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Una comedia musical de bolsillo ligera y chispeante, a partir de un asunto grave: la invasi¨®n tecnol¨®gica de todos los ¨¢mbitos, p¨²blicos y privados, los m¨¢s ¨ªntimos incluidos. Si, como afirmaba ayer Wikileaks, la CIA puede convertir nuestro ordenador y nuestro tel¨¦fono m¨®vil fabricado en los EEUU en un micr¨®fono esp¨ªa, en el futuro inmediato del que nos habla la encantadora Miss Web (Inma Cuevas) de Comedia multimedia, tal vez cualquier chica pueda peg¨¢rsela a su novio con un GPS musculoso, bien parecido y con labia.

En este disparate c¨®mico festivo escrito por ?lvaro Tato, con m¨²sica de Yayo C¨¢ceres (autor y director, respectivamente, de la compa?¨ªa Ron Lal¨¢), la tecnolog¨ªa es amistad peligrosa y espada de doble filo: lo mismo encandila que achicharra. En su l¨ªnea caracter¨ªstica, Tato y C¨¢ceres, autor tambi¨¦n de la puesta en escena, navegan con desenfado por la mar de redes sociales, fabulan sobre el porvenir del cibersexo en un mundo dominado por ciborgs, ironizan sobre la invasi¨®n angl¨®fona que se ha ense?oreado de la terminolog¨ªa tecnol¨®gica y traen a colaci¨®n a Shakespeare, S¨®focles y Calder¨®n: la vida virtual es sue?o.

El desparpajo domina la puesta en escena y las risue?as interpretaciones de Inma Cueva y del tr¨ªo masculino que le arropa y la corteja: Jacinto Bobo, Fran Garc¨ªa y David Ordinas. La actriz, en su salsa, transmite facilidad y buena energ¨ªa, y Bobo, m¨¦todo en su manera de abordar el disparate. Las canciones, breves y pegadizas, cumplen bien su funci¨®n: alguna anda pidiendo que la alarguen y redondeen. El tema dar¨ªa para deslizar m¨¢s informaci¨®n de calado y reflexiones, si los autores hubieran tenido otro prop¨®sito que no fuera divertir. Expresivo, navegando entre ¨¦pocas, el vestuario de Tatiana de Sarabia.