaje de cabecera, pr¨¢cticamente hasta el final. De trazo minimalista, color blanco y gran cabeza, la conejita surgi¨® en 1955 como un divertimento para su hijo, Sierk, y acab¨® vendiendo m¨¢s de 85 millones de libros en 40 lenguas, espa?ol entre ellas. Bromista y con un cuidado bigote que le daba un aspecto intemporal, Bruna se rebautiz¨® como el abuelo de Miffy cuando cumpli¨® 80 a?os. Con m¨¢s de 200 t¨ªtulos, un museo en Utrecht, su ciudad natal, adem¨¢s de esculturas y plazas p¨²blicas a nombre de su criatura, ¨¦l figuraba siempre en la lista de los holandeses m¨¢s famosos.
En neerland¨¦s, konijntje es el diminutivo de conejo, y Bruna lo adapt¨® como nombre propio. Dif¨ªcil de pronunciar, Miffy acab¨® imponi¨¦ndose en la mayor¨ªa de las traducciones. Peque?a, p¨ªcara, aventurera y buenaza, lleva la voz cantante en los juegos con sus amigos: en especial, un oso, un cerdo, un perro, un koala y otras tres conejitas. El mundo de los adultos lo ocupan los padres, abuelos y unos t¨ªos. Es una conejita porque Bruna quer¨ªa ponerle vestidos y estampados en un universo esquem¨¢tico dominado por los colores primarios, adem¨¢s de naranjas y verdes. Con dos peque?os puntos como ojos y una boca siempre en aspa, consigui¨® que tuviera expresi¨®n. Vive momentos reconocibles a esa edad: va a fiestas de cumplea?os, juega en corro, acude a la escuela, le cae un chaparr¨®n cuando pasea por el parque, visita a su amigo, el oso Boris, que se ha roto una pata¡ Entre 4 y 6 a?os, Miffy es el concentrado de las esencias infantiles, y cobr¨® vida cuando Bruna invent¨® para su hijo historias sobre un conejo aut¨¦ntico, que merodeaba por su chal¨¦ de veraneo.
Peque?os y cuadrados, sus libros tienen los dibujos a la derecha y el texto, rimado, a la izquierda. Tambi¨¦n hay pesta?as, solapas y distintas texturas, para estimular al peque?o lector. Con el tiempo aparecieron otros formatos, porque el dibujante se consideraba un dise?ador gr¨¢fico y heredero de los experimentos crom¨¢ticos del pinto galo Matisse, que admir¨® durante una estancia de juventud en Par¨ªs. Hijo de un conocido editor holand¨¦s, a su regreso de Francia, estudi¨® en la Academia de Bellas Artes de ?msterdam y trabaj¨® en la firma familiar. Antes de que Miffy despegara, ilustr¨® tapas de libros polic¨ªacos del escritor holand¨¦s Havank, pseud¨®nimo de Hendrikus van der Kallen. Tambi¨¦n son suyas varias cubiertas de James Bond, para el brit¨¢nico Ian Fleming, y del comisario Maigret, para el belga George Simenon.
Aparte de Van Gogh y Rembrandt, entre sus pintores de cabecera figuraba Mondrian. Y aunque hay c¨ªrculos y figuraci¨®n en el mundo de Miffy y los suyos, el legado geom¨¦trico del movimiento De Stijl, que cumple ahora cien a?os, es evidente en la obra de Bruna. A pesar de su avanzada edad, sol¨ªa dibujar desde temprano siete d¨ªas a la semana. En 2011 apareci¨® el ¨²ltimo cuento, pero segu¨ªa dej¨¢ndole peque?os apuntes a su esposa, Irene. El autor se consideraba m¨¢s cercano al oso Boris, algo torp¨®n, que a Miffy, pero para los que crean en la predestinaci¨®n, el museo de Utrecht recuerda que ¡°seg¨²n aseguran en China, Dick Bruna naci¨® el a?o del conejo¡±.
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