¡°Yo tambi¨¦n soy figura del toreo, pero desde la oficina¡±
El nuevo m¨¢ximo responsable de la plaza de toros madrile?a se defiende de ataques y anuncias sorpresas para la Feria de Oto?o
Sim¨®n Casas (Nimes, 1947), flamante empresario de la plaza de Las Ventas, es un personaje; lo que habr¨ªa que dilucidar es si esa imagen es real o impostada. Pero no de otra manera se puede calificar a este hijo de padre polaco y madre turca, nacido en realidad como Bernard Domb, que fue matador de alternativa por un d¨ªa, futbolista, aspirante a pol¨ªtico, escritor (ha publicado cinco libros), con sue?os de periodista, apoderado de toreros, empresario taurino y, por fin, productor art¨ªstico. Y as¨ª, tras m¨¢s de cuarenta a?os viviendo en los callejones de las plazas de toros entr¨® el oto?o pasado por la puerta grande de la de Madrid.
Tiene pinta de viajero de aventuras, sus andares son de cowboy, desali?ada la cabellera, algo tosco en la vestimenta, fumador, hiperactivo, habla a borbotones, apasionado y triunfalista, listo, ambicioso, osado, histri¨®nico y due?o de una gestualidad que parece ensayada. Aunque dice que no, que es as¨ª, un loco que ha entregado su vida a la tauromaquia, al que no le interesan el negocio ni el dinero, sino producir arte y colaborar a la evoluci¨®n de la fiesta.
Lo dicho: un personaje. En su despacho de la plaza madrile?a, bajo la mirada de dibujos sobre Joselito y Belmonte, y el sonido de los cencerros de los cabestros, que descansan a pocos metros, Sim¨®n Casas desgrana su pasi¨®n. No es f¨¢cil seguirlo; ser¨¢ que es verdad que se lo cree.
¡°Como empresario de Madrid siento una gran responsabilidad¡±, afirma. ¡°Quiero ser digno de la primera plaza del mundo, de ser el presidente del gobierno del toreo, y, por tanto, de su integridad y evoluci¨®n. Quiero tener ideas, dialogar y ser un interlocutor v¨¢lido con las administraciones y con el p¨²blico¡±.
Pregunta. ?Cambiar¨ªa este puesto por estar como figura del toreo en los carteles de San Isidro?
Respuesta. Mi primer sue?o fue ser figura del toreo, y hoy, si tuviera que elegir, optar¨ªa por que mi nombre estuviera en los carteles, ya que no hay entrega m¨¢s grande que la de un torero para crear belleza y emoci¨®n. Ahora bien, en cierta manera yo tambi¨¦n soy figura del toreo, aunque desde la oficina.
Reconoce que ha alcanzado una de las metas de su vida, pero afirma que a¨²n le quedan tres: que se le reconozca su trabajo en Madrid, reformar la tauromaquia (¡°Lo que no evoluciona, desaparece¡±), y retirarse despu¨¦s para dedicarse a escribir, viajar y asistir, (¡°Disfrazado, eso s¨ª¡±) a tres o cuatro corridas.
Afirma que su hoja de ruta en Madrid es ¡°respetar lo que ya existe¡± y promover su progreso. ¡°No soy un especulador¡±, asegura, ¡°y no estoy aqu¨ª para ganar dinero, sino para promover los valores art¨ªsticos de la tauromaquia¡±. ¡°No niego el negocio, pero no me apasiona¡±.
"Mi primer sue?o fue ser figura del toreo, y hoy, si tuviera que elegir, optar¨ªa por que mi nombre estuviera en los carteles"
Dice que la Feria de San Isidro no es la que ha so?ado, sino la que ¡°he razonado a partir de una experiencia, el conocimiento de la plaza, el momento de la fiesta, los toros y el toreros¡±. ¡°He dise?ado esta programaci¨®n buscando una armon¨ªa, en un intento de abrir al m¨¢ximo el abanico de todos los ingredientes que debe contener la fiesta de la primera plaza del mundo; est¨¢n todas las figuras, los toreros emergentes, modestos con proyecci¨®n y encastes variados¡±.
¡°Pero queda un segundo ciclo", prosigue, "la Feria de Oto?o, y ah¨ª demostrar¨¦ mi creatividad empresarial¡±. ¡°En San Isidro¡±, a?ade, ¡°he respetado la ortodoxia, pero no quer¨ªa sorprender; eso ser¨¢ m¨¢s adelante¡±.
P. ?C¨®mo piensa recuperar, entonces, los 100.000 espectadores que se han marchado, y doblar el mill¨®n de euros de beneficio anual de la empresa anterior?
"La clase empresarial es la primera pecadora en la situaci¨®n actual. Necesitamos empresarios que sean gestores, comunicadores y cultos"
R. Con calidad en la programaci¨®n, transmitiendo al p¨²blico nuestra pasi¨®n y trabajando bien. En las dos primeras novilladas han acudido 10.000 personas m¨¢s que el a?o pasado; nuestra meta es recuperar 40.000 antes de la feria, 100.000 en San Isidro y 60.000 m¨¢s adelante, en oto?o.
P.??Cuenta la fiesta de los toros con los empresarios que exige la modernidad?
R.?No, y lo digo sin ¨¢nimo de molestar a mis colegas. Considero que la clase empresarial es la primera pecadora en la situaci¨®n actual. Necesitamos empresarios que sean gestores, comunicadores y cultos; es decir, con los ojos abiertos, modernos, con curiosidad y conciencia de que la fiesta es un arte. La clase empresarial tradicional es obsoleta. No se puede ser empresario del siglo XXI con m¨¦todos y planteamientos del XIX.
¡°En San Isidro he respetado la ortodoxia, pero no quer¨ªa sorprender. Eso ser¨¢ m¨¢s adelante¡±
P. Pero usted tiene fama de ser un defensor del toro artista y anovillado en las plazas que regenta¡
R. No. Cada plaza tiene su identidad, su p¨²blico y su historia. El productor debe adaptarse a la sensibilidad de sus clientes. En Madrid no act¨²o igual que en Valencia o en Nimes. Soy respetuoso con cada una de ellas desde el tronco com¨²n de la b¨²squeda de la autenticidad. No soy ni torista ni torerista, sino apasionado. Integridad, s¨ª; integrismo, no. Respeto el torismo y en Madrid es mi prioridad, pero puede llegar a ser populismo. Ser torista es fundamental, pero la tauromaquia es algo m¨¢s.
P. ?Est¨¢ usted preparado para sufrir? Los espectadores m¨¢s cr¨ªticos ya le mostraron una pancarta en la que le anunciaban que ser¨¢n exigentes con su gesti¨®n.
R. Son los aficionados del tendido 7. He hablado con ellos y les he agradecido personalmente el aviso. Yo no soy un demagogo; pretendo exponer mis convicciones, dialogar e intercambiar opiniones con el objetivo de engrandecer el futuro de la tauromaquia.
P. ?Y este convencimiento apasionado que usted muestra es real o propio de un avispado vendedor de humo?
R. Yo soy un loco. No fui capaz de ser torero, pero llevo cuarenta a?os como empresario y transmito una pasi¨®n que me quema por dentro. Soy un artista, un rom¨¢ntico que odia el dinero; quiero morir pobre y rico de experiencias.
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