Muere Alberto Zedda, director de orquesta y gran experto en Rossini
El maestro italiano, que segu¨ªa en plena actividad a sus 89 a?os, falleci¨® en P¨¦saro


El fallecimiento de Alberto Zedda (Mil¨¢n, 1928) deja hu¨¦rfano el ¡°rossinismo¡±. Nadie ha hecho tanto por el conocimiento de la obra de Gioachino Rossini, cuyas ¨®peras interpret¨® como director de orquesta, ense?¨® a varias generaciones de m¨²sicos, cantantes y directores de escena, e incluso edit¨® como music¨®logo. Con esa pasi¨®n, energ¨ªa y dinamismo tan inconfundibles como contagiosos. Pero tambi¨¦n perdemos al estudioso de profunda cultura que leg¨® una fascinante concepci¨®n del compositor de P¨¦saro como revolucionario. Como creador de una dramaturgia oper¨ªstica tan apol¨ªnea como dionis¨ªaca. De un arte que no casaba con postulados cl¨¢sicos ni rom¨¢nticos. Un antes y un despu¨¦s en el g¨¦nero. Zedda revel¨® una desconocida profundidad reflexiva tras la aparente sencillez y ligereza de la m¨²sica de Rossini. Lo hizo redescubriendo sus t¨ªtulos serios y semiserios, pero tambi¨¦n reconsiderando los c¨®micos. Lo explic¨® en innumerables cursos y conferencias. Y lo plasm¨® en abundantes art¨ªculos, pero especialmente en su monograf¨ªa de 2012 titulada Divagazione Rossiniane (traducida en 2014 por Turner), un libro a medio camino entre el testamento intelectual y las memorias que nunca quiso escribir. Falleci¨® ayer lunes precisamente en P¨¦saro, la localidad natal de Rossini, y en plena actividad a sus 89 a?os. Hab¨ªa participado en la preparaci¨®n de una producci¨®n de La Cenerentola para celebrar el bicentenario de su estreno y el 225 cumplea?os del compositor.
Zedda se form¨® en su Mil¨¢n natal como organista y director de orquesta en el Conservatorio Giuseppe Verdi. Fue recomendado por el mism¨ªsimo Carlo Maria Giulini para estudiar direcci¨®n con Antonino Votto, maestro a su vez de Claudio Abbado y Riccardo Muti. No obstante, siempre reconoci¨® que hab¨ªa aprendido mucho m¨¢s viendo ensayar a los m¨¢s grandes maestros en el Teatro alla Scala. Inici¨® esa labor en 1951 con ¨ªgor Stravinski, a quien abord¨® en la calle y con quien trab¨® cierta amistad durante la preparaci¨®n del estreno de su ¨®pera The Rake¡¯s Progress. Debut¨® en 1956 en el Teatro Nuovo de Mil¨¢n con Il barbiere di Siviglia. Al a?o siguiente venci¨® en el primer concurso de posguerra para j¨®venes directores que organiz¨® la RAI y ello le abri¨® las puertas para debutar en los Estados Unidos. Regres¨® a Italia en 1959 convencido de la necesidad de consultar los manuscritos de Rossini y rehacer las problem¨¢ticas ediciones de Riccordi. No por casualidad, ten¨ªa formaci¨®n especializada y hab¨ªa estudiado paleograf¨ªa musical en Cremona. Ese ¡°diablillo¡± que fue para Zedda la musicolog¨ªa le llevar¨ªa a enfrentarse con la editorial italiana. El resultado fue la primera edici¨®n cr¨ªtica de Rossini: Il barbiere di Siviglia que Riccordi public¨® en 1969 y Claudio Abbado utiliz¨® dos a?os despu¨¦s en su famosa grabaci¨®n para Deutsche Grammophon. Zedda continu¨® en esos a?os su carrera como director en Italia, donde recuper¨® Un giorno di regno, de Verdi, en 1963, o incluso como director sinf¨®nico dirigi¨® el estreno italiano de la Primera sinfon¨ªa, de Bruckner, y de los Kindertotenlieder, de Mahler. Tambi¨¦n fortaleci¨® una carrera internacional vinculada a la Deutsche Oper de Berl¨ªn (1961-1963), donde dirigi¨® Falstaff a Dietrich Fischer-Dieskau, pero tambi¨¦n en otros teatros europeos y norteamericanos.
Su labor con Rossini cristaliz¨® en la creaci¨®n de un festival veraniego dedicado al compositor en P¨¦saro. Se trataba de una especie de peque?o Bayreuth italiano situado a orillas del Adri¨¢tico donde tambi¨¦n se fund¨® una Accademia Rossiniana dedicada al estudio, ense?anza y revisi¨®n de sus cuarenta ¨®peras. La Fondazione Rossini permiti¨® adem¨¢s difundir esa labor a trav¨¦s de ediciones cr¨ªticas. Es lo que hoy se conoce como Rossini Renaissance. El propio Zedda prepar¨® la edici¨®n cr¨ªtica de La gazza ladra, con la que se inaugur¨® el Rossini Opera Festival en 1980, pero tambi¨¦n de La Cenerentola y Semiramide en colaboraci¨®n con Philip Gossett. En 1992 se apart¨® de este festival para ser director art¨ªstico de La Scala de Mil¨¢n durante la etapa de Muti, pero volvi¨® a retomarla en 2000 hasta el a?o pasado en que opt¨® por no continuar debido a su avanzada edad. Sus grabaciones discogr¨¢ficas mas relevantes est¨¢n todas relacionadas con Rossini y vinculadas al sello Naxos, en especial Tancredi (1994), La Cenerentola (2004), L¡¯italiana en Algeri (2008) y La gazza ladra (2009). Pero tambi¨¦n Semiramide, su ¨®pera favorita de Rossini, que grab¨® en dos ocasiones e incluso dirigi¨® en el Teatro Real de Madrid en 2004. Zedda ha tenido adem¨¢s una importante relaci¨®n con Espa?a a trav¨¦s del Festival Mozart de A Coru?a, donde dirigi¨® en su segunda edici¨®n Il barbiere di Siviglia en 1999 al que sigui¨® un inolvidable Il viaggio a Reimsen 2000. Ha seguido implicado con esa ciudad hasta la actualidad con apariciones en la Temporada L¨ªrica de la Orquesta Sinf¨®nica de Galicia y los Amigos de la ?pera de A Coru?a, con la Ermione rossianiana hace dos a?os en versi¨®n de concierto y el Falstaff, de Verdi, con Bryn Terfel en septiembre pasado. Deja al menos dos herederos musicales confesados: Riccardo Frizza (1971) y Michele Mariotti (1979).
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