Por qu¨¦ antes odiaba ¡®Girls¡¯ y ahora no quiero que acabe
Esta semana, en el mundo 'seri¨¦filo' no se habla de otra cosa que el cap¨ªtulo de 'Girls'. Y seguir¨¢ dando que hablar
Empiezo con una confesi¨®n personal: no termin¨¦ ninguna de la dos primeras temporadas de Girls. No lograba conectar con el mundo de Lena Dunham ni el de Hannah y compa?¨ªa. No soportaba los personajes, las tramas me daban igual, me resist¨ªa a pensar que la revoluci¨®n televisiva tuviera que pasar por ver a Dunham desnuda cada semana en HBO. Pero lo bueno de ser persistente y cabezota es que a veces llega un momento en que te caes del caballo y descubres que estabas equivocada. Ahora estoy enganchada a Girls. O, al menos, he logrado reconocer unos m¨¦ritos que antes no ve¨ªa.
Girls est¨¢ a punto de terminar. Y tiene que terminar. Porque la historia de crecimiento personal que contaba est¨¢ llegando a su fin. Hannah, Marnie, Jessa y Shoshana han madurado ¡ªmuy a su pesar¡ª y, con ellas, la serie tambi¨¦n lo ha hecho. Hannah ha logrado hacer o¨ªr su "voz de una generaci¨®n" igual que su creadora e int¨¦rprete lo ha hecho, una generaci¨®n que sigue perdida pero a la que el paso de los a?os le obliga a encontrar su camino, aunque sea a base de golpes.
Tras una brillante quinta temporada, la sexta y ¨²ltima entrega ha arrancado muy en alto con cap¨ªtulos que bucean en el amor, la b¨²squeda de la propia identidad, la amistad o temas muy serios y conflictivos como el del tercer episodio, con una de las escenas m¨¢s perturbadoras de una serie en la que ya hab¨ªamos visto casi de todo. Porque el tema que toca se ha tratado pocas veces de forma tan abierta en televisi¨®n y, sobre todo, de forma tan visual y tan clara. Puede que Girls haya madurado, pero eso no quiere decir que haya perdido la capacidad de provocar y de generar conversaci¨®n. Esta semana, en el mundo seri¨¦filo no se habla de otra cosa que el cap¨ªtulo de Girls. Y seguir¨¢ dando que hablar.?
Sus protagonistas siguen siendo tan egoc¨¦ntricas como siempre. Sus mundos son mucho m¨¢s peque?os de lo que creen. Pero la serie ha hablado de temas necesarios y lo ha hecho a trav¨¦s de personajes imperfectos, como son las personas de verdad. Quiz¨¢ decir que es la voz de una generaci¨®n es mucho decir. Pero s¨ª ha sido una serie con una personalidad abrumadora, que no habla a todo el mundo, y una serie que ha ido ganando en profundidad y solidez con el paso del tiempo.
En cuanto a quien escribe estas l¨ªneas, tras las dos primeras temporadas, s¨ª termin¨¦ el resto de entregas y fui descubriendo un universo lleno de personajes a los que abofetear¨ªa y no soportar¨ªa en la vida real pero a los que tambi¨¦n podr¨ªa llegar a querer, como Ray o Shoshana (sigo sin aguantar a Hannah, no hay remedio). Incluso ha habido momentos en los que me he enamorado de la serie, quiz¨¢ por influjo de una banda sonora sobresaliente. Y, es m¨¢s, ahora s¨¦ que llorar¨¦ con el final. Maldita Lena Dunham...
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