La vida m¨¢s all¨¢ de la muerte en las series
Ficciones como 'The Leftovers' o 'Black Mirror' ahondan en cuestiones metaf¨ªsicas
Desde aquel sugestivo ep¨ªlogo de A dos metros bajo tierra donde ¨¦ramos testigos de una fuga hacia delante de sus protagonistas o el ambiguo final de Perdidos que suscitara tanta controversia entre sus fans, las series actuales conjeturan una y otra vez sobre las posibilidades de otras realidades o universos paralelos, as¨ª como las potenciales experiencias de continuaci¨®n de la vida m¨¢s all¨¢ de la muerte. Una constante especulaci¨®n metaf¨ªsica que dinamita nuestras expectativas culturales en un bucle infinito de posibilidades te¨®ricas. Preguntas sobre la naturaleza de la realidad a las que estas ficciones seriales no buscan dar respuestas definitivas sino explorar el potencial narrativo de sus infinitas gamas de grises para que sea el espectador quien formule sus propias conclusiones.
Un grupo de personas que est¨¢n muertas vuelven con la misma edad y apariencia f¨ªsica que cuando fallecieron. En la serie francesa Les Revenants (Movistar +) no importa por qu¨¦ estos l¨¢zaros modernos retornan a la vida, sino la turbaci¨®n general que su inquietante retorno provoca en su peque?a comunidad. Otra serie que explora las m¨²ltiples posibilidades de la hip¨®tesis que subyace en toda obra de ficci¨®n especulativa ¡°qu¨¦ pasar¨ªa si¡¡± es The Leftovers. En sus tres temporadas (la tercera y ¨²ltima arranca en HBO Espa?a y Movistar Series en la madrugada del lunes 17) se desv¨ªa casi toda la atenci¨®n a la cuesti¨®n de por qu¨¦ un dos por ciento de la poblaci¨®n mundial ha desaparecido del planeta para crear un turbador melodrama sobre el duelo personal a la vez que una par¨¢bola sobre los traumas de la memoria colectiva.
Hasta una serie de inspiraci¨®n dist¨®pica como Black Mirror (Netflix) ha jugado con nuestra ansiedad por alg¨²n tipo de consolaci¨®n metaf¨ªsica. Y lo hizo creando un para¨ªso artificial con neones ochenteros, playas id¨ªlicas, banda sonora de Belinda Carlisle y romance l¨¦sbico en San Jun¨ªpero, el que quiz¨¢s fuera mejor episodio de la ¨²ltima temporada. En la ambig¨¹edad latente en su ¨²ltima escena, con un robot administrando los destinos supraterrenales de ambas protagonistas, asoma la ambivalente carcajada de Charlie Brooker.
En una clave similar de humor negro, The Good Place, serie de NBC que todav¨ªa no ha llegado a Espa?a, trata tambi¨¦n de expectativas con la vida despu¨¦s de la muerte. Eleanor (Kristen Bell) est¨¢ en una t¨ªpica sala de espera hasta que Michael (Ted Danson) se asoma y le dice que puede pasar en su oficina. All¨ª Michael, su mentor, le anunciar¨¢ que est¨¢ muerta y le confirma que se encuentra en ¡°el buen lugar¡± como consecuencia de sus buenas acciones durante su vida terrena. Sin embargo, Eleanor se dar¨¢ cuenta que a causa de un error burocr¨¢tico, la han confundido con otra persona. Entonces tendr¨¢n lugar una serie de hilarantes y rocambolescas peripecias y accidentes imprevistos que alterar¨¢n la pac¨ªfica y armoniosa realidad de este barrio residencial de ensue?o y s¨ª, algo de cart¨®n piedra, donde la gente es extremadamente amable y pol¨ªticamente correcta.
Esos jardines de las delicias creados por las expectativas humanas tambi¨¦n tienen hueco en Westworld (HBO). La serie, inspirada en una pel¨ªcula de culto dirigida y escrita por Michael Crichton, actualiza la teor¨ªa del valle inquietante (hip¨®tesis acu?ada en la rob¨®tica que afirma que cuando un androide se acerca demasiado a la apariencia y comportamiento humano causa una respuesta de rechazo entre los propios humanos) en un parque tem¨¢tico con ¡°anfitriones¡±, refinad¨ªsimos productos de la inteligencia artificial. All¨ª, los visitantes humanos pueden cometer los excesos que quieran en ese escenario del Salvaje Oeste donde rige la ley del m¨¢s fuerte. De esta manera, Westworld se convierte en un para¨ªso artificial para algunos, a la vez que siembra la sospecha de que no solo los ¡°anfitriones¡± sino que algunos de los trabajadores del mismo parque no son humanos.
Esta sospecha tambi¨¦n es uno de los elementos que entran en acci¨®n en la eficacia nost¨¢lgica de Stranger Things (Netflix). La interfaz abierta con uno de los mundos del m¨ªtico juego Dragones y mazmorras que posibilita la convivencia con universos paralelos es una de sus tramas. De manera similar, otro producto de Netflix, The OA, actualiza la duda por la percepci¨®n de la realidad que nos hace sospechar de Prairie (Brit Marling), esta fr¨¢gil joven que es v¨ªctima de estr¨¦s postraum¨¢tico a la vez que una presunta visionaria gur¨² que pretende evitar, con su c¨ªrculo de seguidores, un inminente desastre. As¨ª es como tanto desde los para¨ªsos artificiales como desde la convivencia con universos paralelos, la sospecha sobre esa experiencia consensuada que llamamos realidad ha llegado a las series para quedarse.
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