De viaje con el mito Foster Wallace
David Lipsky pas¨® cinco d¨ªas con el autor de 'La broma infinita'. Se publica el libro que los narra y que inspir¨® el filme 'The End of the Tour'
John Barth sol¨ªa hablar de las figuras que ten¨ªan el poder de liberarse del lector saltando del plano de la ficci¨®n al de la vida. Hamlet, don Quijote, Simbad el Marino se mueven en una ¨®rbita m¨¢s propia de la oralidad que del mundo de los signos. Figuras as¨ª son m¨¢s que personajes mitos, y como tales nos ayudan a entender lo que somos. La cuesti¨®n resulta m¨¢s intrigante cuando quien alcanza la condici¨®n de mito es el autor mismo. Uno de los ejemplos m¨¢s significativos de las ¨²ltimas d¨¦cadas es el de David Foster Wallace (1962-2008), cuya capacidad de seducci¨®n parece inagotable. La ra¨ªz de la fascinaci¨®n que despierta fue la tr¨¢gica historia de su suicidio, que tuvo lugar cuando el autor contaba 46 a?os y estaba en plena posesi¨®n de su talento. Doce a?os antes, en 1996, Wallace hab¨ªa publicado La broma infinita, novela de proverbial dificultad cuya influencia sobre millones de lectores de todo el mundo no ha dejado nunca de crecer. El fen¨®meno empez¨® muy pronto. Corr¨ªa el mes de febrero de 1996 y la novela ten¨ªa apenas unas semanas de vida cuando los medios m¨¢s influyentes de Estados Unidos (Time, Newsweek) se hicieron eco de la aparici¨®n del extra?o artefacto concebido por un ¡°genio¡± de 33 a?os. El libro de Wallace era denso, dif¨ªcil, a tramos cruel, escabroso o c¨®mico y, por encima de todo, de una audacia apabullante. As¨ª las cosas, el redactor jefe de Rolling Stone decidi¨® encargarle a David Lipsky (Nueva York, 1965) que acompa?ara a la reci¨¦n nacida celebridad durante los ¨²ltimos cinco d¨ªas de la espectacular gira promocional del libro.
Lipsky accede a la solicitud de mantener una conversaci¨®n con EL PA?S acerca de lo que pas¨® entonces citando al periodista en un diner del Alto Manhattan. Antes de empezar, advierte que lo que pueda decir quiz¨¢ no sea del todo coherente, porque no ha dormido en toda la noche, que ha pasado revisando el manuscrito de su libro m¨¢s reciente. ¡°El legado mayor de Foster Wallace¡±, se arranca por fin a decir, dando cuenta de un cucurucho de patatas fritas, ¡°es que cambi¨® para siempre el lenguaje del periodismo¡±. ?No el de la novela? Silencio. La pregunta parece cogerle con el paso cambiado. ¡°?En qu¨¦? ?De qu¨¦ manera cambia La broma infinita el curso de la novela contempor¨¢nea?¡±, replica al tiempo que contesta a gran velocidad un mensaje que le acaba de llegar. El gesto se repetir¨¢ varias veces a lo largo de la conversaci¨®n sin que ello le haga perder el hilo de sus palabras. ¡°Si hablamos de prosa, en general, de no ficci¨®n, estoy de acuerdo. Sus grandes reportajes cambiaron el lenguaje del periodismo. Como novelista, en realidad era bastante convencional. La segunda parte de La broma infinita es un libro sorprendentemente lineal, ?no cree?¡±.
¡°Sus grandes reportajes cambiaron para siempre el lenguaje del periodismo. Como novelista, era bastante convencional¡±, dice Lipsky
Cambio de tercio. El motivo del encuentro no es la novela de Foster Wallace, sino el libro que escribi¨® Lipsky sobre los cinco d¨ªas que pas¨® en compa?¨ªa del autor hace m¨¢s de 20 a?os. Aunque por supuesto terminas siendo t¨² mismo. Un viaje con David Foster Wallace obedece a la intenci¨®n de responder a una ¨²nica pregunta: ?c¨®mo era David Foster Wallace como persona? La historia de la gestaci¨®n del libro, publicado originalmente en 2010 y recuperado ahora para el lector en espa?ol por la editorial P¨¢lido Fuego, es bastante singular. Durante los cinco d¨ªas a lo largo de los cuales convivi¨® con Foster Wallace, el periodista de Rolling Stone tuvo ocasi¨®n de interrogar a fondo al autor acerca de toda suerte de asuntos, algunos de ¨ªndole bastante personal. ¡°Inevitablemente, todo remite al momento en que David se quita la vida. Cuando alguien de semejante relieve se suicida, la gente lee sus obras con la esperanza de dar con la clave de su aciago gesto¡±.
A Foster Wallace no le gustaban las entrevistas, aunque concedi¨® bastantes a lo largo de su vida. Debemos a P¨¢lido Fuego la publicaci¨®n de una excelente recopilaci¨®n de entrevistas en las que, como aqu¨ª, se escucha la voz m¨¢s aut¨¦ntica del escritor. Lo ir¨®nico del reportaje que Rolling Stone encarg¨® originariamente a Lipsky es que nunca lleg¨® a publicarse. Al editor le pareci¨® que una historia centrada en una novela tan oscura, en todos los sentidos, carec¨ªa de glamour. El suicidio del autor cambi¨® las cosas. Lipsky public¨® entonces una semblanza de Wallace que obtuvo un importante premio de periodismo. Considerablemente modificado, el texto aparece aqu¨ª a modo de singular ep¨ªlogo (figura al principio, no al final del libro). Lipsky contextualiza la transcripci¨®n de las entrevistas en breves apuntes recogidos entre corchetes en los que incorpora los testimonios de los seres m¨¢s allegados al escritor, como sus padres, su hermana, su amigo el escritor Mark Costello, o el novelista Jonathan Franzen. Inteligentemente editado y estructurado, Aunque por supuesto terminas siendo t¨² mismo es un documento de gran valor. Recogido en bruto, el material, heterog¨¦neo y desi?gual, refleja de manera misteriosa las cualidades de la prosa luminiscente de Foster Wallace, una de cuyas virtudes mayores era su capacidad para reproducir la simultaneidad efervescente e infinitamente m¨²ltiple del pensamiento. El libro, que fue un best seller cuando apareci¨®, nos permite acceder al ser humano.
Al mito le lleg¨® el turno cinco a?os despu¨¦s, cuando James Ponsoldt llev¨® el libro a la pantalla en un sobrio ejercicio de cinematograf¨ªa (The End of the Tour, 2015). The New Yorker, que tantas veces se hab¨ªa hecho eco de los flecos literarios del mito, se volc¨® entonces en el filme, elogiando el trabajo de Jason Segel, el actor que logr¨® encarnar con dignidad a Foster Wallace. Por lo que al trabajo de Lipsky se refiere, aunque sin duda acrecienta el mito, estamos ante algo que es mucho m¨¢s que un mero adorno hagiogr¨¢fico.
Aunque por supuesto terminas siendo t¨² mismo. Un viaje con David Foster Wallace. David Lipsky. Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis Amores. P¨¢lido Fuego, 2017. 398 p¨¢ginas. 23,90 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.