La pel¨ªcula animada m¨¢s triste de todos los tiempos
El director suizo Claude Barras presenta la emocionante 'La vida de Calabac¨ªn', candidata al Oscar al mejor largometraje de animaci¨®n, una joya del 'stop motion' sobre un ni?o hu¨¦rfano
El cine animado es capaz de sostener lo m¨¢s ligero y lo m¨¢s complejo, lo m¨¢s luminoso y lo m¨¢s dram¨¢tico. O, incluso, lo m¨¢s parad¨®jico, como La vida de Calabac¨ªn, primer largometraje del suizo Claude Barras que adapta el libro hom¨®nimo de Gilles Paris, publicado en 2001 y ya adaptado en una producci¨®n televisiva de imagen real ¡ªC¡¯est mieux la vie quand un est grand (2008)¡ª. El Calabac¨ªn del t¨ªtulo es un ni?o de nueve a?os que, tras la muerte accidental de su madre, va a parar a un hogar de acogida donde convivir¨¢ con otras v¨ªctimas de malos tratos y abusos. La vida de Calabac¨ªn, que opta este domingo al Oscar al mejor filme de animaci¨®n, podr¨ªa pelearse con La tumba de las luci¨¦rnagas (1988) de Isao Takahata por el t¨ªtulo de la pel¨ªcula animada m¨¢s triste de todos los tiempos, si no fuera porque en ella habita la paradoja: Barras no aten¨²a el dolor, ni la dureza de las situaciones, pero lo que acaba prevaleciendo es luminoso. Los ni?os perdidos de Barras son tenaces luchadores al servicio de una misi¨®n: que la tragedia vivida ni les defina, ni condicione su futuro.
¡°Hice un primer corto en colaboraci¨®n con C¨¦dric Louis titulado Banquise (2005) que hablaba de una chica con problemas de obesidad que sufr¨ªa por el modo en que la gente la trataba. Fue Louis quien, pocos meses despu¨¦s de terminarlo, me habl¨® del libro de Gilles Paris y me dijo que ser¨ªa muy buena idea adaptarlo¡±, recuerda el director, detallando la g¨¦nesis del proyecto, ¡°C¨¦dric y yo colaboramos en otros cortos y, entretanto, segu¨ªamos escribiendo conjuntamente el gui¨®n hasta que le surgi¨® la posibilidad de trabajar como director de documentales para la televisi¨®n suiza y lo dej¨® todo en mis manos. Tard¨¦ seis a?os en encontrar productor y hacer la pel¨ªcula me ha costado otros cuatro¡±. En el camino result¨® esencial la colaboraci¨®n en el gui¨®n de C¨¦line Sciamma, directora Tomboy (2011) y Girlhood (2014), poseedora de una sensibilidad a prueba de bombas para ahondar en las ambig¨¹edades de la infancia y la adolescencia: ¡°Lo que desconoc¨ªa por completo es que llevaba tiempo interesada en participar en un proyecto de animaci¨®n. Me ayud¨® a simplificar lo que llevaba hecho hasta entonces. Me sugiri¨® optar por una l¨ªnea mucho m¨¢s clara y cristalina. No obstante, tuvimos que acostumbrarnos el uno al otro: al tratarse de una pel¨ªcula animada, ella quer¨ªa dejar volar la fantas¨ªa, mientras que mi empe?o era lograr algo extremadamente realista¡±.
Con su tema dram¨¢tico y su dise?o de personajes reminiscente de un dibujo infantil con l¨¢pices de colores, la pel¨ªcula logra un tono ¨²nico que, seg¨²n Barras, es una simple cuesti¨®n de punto de vista: ¡°Calabac¨ªn es el narrador. Hay un claro contraste entre su mirada inocente y todo lo que le rodea. Cuando un adulto contempla la pel¨ªcula, proyecta su conocimiento del mundo sobre esas palabras tan ingenuas. Ese choque de perspectivas desvela todo el fondo de nostalgia, tristeza, pero tambi¨¦n de comicidad que subyace en ellas. Busc¨¢bamos dise?os que fueran tan simples y eficaces como los emoticonos. Me gusta la pureza de los emoticonos. Nuestro reto era convocar emociones complejas a trav¨¦s de una expresi¨®n minimalista¡±.
Barras, que considera al checo Jiri Trnka como su maestro pero reconoce estar tambi¨¦n en deuda con el cine social de Ken Loach o los Dardenne, ha desarrollado una singular t¨¦cnica de animaci¨®n, apoyada sobre mu?ecos con cabeza de im¨¢n sobre los que se pueden colocar las peque?as piezas ¡ªbocas, ojos, cejas¡ª que dar¨¢n vida a sus expresiones: ¡°Los animadores pod¨ªan trabajar sobre el mu?eco con sus propias manos. Muchos de mis animadores han trabajado previamente en el estudio Laika ¡ªresponsable de Los mundos de Coraline (2009) y Kubo y las dos cuerdas m¨¢gicas (2016)¡ª, donde se manejan mu?ecos tan fr¨¢giles y delicados que sus expresiones tienen que ser movidas con pinzas. Para ellos fue una liberaci¨®n. Si en Laika ten¨ªan que animar contra el mu?eco, aqu¨ª pod¨ªan animar con el mu?eco¡±. Vaiana, Zootr¨®p¨°lis, La tortuga roja y Kubo y las dos cuerdas m¨¢gicas competir¨¢n con La vida de Calabac¨ªn por el Oscar a la mejor pel¨ªcula de animaci¨®n en una edici¨®n que en esa categor¨ªa levanta acta de la f¨¦rtil diversidad de registros de la especialidad.
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