Tiran¨ªa en pa?ales
La pel¨ªcula, que puede presumir de la fortaleza de sus potencialidades hilarantes, crea un mundo complejo
En el documental Frank and Ollie (1995), Frank Thomas y Ollie Johnston, dos de los Nine Old Men del estudio Disney, imparten una lecci¨®n magistral de animaci¨®n al hablar de su labor en Bambi (1942): ante el reto de dar vida a unos personajes trazados con vocaci¨®n naturalista, los animadores decidieron aplicar sobre sus movimientos y actitudes el recuerdo de experiencias vividas. As¨ª, el conejo Tambor se convirti¨® en la versi¨®n silvestre de un espabilado y p¨ªcaro muchacho de barrio entregado a educar, sobre el terreno, a su amigo reci¨¦n llegado. En ocasiones, la inteligencia de un animador se detecta en ese juego de contrastes. Presentar a un beb¨¦ que se mueve entre la inocencia desarticulada del reci¨¦n nacido y la arrogante ferocidad de un tibur¨®n corporativo forma parte, pues, de esta categor¨ªa de ideas: una paradoja, graciosa en s¨ª misma, que exige una labor de animaci¨®n capaz de hacer justicia al hallazgo conceptual.
EL BEB? JEFAZO
Direcci¨®n: Tom McGrath.
Animaci¨®n
G¨¦nero: comedia.
Estados Unidos, 2017
Duraci¨®n: 97 minutos.
En El beb¨¦ jefazo, Tom McGrath, que lleva a?os considerando su modelo de animaci¨®n ¨Cmenos espectacular y creativo que las propuestas del gigante Disney/Pixar- como ap¨¦ndice pl¨¢stico de la comedia, adapta el libro infantil escrito e ilustrado por Marla Frazee y apuesta todas las cartas a esa eficaz paradoja c¨®mica. Podr¨ªa pensarse que el cineasta traiciona el trazo anguloso, preciso y din¨¢mico de Frazee ¨Cque a ratos parece el de una Posy Simmonds para ni?os-, pero su pel¨ªcula logra redimir el dise?o aparentemente demasiado gen¨¦rico y homogeneizador de sus personajes con buenas decisiones formales. As¨ª, su pel¨ªcula oscila entre la est¨¦tica dulzona de un cuento infantil de ilustraciones aerografiadas y las interferencias, casi en clave de expresionismo pop, del mundo interior de su protagonista, sufrido hermano del tir¨¢nico beb¨¦, incorporando, as¨ª, un inesperado factor de ambig¨¹edad: ?lo que vemos est¨¢ sucediendo o es delirio paranoico de un hermano desplazado del afecto de sus padres?
La pel¨ªcula, que puede presumir de la fortaleza de sus potencialidades hilarantes, crea un mundo complejo y, a pesar de dirigirse hacia un final conciliador, el modo en que dosifica y calcula sus pasos rumbo a ese desenlace supone otra grata sorpresa.
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