De letrista de Sabina a Premio Loewe de poes¨ªa
Jos¨¦ Ram¨®n Ripoll recibe el prestigioso galard¨®n con un elogio de Caballero Bonald a su ciencia y conciencia po¨¦tica
Seguramente, con los derechos por la memorable letra de una canci¨®n como ?Qu¨¦ demasiao! sacara un pico. Pero no tanto como los 25.000 euros que le han entregado como ¨²ltimo ganador del Premio Loewe de Poes¨ªa 2016. El caso es que Jos¨¦ Ram¨®n Ripoll andaba este mi¨¦rcoles entre los salones del Hotel Palace como un flan. Aunque no tan encantado como aquel desvencijado canutero, macarra de ce?ido pantal¨®n de sus ripios ochenteros a pachas con Sabina, que tras recibir dos tiros en un despiste por andar desarmao, mientras le trasladaban en ambulancia rumbo al Piramid¨®n sin otra salida que palmarla, dijo aquello de: ¡°De esta me sacan en televisi¨®n¡±.
No hab¨ªa muchas c¨¢maras, pero s¨ª un buen escuadr¨®n de plumillas, poetas consagrados, mayores, menores y medianos, para atosigarle con cari?o y enhorabuenas. Este gaditano de 65 a?os, sabio musical, que prefiere utilizar sus versos como veh¨ªculo de conciencia m¨¢s que de simple reflejo de la realidad, los recib¨ªa de buena gana: encantado, aturdido y sonriente.
El sal¨®n andaba abarrotado. Entre otros asistentes, de buena parte de los que el d¨ªa anterior hab¨ªan presenciado la toma de posesi¨®n de Miguel Falomir y su c¨®ctel de bienvenida como nuevo director del Museo del Prado. Canaperos oficiales y extraoficiales, sedientos lo justo en un aperitivo con cambio de clima: del arte a la poes¨ªa mediaba en tan s¨®lo un d¨ªa cruzar por Neptuno el Paseo del Prado para ser consciente de que pod¨ªas hallarte en medio del d¨ªa de la marmota, sino fuera porque el men¨² vari¨®.
Al queso y al jam¨®n de la pinacoteca le sustituyeron unas exquisitas croquetas, buena merluza y dos ejemplares en el plato de los premiados: La lengua de los otros, de Ripoll y El fr¨ªo de vivir, de Sergio Garc¨ªa Zamora (Villa Clara, 1986). T¨ªtulo extra?o para quien viene de Cuba y ha logrado en esta edici¨®n el Loewe joven.
¡°La poes¨ªa es el arte de renombrar a las cosas con su verdadero nombre, nos empuja a o¨ªr el eco del canto primitivo antes de aprender la lengua propia", asegura el ganador del Loewe
Lo celebr¨® Chus Visor, editor del premio desde hace ya casi 30 a?os ¨Cestamos en la 29? edici¨®n- y con ganas, seg¨²n sus impulsores, Enrique Loewe (padre) y Sheila, su hija, de que siga lo menos 30 m¨¢s. ¡°Con la misma misi¨®n: acercarse a la belleza, vivir a su lado con emoci¨®n y en comuni¨®n¡±, asegur¨® el mecenas.
De ello se han encargado los espl¨¦ndidos espadachines, como los defini¨® Loewe, que cada a?o acuden al jurado. Cl¨¢sicos como Caballero Bonald, ese chaval de 90 a?os, verso vigilante y coqueter¨ªa vigente, al que suelen acompa?ar desde siempre Francisco Brines, Luis Antonio de Villena y el presidente del mismo, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha. Esta vez tambi¨¦n han tenido voto Soledad Pu¨¦rtolas, Ana Rosetti, Antonio Colinas, Jaime Siles y V¨ªctor Rodr¨ªguez N¨²?ez.
Precisamente este ¨²ltimo, tambi¨¦n cubano, ganador en 2015 con Despegue, hizo elogio del joven Garc¨ªa Zamora: ¡°Es un poeta sin internet y con limitaciones para viajar, que no vacila en espolear a la bestia¡±, dijo. Fue el pre¨¢mbulo a la lectura de un poema sobre su madre que dej¨® poso sobre los platos aun vac¨ªos.
Pero antes hab¨ªa que escuchar el elogio de Caballero Bonald sobre Ripoll: ¡°Un autor de ciencia y conciencia, que de la manera m¨¢s inteligente dentro de su generaci¨®n, ha utilizado sus versos como veh¨ªculo de conocimiento¡±. Puede que como gran music¨®logo, en eso haya influido un preciso dominio del silencio: ¡°Lo conoce profundamente y le permite establecer una identificaci¨®n con la confidencia y una respiraci¨®n cadenciosa dentro del poema, que le hace m¨¢s ¨ªntimo, m¨¢s seductor¡±, coment¨® el maestro jerezano.
Algo de eso encuentra uno en la poes¨ªa de aliento hacia el g¨¦nesis de Ripoll. Una voz que se prodiga con dotes bautismales: ¡°La poes¨ªa es el arte de renombrar a las cosas con su verdadero nombre, nos empuja a o¨ªr el eco del canto primitivo antes de aprender la lengua propia, que es la lengua de los otros¡±, asegur¨®. ¡°Entre otras cosas para abordar la existencia como un conato de rebeld¨ªa ante la imposici¨®n de lo uniforme¡±. Ah¨ª queda eso.
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