50 a?os de ilustrada soledad
Una edici¨®n con dibujos de la chilena Luisa Rivera celebra el medio siglo del libro m¨¢s famoso de Garc¨ªa M¨¢rquez
Es uno de los libros fetiche de la historia de la literatura y se ha editado en pasta dura, en bolsillo, en facs¨ªmil. Faltaba una edici¨®n ilustrada y la editorial Penguin Random House ha esperado un sonoro cumplea?os, el 50, para sacar Cien a?os de soledad a las librer¨ªas a todo color, una elegante edici¨®n para la que se ha contado con la ilustradora Luisa Rivera (Santiago de Chile, 29 a?os). Actualmente afincada en Londres, Rivera ha trasladado el realismo m¨¢gico de sus dibujos a las famosas p¨¢ginas del colombiano.
Con un curr¨ªculo nada desde?able, Rivera ha tenido la oportunidad de ¡°dialogar¡± con uno de los grandes, el colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez (Arataca, 1927 - Ciudad de M¨¦xico 2014), premiado con el Nobel en 1982. Ella habla con todos los autores, ¡°est¨¦n vivos o no¡±, cuando tiene que dibujar sus historias. ¡°Busco informaci¨®n, trato de entender sus procesos. Esta vez pude conectar con uno de mis favoritos y me siento muy afortunada¡±, contesta mediante un correo electr¨®nico desde la capital brit¨¢nica.
El director editorial de Penguin Random House, Claudio L¨®pez Lamadrid, est¨¢ satisfecho con el resultado, ¡°elegante y econ¨®mico¡± que permite una compra por 24,90 euros. Recuerda que esta edici¨®n ha tenido otro singular padrino: el hijo del escritor, el tip¨®grafo Gonzalo Garc¨ªa Barcha, que ha creado el tipo de letra, Enrico, en especial para el libro. Las capitulares est¨¢n adornadas por la ilustradora.
Cien a?os de soledad es un libro que sigue ley¨¦ndose en los centros escolares y que siempre ser¨¢ un objeto de regalo. ¡°Creo que es un fetiche¡±, dice L¨®pez Lamadrid. Esa edici¨®n tambi¨¦n puede serlo. Las p¨¢ginas ilustradas se han troquelado con unas gotas de lluvia que transparentan las letras, y reciben y despiden al lector los peces dorados que fabricaba el coronel Aureliano Buend¨ªa como Pen¨¦lope, tejiendo y destejiendo.
Sin ideas preconcebidas
Por ser tan conocida la historia, Rivera ha querido huir de ¡°ideas preconcebidas, lo cual es muy dif¨ªcil cuando trabajas con una obra tan arraigada en tu propia cultura¡±. Por lo mismo, ¡°Decid¨ª que Gabo iba a ser mi gu¨ªa. Estudi¨¦ mucho el libro, pero adem¨¢s recolect¨¦ informaci¨®n, entrevistas que le hicieron, discursos, historias. Todo aquello que me ayudara a entender el origen de esta historia, una de mis novelas favoritas¡±.
La paleta de colores es unificadora, entrelaza las ilustraciones de principio a fin. Predominan los verdes y azulados, tostados, ocres naranjas y siempre con brochazos blancos de luz. ¡°En t¨¦rminos de colorido, quer¨ªamos algo que rescatara las descripciones de los lugares pero que a?adiera ese toque extra?o, propio del realismo m¨¢gico¡±, donde el pensamiento y el pincel de Rivera se sienten c¨®modos. No en vano, la obra se cimenta en las ra¨ªces de Am¨¦rica Latina. ¡°Este libro es muy importante porque habla de nuestra identidad, de nuestra historia, de nuestros conflictos pol¨ªticos¡±.
Entre los trazos coloreados de Rivera se cuelan las ranas y los p¨¢jaros, las charcas y los juncos, las gallinas con sus huevos y el r¨ªo con los suyos. Y la lluvia constante que riega la vegetaci¨®n exagerada de ese lado del mundo. ¡°El realismo m¨¢gico ha influido much¨ªsimo mi trabajo, porque para m¨ª es m¨¢s que un g¨¦nero, es un estado mental y creativo¡±, explica esta mujer que proviene de una familia con ¡°una veta art¨ªstica inclinada hacia la m¨²sica¡±, que siempre le ha servido de inspiraci¨®n.
La naturaleza es una constante en su obra. La que imagina para un texto de realismo m¨¢gico "responde a la misma l¨®gica de la narrativa: no es fantas¨ªa, ni surrealismo, m¨¢s bien es lo extra?o expresado como un elemento cotidiano¡±. ¡°En ese sentido, me interesaba que las ilustraciones tuvieran esa mezcla de lo coherente y lo irreal¡±, dice.
Rivera no imita la naturaleza que ve, ¡°como lo hac¨ªan los naturalistas¡±, sino que mezcla elementos e inventa otros, ¡°lo cual funciona bien para Cien a?os de soledad¡±, un libro cuyo principio pueden recitar varias generaciones y estremecerse con ¡°el pavoroso remolino de polvo¡± que pone fin a la historia.
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