Ballester y Bonet funden sus miradas sobre S?o Paulo

Han pasado ya diez a?os desde que Juan Manuel Bonet, actual director del Instituto Cervantes, y el fot¨®grafo y pintor Jos¨¦ Manuel Ballester hicieron su primer viaje juntos a S?o Paulo. Quer¨ªan plasmar en un libro su fascinaci¨®n por esa ciudad brasile?a. Concienzudos y meticulosos, cada uno hab¨ªa hecho un detallad¨ªsimo plan de los puntos de inter¨¦s que quer¨ªan retratar. Volver¨ªan dos veces m¨¢s antes de que el proyecto adquiriese forma de libro. El resultado es una aventura art¨ªstica titulada Fervor de Metr¨®poli (editado por Dan Galer¨ªa) en homenaje a Fervor de Buenos Aires, el primer libro de poemas de Jorge Luis Borges, que muestra la arquitectura de la urbe, con toda su radical y contradictoria belleza, con las fotograf¨ªas de Ballester y textos de Bonet.

Ambos se conoc¨ªan antes de poner en marcha el proyecto, desde la etapa en la que Bonet fue director del Reina Sof¨ªa y, antes, del IVAM. El empuj¨®n para animarles a hacer el libro lo dio Arturo Moreno, exdirectivo de Telef¨®nica y del Patronato del Reina Sof¨ªa, actual asesor del ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, ??igo M¨¦ndez de Vigo.

Bonet, autor de una amplia obra que va de la poes¨ªa al arte contempor¨¢neo, ten¨ªa desde peque?o, cuando le¨ªa con avidez la Revista de Cultura Brasile?a, fundada en 1962, una fuerte fijaci¨®n con el gigante sudamericano.

Ballester so?aba desde hac¨ªa mucho tiempo con recoger con su c¨¢mara el paisaje arquitect¨®nico brasile?o. Acompa?ados por el fot¨®grafo Sergio Guerini, hicieron un primer recorrido de diez d¨ªas. ¡°Bonet se lo hab¨ªa estudiado todo, hasta el ¨²ltimo detalle de los edificios y zonas que quer¨ªamos visitar¡±, cuenta Ballester. ¡°Cargamos el coche de m¨²sica, porque hay que pensar en los atascos eternos de esa ciudad y nos pusimos en marcha¡±, a?ade.

La primera parada fue el famoso edificio Copan, en pleno centro de S?o Paulo, una gigantesca torre de 34 plantas en forma de ola, una de las joyas m¨¢s famosas de Oscar Niemeyer. Bonet no pudo disfrutar de las vistas desde la ¨²ltima planta por su v¨¦rtigo. Despu¨¦s, casi con emoci¨®n, contempl¨® las primeras fotos hechas por su compa?ero de periplo con su c¨¢mara digital desde el ¨²ltimo piso.

Ese fue el comienzo de 150 paradas por las que desfilan parques, museos, teatros o edificios de viviendas. Ambos se hallan especialmente satisfechos de las im¨¢genes tomadas en el Parque Ibirapuera, inaugurado en 1954. Las ondulaciones de las construcciones y las columnas reflejadas por Ballester son como estampas futuristas de aire fantasmal.