Las pel¨ªculas preferidas de Juan Diego Botto
El actor programar¨¢ cada domingo del mes de abril en TCM sus cl¨¢sicos favoritos
Para Juan Diego Botto no hay nada mejor que ver una pel¨ªcula en una sala de cine. ¡°No solo es que la pantalla sea m¨¢s grande y que el sonido sea mejor, sino que las risas y las emociones se empiezan a contagiar. Eso es parte de la magia del cine¡±, explica. Cada domingo del mes de abril Juan Diego Botto programar¨¢ en TCM una de sus pel¨ªculas preferidas. Una selecci¨®n en la que hay legendarios musicales como Cantando bajo la lluvia, dramas sociales como Ladr¨®n de bicicletas, comedias como El apartamento?o cine b¨¦lico como Apocalypse Now Redux.
Tampoco faltar¨¢ Un tranv¨ªa llamado deseo, el filme dirigido por Elia Kazan, basado en la obra de Tennessee Williams, y que protagonizaron Vivien Leigh y Marlon Brando. ¡°Mi madre era una gran admiradora de Brando y eso me influy¨® mucho. Es el referente de mi carrera¡±, recuerda. Y a?ade: ¡°Cuando estoy leyendo un guion y empiezo a pensar c¨®mo es el personaje, siempre hay dos o tres referentes que me vienen a la cabeza, no para copiarlos sino como fuente de inspiraci¨®n. A veces son cosas absurdas. Para alg¨²n trabajo me fij¨¦ en Leonardo DiCaprio. Tiene una capacidad para pasar de un estado de ¨¢nimo a otro a una velocidad que digo: ¡®?c¨®mo ha hecho esto?¡±
Juan Diego Botto naci¨® en Buenos Aires en agosto de 1975. Es hijo de la actriz y profesora de interpretaci¨®n Cristina Rota. ¡°Yo hice mi primera pel¨ªcula a los cinco a?os. En ese momento actuar solo era un juego y una diversi¨®n, pero siempre he querido ser actor¡±, rememora en la charla con TCM.
Los espectadores del canal TNT han visto a Juan Diego Botto esta temporada haciendo de Javier, un asesino a sueldo, en la serie Buena conducta. Adem¨¢s de su trabajo en el cine y en la televisi¨®n, ha dado muestras de su talento sobre las tablas con obras como Un trozo invisible de este mundo, con la que consigui¨® cuatro premios Max. ¡°Mi experiencia en el teatro es mucho m¨¢s interesante para bien y para mal. Los que hacemos teatro tenemos algo que es recurrente. Un amigo me dijo que hab¨ªa estado en Broadway viendo una funci¨®n de Al Pacino y que lo primero que le dijo Pacino al finalizar fue: ¡®No me digas que has venido hoy. No sabes c¨®mo fue la funci¨®n de ayer¡¯. Y si eso le pasa a Pacino, que est¨¢ por encima del bien y del mal, es que nos pasa a todos¡±.
Babelia
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