Daniel Canogar convierte el DVD en un ave f¨¦nix
El artista inaugura una instalaci¨®n en el Museo Universidad de Navarra en la que da nueva vida a soportes que se hab¨ªan quedado obsoletos
Entrar en Sikka Ingentium es entrar en una sala oscura de 500 metros cuadrados donde la luz lo invade todo. ?Incongruencia? No: Daniel Canogar. La instalaci¨®n que este artista inaugura hoy, mi¨¦rcoles, en el Museo Universidad de Navarra transforma el espacio y a los visitantes en lienzos sobre los que se pintan haces de luz.
Canogar (Madrid, 1964) crea una experiencia on¨ªrica, una suerte de inmersi¨®n en un espacio irreal a partir de una idea muy material, un trabajo de ingenier¨ªa que le llevaba rondando en la cabeza unos tres a?os y que por fin se ha llevado a la pr¨¢ctica. Una cantidad ingente de material expuesto en un espacio de grandes dimensiones: con 2.400 DVD ha construido una pantalla informe ¡ªcomo una nube¡ª de 18 metros de longitud, donde se exhibir¨¢n secuencias extra¨ªdas de cada una de esas pel¨ªculas. Una superficie que aporta el contenido y el soporte, cada DVD act¨²a como una peque?a pantalla y, a la vez, por su car¨¢cter reflectante, proyecta la imagen hacia otro punto de la sala. Una especie de carambola de rayos de luz que crean figuras sugerentes tanto en paredes y suelo, como si fueran seres vivos cambiantes que var¨ªan seg¨²n avanza la proyecci¨®n.
El universo fabuloso que resulta tiene un origen mucho menos fant¨¢stico. El pasado lunes, mientras el equipo del museo y el de Canogar ultimaban los preparativos, el artista explic¨® a EL PA?S c¨®mo fue el proceso. "Ten¨ªa mi dealer de DVD", bromeaba. Muchos los consigui¨® en el Rastro de Madrid, en tiendas de segunda mano, amigos que le regalaban, en videoclubs que estaban en liquidaci¨®n... "Estaba asistiendo al final de una ¨¦poca. Es un homenaje al DVD", dice sin nostalgia. Su obra tiene elementos del pasado pero sin tratarlos con l¨¢stima, y considera fundamental conocer el pasado para mirar al futuro. La selecci¨®n de pel¨ªculas no est¨¢ hecha por su calidad, primaban otros aspectos: la cantidad de filmes y que no solo estuviera representado Hollywood, tambi¨¦n otras industrias como Bollywood y Nollywood (la cinematograf¨ªa nigeriana que est¨¢ entre las que m¨¢s pel¨ªculas producen al a?o con la estadounidense y la india). Crea un mapamundi del cine a trav¨¦s de temas: rostros, manos, fuego, caballos, aviones, coches que explotan, m¨¢quinas.... El s¨¦ptimo arte es siempre una referencia para Canogar.
Para ver las 2.400 pel¨ªculas cont¨® con la colaboraci¨®n de dos artistas: Andrea Ibarra y Cristina Mej¨ªas. Minutaban las secuencias que se ajustaban a los temas decididos o a los que fueran surgiendo. El material lo met¨ªan en una tabla de Excel y un programa creado por Diego Mellado, el ingeniero de telecomunicaciones que lleva ocho a?os trabajando con Canogar y al que este define como "mi mano derecha y mi mano izquierda", encontraba los clips de v¨ªdeo y los met¨ªa en sus carpetas. El port¨¢til con el que el lunes trabajaba el artista ten¨ªa infinitas carpetas llamadas: ojos, escribir, agua... las iba abriendo y all¨ª estaban las innumerables secuencias seleccionadas. Y no era el ¨²nico ordenador, solo Mellado manejaba tres a la vez. Hay mucho material, no lo han usado todo, por lo que el artista no descarta que la pieza vaya creciendo y evolucionando con el tiempo, lo que refuerza esa idea de organismos vivos que evocan sus reflejos.
Reforestar Florida con algoritmos
Diego Mellado defiende su condici¨®n de ingeniero: "Yo busco soluciones a problemas". ?Qu¨¦ hay m¨¢s creativo que eso? Ojal¨¢ la soluci¨®n al problema de la deforestaci¨®n estuviera en uno de los pr¨®ximos proyectos de Daniel Canogar. El que inaugurar¨¢ en mayo en el aeropuerto de Tampa (Florida), Tendril, est¨¢ formado por varias pantallas escult¨®ricas de leds sobre las que se ver¨¢n plantas. No es un v¨ªdeo, es un algoritmo que decidir¨¢ c¨®mo y cu¨¢nto crecer¨¢n estas especies que el artista ha decidido que sean las aut¨®ctonas de la zona. La naturaleza 2.0.
La luz, la saturaci¨®n de informaci¨®n, la oda al DVD como objeto casi obsoleto, la complejidad de la creaci¨®n: cinco proyectores y reproductores sincronizados, v¨ªdeo creado con 7.200 capas, 2.400 DVD... van en el ADN de la obra de Canogar. Tambi¨¦n es caracter¨ªstico en ¨¦l la construcci¨®n de un ambiente envolvente en que el espectador pasee y se sienta parte de la obra, como un elemento m¨¢s, que descubra los distintos puntos de vista. En esta ocasi¨®n, Canogar invita al que se zambulla en Sikka Ingentium a bucear entre luces y reflejos, a que tenga una experiencia meditativa. La instalaci¨®n puede tener antit¨¦ticas versiones: el detalle real, en el que cada DVD sirve de pantalla y la visi¨®n abstracta de observar la obra en general. Y para reforzar la inmersi¨®n: los 14 canales de audio gracias a los que se escuchar¨¢ la composici¨®n creada por el artista sonoro Alexander MacSween. As¨ª cuando 2.400 aviones vayan tomando cada uno de los DVD el p¨²blico sentir¨¢ que vuelan sobre sus cabezas.
Esta obra sobrevuela entre los DVD como aves f¨¦nix resucitando de sus cenizas y tomando una nueva vida rescatada de los saldos; entre estar en las nubes, en ese mundo de ficci¨®n que el propio cine evoca, y estar en la nube porque ah¨ª todo es accesible y permanecer¨¢¡ hasta que vuelva a cambiar la tecnolog¨ªa, quiz¨¢ hoy mismo.
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