Formas de mujer ilimitadas
Los bailes de Mar¨ªa Moreno y Alba Heredia sintetizan dos concepciones distintas del baile
El Festival de Jerez cuenta con La Sala Compa?¨ªa, antigua iglesia reconvertida en auditorio, que es el espacio para las propuestas esc¨¦nicas de (obligado) peque?o formato y lugar por el que deben pasar las figuras m¨¢s j¨®venes. Una mirada a su programaci¨®n resulta, pues, conveniente para vislumbrar el baile que est¨¢ llegando.
La gaditana Mar¨ªa Moreno despierta expectaci¨®n por su l¨ªmpida trayectoria y su paso por el pasado Concurso de C¨®rdoba, donde, por cierto, no gan¨®. En su presentaci¨®n en Jerez expuso con una meridiana claridad los fundamentos de su baile, que es redondo y ya maduro. Y los expuso con orden, armon¨ªa y equilibrio entre las partes de los estilos que abord¨®. Tiene sentido de la medida y, con una cuidada contenci¨®n, administra los tiempos para dar paso a sus diferentes vertientes expresivas. As¨ª, en las alegr¨ªas, de menos a m¨¢s, como est¨¢ mandado, parando, templando con un prodigioso juego de cintura, y soltando los pies en el momento justo. Las present¨® con bata y mant¨®n, con lo que supone de valor a?adido y respeto al canon.
Mar¨ªa Moreno. Alas del recuerdo. Baile: Mar¨ªa Moreno. Cante: Enrique El Extreme?o, Pepe de Pura, Mat¨ªas L¨®pez, El Mati. Guitarra: Joselito Acedo. Direcci¨®n art¨ªstica y coreograf¨ªa: Mar¨ªa Moreno. Direcci¨®n musical: Joselito Acedo. Voz en off: Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo
Sala Compa?¨ªa. 6 de marzo, 19 horas.
Construy¨® a continuaci¨®n el taranto de forma inspirada, para entregarse despu¨¦s a la sensualidad de los tangos con fuerza siempre contenida. Transmite la esencia del estilo sin necesidad de desmelenarse. Mas suelta, quiz¨¢s, en los jaleos extreme?os que inicia sentada, jugando con los brazos, para dar rienda suelta a pies y cintura. Escuchando siempre el cante sin prisas, Moreno mostr¨® un baile de escuela cuajado al que el tiempo y un mayor espacio esc¨¦nico deben hacer brillar con mayor plenitud. Y ser¨¢, probablemente, pronto.
Programada tambi¨¦n en la Sala Compa?¨ªa se encontraba Alba Heredia, pero, tras la cancelaci¨®n por indisposici¨®n m¨¦dica de Roc¨ªo Molina, la joven granadina acept¨® la invitaci¨®n del Festival y anticip¨® su ascenso a las tablas del Villamarta. No fue un espect¨¢culo cerrado ni tampoco se esperaba. Solo se adapt¨® lo que estaba previsto para el peque?o formato. Alba redujo pr¨¢cticamente su actuaci¨®n a dos grandes bailes, la seguiriya y la sole¨¢, con un remate por tangos de Granada que fueron s¨ªmbolo y s¨ªntesis de sus fundamentos bailaores. Porque ella representa la fuerza de una escuela ¨¦tnica y familiar muy asociada a su tierra y al Sacromonte. Transporta el br¨ªo que nace de la cueva y traslada al gran escenario las formas de un espacio reducido.
Alba Heredia. En estado puro. Baile: Alba Heredia. Guitarra: Luis Mariano Renedo. Cante: Alfredo Tejada, Manuel Ta?e, Juan ?ngel Tirado, Johny Cort¨¦s. Palmas y comp¨¢s: Rafi Heredia.
Teatro Villamarta. 7 de marzo, 21 horas
Su baile se carga de fuerza en r¨¢fagas arrebatadas que ella dota de expresi¨®n dram¨¢tica. Grita y busca tocar el suelo como una necesidad. Entre vendavales de baile, gusta de pararse, quiz¨¢s para buscarse, y deja formas est¨¢ticas con un barroco juego de brazos y una cintura a la que exprime todas sus posibilidades. Es la otra cara de su danzar, la que expuso en el arranque sobre la proyecci¨®n de una ronde?a de su t¨ªo, el hist¨®rico tocaor Juan Maya Marote. Otro actual y bien vivo, Luis Mariano, la asisti¨® con maestr¨ªa el resto de la noche.
La m¨²sica electr¨®nica, el baile y la improvisaci¨®n en escena
No es la primera vez que la m¨²sica electr¨®nica, en cualquiera de sus manifestaciones, se relaciona con el flamenco. En esta ocasi¨®n lo hace para asistir a la creaci¨®n de baile y se muestra como el resultado natural del encuentro de artistas de las dos disciplinas, algo que se percibe en el desarrollo de Claroscuro, la obra que present¨® el pasado lunes en el teatro Villamarta el bailaor ?ngel Mu?oz con los samplers y secuenciadores en directo de Artom¨¢tico (Daniel M.Pantiga). Ambos han trabajado juntos anteriormente, lo que dota de una cierta naturalidad la convivencia e interactuaci¨®n de los dos lenguajes. Mu?oz es bailaor de porte que impone la presencia de sus formas por encima de cualquier propuesta est¨¦tica y, con la m¨²sica electr¨®nica, para nada descompone la figura.
Pero quiz¨¢s lo innovador no resida en el aspecto anterior, sino en el planteamiento de una obra abierta a la creaci¨®n improvisada y en la que se conjugan otros dos elementos de vital importancia: el cante de Miguel Ortega y las aportaciones instrumentales de Diego Villegas. La forma en que el bailaor dialoga con ellos procura los momentos m¨¢s brillantes de una obra discontinua. Lo de Villegas supera lo descriptible. Se multiplica en cinco personalidades distintas en tanto, en sucesivos pasajes, toca flauta, clarinete, arm¨®nica, saxo tenor y saxo soprano. Una atmosfera y un baile distinto para cada timbre. El de arm¨®nica en los tangos fue redondo, pero no el ¨²nico.
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