El ¨¢rbol de la vida de Wajdi Mouawad

El ansia por saber, en ocasiones, conduce al abismo, a ese instante en el que alguien se da cuenta de que toda su existencia se basa en el horror. Es lo que le ocurre a Loup, una adolescente que en 2006 empez¨® a indagar en su ¨¢rbol geneal¨®gico tras la muerte de su madre.

La investigaci¨®n, a instancias de un cient¨ªfico, le conduce hacia un cisma de amores imposibles, dos guerras mundiales, campos de concentraci¨®n, violaciones y brechas familiares a lo largo de los ¨²ltimos tres siglos. Ese recorrido por las tinieblas de una Europa convulsa a trav¨¦s de las generaciones de la familia de Loup centra el argumento de Boscos, obra del liban¨¦s-canadiense Wajdi Mouawad que Oriol Broggi dirigir¨¢ desde el mi¨¦rcoles 29 de marzo en la Biblioteca de Catalunya, sede de la compa?¨ªa La Perla 29.

El montaje dura cuatro horas y es interpretado por 11 actores, una gran producci¨®n para una obra ¡°monumental¡±, se?al¨® el director el pasado martes. Los int¨¦rpretes se desdoblan en 40 personajes. Sobre el escenario cobran vida ocho mujeres, ocho generaciones que, embarazo tras embarazo y abandono tras abandono, arrastran al espectador (y a los propios int¨¦rpretes) a un estado de ¡°pena sobrecogedora¡±, en palabras de Broggi.

El texto forma parte de la tetralog¨ªa de Mouawad La sangre de las promesas, que completan Litoral, Incendios y Cielos. Edicions del Periscopi acaba de publicar una edici¨®n en catal¨¢n de las cuatro obras.

Frases para recordar

¡°En cada p¨¢rrafo hay una frase que querr¨ªas recordar, escribirla en las paredes de tu casa¡±, se?al¨® Broggi, que dirige un texto de Mouawad por cuarta ocasi¨®n. En la producci¨®n participan M¨¤rcia Cister¨®, Cristina Genebat, Marissa Josa, Xavier Ricart, Marc Rius o Ramon Vila. Las funciones se prolongar¨¢n hasta mediados de mayo.

La acci¨®n viaja constantemente al pasado. La b¨²squeda de los or¨ªgenes, el desarraigo, la violencia, la amistad como ¨²nica salvaci¨®n recorren el montaje.

Todo arranca por un hueso: la madre de Loup anunci¨® que estaba embarazada convocando una fiesta el d¨ªa de la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn. ¡°Se tienen que tener muchas ganas, ?eh? Para salir de casa, ponerse el abrigo, las botas, la bufanda y los guantes, armarse contra el viento, la tempestad, el fr¨ªo, el hielo, contra el infierno entero para venir hasta aqu¨ª como si tuvi¨¦semos un remedio para combatir la desgracia¡±, dice la futura madre, Aim¨¦e, a sus invitados justo antes de sufrir un ataque epil¨¦ptico.

El autor idea entonces que el cerebro de Aim¨¦e acoge un trozo de la mand¨ªbula de una mujer golpeada en el campo de concentraci¨®n de Dachau. Y desde all¨ª, antepasado tras antepasado, Boscos lleva a escena las trincheras alemanas, los orfanatos de 1917 o la frondosidad de la regi¨®n francesa de las Ardenas de 1871.

¡°La historia te pasa por encima cuando interpretas la obra. Las palabras son verdades aplastantes¡±, dijo la actriz Clara de Ramon.

L¨¦onie, Ludivine, Aim¨¦e, Sarah o Odette son algunas de las mujeres que van alzando su voz. ¡°Es un cuadro de nuestra civilizaci¨®n occidental¡±, apunt¨® Broggi, quien dej¨® claro que le pese a quien le pese, el pasado familiar de Loup es el pasado de Europa.