Az¨²a, doctor Bacterio de los libros
Andre Jaume sit¨²a en el trono europeo el canon literario del escritor y acad¨¦mico
La Librer¨ªa de los Editores (Guturbay, 6, Madrid) tiene un cuarto para ni?os, detr¨¢s de los libros de los adultos. En el centro de la sala el editor y traductor Andreu Jaume, compilador de Lecturas compulsivas de F¨¦lix de Az¨²a, pon¨ªa a ¨¦ste a la cabeza del canon de los degustadores europeos de la literatura, capaz de juntar a Walter Benjamin, a Beethoven y a H?lderlin en un texto que luego ha de publicarse en prensa.
Mientras ocurr¨ªa esa entronizaci¨®n del Canon Azua por parte de Jaume, en la parte de atr¨¢s una ni?a de pocos a?os rebuscaba lecturas, tambi¨¦n compulsivas, pero para su edad. Era la hija del acad¨¦mico. Eva Serrano, la directora de C¨ªrculo de Tiza, donde se publica el libro, prove¨ªa a veces de lectura a la chiquilla, que finalmente se acerc¨® a la sala donde los adultos hac¨ªan esas mezclas universales de atrayentes nombres propios.
El acad¨¦mico naci¨® en Barcelona en 1944. Tiene edad de abuelo, pero es ¡°de los j¨®venes¡± de la Academia, como Javier Mar¨ªas o Arturo P¨¦rez-Reverte (¡°o ?lvaro Pombo¡±, a?adi¨® ¨¦l), y tiene esa ni?a que andaba buscando lectura mientras su padre escuchaba a Andreu Jaume colocarlo en la tradici¨®n de lectores espa?oles exigentes. Juan Benet, Rafael S¨¢nchez Ferlosio, Jaime Gil de Biedma¡ Lo que le extra?a a Jaume, seg¨²n ¨¦ste dijo, es que la prensa siga publicando (o publique, simplemente) algunos de esos textos que Az¨²a ofrece a partir de un gusto insobornable. ¡°Hasta cu¨¢ndo va a durar¡¡±, se pregunt¨® melanc¨®licamente Jaume sobre el futuro de la publicaci¨®n de textos as¨ª en los peri¨®dicos de hoy en d¨ªa.
Fue ayer noche; solo dos espectadores se fueron por el f¨²tbol; los dem¨¢s siguieron atendiendo el buen humor del autor y la docta exposici¨®n del presentador y compilador, que adem¨¢s ley¨® partes de lo que Az¨²a ha escrito y se recoge en el volumen. Lecturas compulsivas, que es el t¨ªtulo, tiene una vida anterior, en Anagrama (1997), pero este es otro libro y contiene otras incursiones, en la poes¨ªa, en la novela, en el ensayo, del autor de Historia de un idiota contada por ¨¦l mismo.
Es tal la importancia que le da Az¨²a a los buenos libros en sus escritos que a su editora le pareci¨® que bien podr¨ªa decirse que ¨¦l es ¡°el doctor Bacterio de los libros¡±, pues atrae a los lectores y fumiga los virus de los que prefieren la banalidad del mal. Sus vacunas van contra Twitter, videojuegos, Facebook, etc¨¦tera, que distraen a los j¨®venes de la lectura como si ¨¦sta fuera una enfermedad. La hija del doctor Bacterio segu¨ªa atr¨¢s, en ese momento, leyendo, y de hecho la editora fue a alcanzarle un libro ilustrado, una vacuna, seguramente, contra las posibles distracciones.
Ese ¡°canon personal de F¨¦lix¡±, dijo Andreu Jaume, proviene de su ¡°intolerancia de las median¨ªas, de su mirada cenital¡± y que concluye en unas elecciones que son imprescindibles para entender la historia de la literatura. Es estimulante, arriesgado, incluye pensamiento e interpretaci¨®n, y a veces eso que es tan complejo se publica tranquilamente en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos. Entre otros medios, en EL PA?S. Para explicar a los presentes esos diversos magisterios insobornables del Canon Az¨²a, Andreu Jaume no s¨®lo ley¨® sino que incluso interpret¨® textos de Az¨²a incluidos en el libro: sobre Walter Benjamin, sobre Cervantes, sobre H?lderlin¡, especialmente sobre H?lderlin, a partir de estos versos que son inolvidables: ¡°Somos un signo sin significado y sin dolor somos¡±.
Cuando ley¨® el texto correspondiente a Benjamin, Jaume dijo de nuevo: ¡°Y esto se est¨¢ publicando en la prensa diaria¡±. El cronista y el autor se mostraban muy ufanos. Pero Jaume volvi¨® a darle manubrio a la ducha fr¨ªa con su pregunta recurrente: ¡°?Hasta cu¨¢ndo va a durar?¡± De momento, sigue durando.
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