El Cirque du Soleil recupera el esplendor de Soda Stereo, la gran banda latinoamericana

Un Big Bang. Caliente, pero tambi¨¦n m¨¢gico, plagado de estrellas, de una luna roja y un planeta que se transforma en vinilo, en guitarra o en televisor a los mandos del Cirque du Soleil. La uni¨®n entre la compa?¨ªa circense y la m¨ªtica banda argentina Soda Stereo gener¨® anoche en Buenos Aires una gran explosi¨®n cuyas ondas resonar¨¢n en la ciudad de la furia durante 70 noches y despu¨¦s alcanzar¨¢n gran parte del continente latinoamericano. El Cirque du Soleil estren¨® S¨¦p7imo D¨ªa (No descansar¨¦), su tercera apuesta por un musical tras los que se inspiraron en Los Beatles y Michael Jackson y por primera vez se mezcl¨® entre el p¨²blico que coreaba de pie los temas del tr¨ªo integrado por Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio.

Con el Luna Park completamente a oscuras, tres peque?as esferas en el techo se iluminan mientras una voz en off recuerda el m¨¢gico encuentro que propici¨® la creaci¨®n del grupo que revolucion¨® la escena rock latinoamericana de finales de los 80. El tri¨¢ngulo que formaban los m¨²sicos sobre el escenario se agiganta para dar cabida a los 5.000 espectadores del antiguo templo del boxeo argentino y se contrae despu¨¦s para entrar en los auriculares de un adolescente enjaulado al que Soda hace volar. La hipn¨®tica voz de Cerati invade el estadio y los fans se entregan a la fantas¨ªa de un nuevo concierto, espoleada por las acrobacias imposibles del Cirque du Soleil.?

Tres artistas vestidos de negro comienzan a girar dentro de unas ruedas, con pantallas que muestran fotos de la vida de Cerati, Alberti y Bosio. Al mismo tiempo, un astronauta planta una bandera en el planeta Soda, lleno de cr¨¢teres m¨®viles por los que entran y salen los 35 integrantes de la compa?¨ªa canadiense. Caracterizados con el look rompedor de la banda en sus primeros videoclips, a lo largo de una hora y media se suben a trapecios, forman castillos humanos y se contorsionan hasta l¨ªmites insospechados. El p¨²blico, emocionado, canta "Persiana Americana, "Pr¨®fugos" y "En la ciudad de la furia". ?

Cuando el escenario se desplaza hasta el centro de la pista, integrados en ¨¦l los fans, se dan algunos de los momentos de mayor belleza po¨¦tica, como la peque?a acr¨®bata que emerge de una floralis generica en movimiento durante "En remolinos" y la pareja formada por un guitarrista y una sirena que nadan sin salir a tomar aire en el interior de un estanque mientras suena "Hombre al agua". La voz de Cerati eriza la piel cuando se le escucha decir que es "un lindo momento" y miles de m¨®viles se encienden para iluminar el auditorio y ver muchas miradas dirigidas al cielo. Entre los presentes estuvo anoche la familia de Cerati, fallecido en 2014 tras cuatro a?os en coma por un accidente cerebrovascular en Caracas en 2010, y los otros dos integrantes del grupo, Alberti y Bosio.?

La comuni¨®n entre el circo y el rock pierde fuelle en algunos temas, como en "Un mill¨®n de a?os luz". A diferencia de los espect¨¢culos de gran formato del Cirque du Soleil, los directores?Michel Laprise y Chantal Tremblay mezclan los conocidos despliegues espectaculares -"Primavera Cero", con inesperadas escenas de tinte intimista, como la versi¨®n en vivo de "T¨¦ para 3", interpretada en mitad de un estadio convertido en una fogata en la que todo el p¨²blico es animado a participar. Cuando la m¨²sica se impone a la magia circense el hechizo corre el riesgo de romperse, pero el apote¨®sico final, para el que los canadienses reservan lo mejor de su pirotecnia acrob¨¢tica y audiovisual y Soda Stereo, uno de sus grandes hits, "De m¨²sica ligera", hace temblar el suelo. Una gran explosi¨®n que abre las puertas a una nueva dimensi¨®n de Soda.