Me acuerdo
Volver a 'Me acuerdo', de Georges Perec significa quedar de nuevo magnetizados por las letan¨ªas que recorren el libro
Volver a Me acuerdo, de Georges Perec ¨Cahora en la traducci¨®n de Mercedes Cebri¨¢n¨C, significa quedar de nuevo magnetizados por las letan¨ªas que recorren el libro y volver a tener el impulso de continuar el experimento y animarnos a elaborar una versi¨®n personal del mismo. Me acuerdo de que, publicado en 1978, Me acuerdo surgi¨® de I Remember, de Joe Brainard, el libro de 1970 que Harry Mathews le regal¨® a Perec con un gesto similar al de Alvaro Mutis cuando obsequi¨® con Pedro P¨¢ramo al joven Garc¨ªa M¨¢rquez dici¨¦ndole: ¡°?Lea esa vaina, carajo, para que aprenda!¡±.
Ya en el momento mismo de su aparici¨®n, se vio que I Remember y Me acuerdo eran dos obras inclasificables cuyos lectores s¨®lo pod¨ªan encontrarse en el futuro, como as¨ª hemos podido constatar nosotros los habitantes de aquel futuro. Al principio, a esos libros inclasificables se les llam¨® ¡°artefactos literarios¡±, aunque con el tiempo se han quedado meramente en libros, dir¨ªa m¨¢s: en libros esenciales del siglo pasado.
Una secreta fracci¨®n del mundo, tirando a ilocalizable porque se halla fuera de las redes sociales, se dedica a parafrasear a Brainard y Perec en la m¨¢s estricta clandestinidad de la vida real. Su modo de actuar confirma que efectivamente no se equivocaron quienes previeron que aquellos ¡°artefactos literarios¡± iban a proyectarse hacia el futuro. No tengo gran informaci¨®n, pero s¨¦ que una v¨ªa subterr¨¢nea de catacumba le discute a la literatura oficial (y al sector de la Red que contradice a ¨¦sta sin gracia) sus rancias ideas sobre la literatura que vendr¨¢.
He descendido a esos subsuelos y he visto que en horarios imprevisibles escriben un texto que vendr¨ªa a ser una mutaci¨®n fractal de las obras de Brainard y Perec: un gigantesco libro en forma de letan¨ªas que en realidad son enmiendas que, pensadas para lectores del futuro, cuestionan los t¨®picos literarios m¨¢s venerados. Ponen en entredicho, por ejemplo, la m¨¢s celebrada frase de Kafka: ¡°Un libro tiene que ser un hacha que rompa el mar de hielo que llevamos dentro¡± y dicen que cuesta ver a un libro como si fuera un hacha y que, adem¨¢s, uno siempre preferir¨ªa ahorrarse los sobresaltos. Y se r¨ªen de Chejov y del absurdo universal de que hayan sido tan celebradas sus palabras sobre un manoseado clavo: ¡°Si aparece uno al comienzo de un cuento, el personaje tiene que acabar colg¨¢ndose de ¨¦l¡±. Ponen a caldo al escribiente Bartleby y sus mojigatas galletas de jengibre. Y no tienen ni piedad del venerado Wakefield, personaje de un cuento de Hawthorne y figura incuestionable cuando en realidad ¨Copinan ellos¨C no es m¨¢s que una versi¨®n m¨¢s de la Odisea, o del marido que sale a comprar cigarrillos y no regresa en veinte a?os.
Me acuerdo de de lo que vi en esa inmersi¨®n en su mundo. De una frase, por ejemplo, estilo Brainard (en la que parafrasean a Perec), que da cierta idea del camino oblicuo por el que transita su trabajo de erosi¨®n de lo establecido: ¡°Me acuerdo de Lumumba y del hula hoop, del coronel Townsend y los escubidus, y de la canci¨®n Moustaph¨¢ de Bob Azzam, pero no s¨¦ qu¨¦ har¨¦ el resto del d¨ªa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.