Italia a?os sesenta: cr¨ªmenes con humor absurdo
El escritor Eduardo Bravo recopila hechos dram¨¢ticos, te?idos de surrealismo, de la historia reciente del pa¨ªs transalpino
Los agentes que registraron Villa Wanda en Arezzo (Italia), la mansi¨®n del empresario ultraderechista Licio Gelli, estaban buscando el listado de las personas que supuestamente hab¨ªan transferido capitales al extranjero, pero se toparon con algo m¨¢s interesante: un millar de nombres, entre los que figuraban ministros, periodistas y empresarios, afiliados a la logia mas¨®nica secreta Propaganda Dos (P2), de la que Gelli era maestro venerable. Era 1981 y entonces se habl¨® del oscuro poder de un Estado dentro del Estado en Italia: una sombra que proyectaba su alcance a las trabas m¨¢s turbias entre la mafia, el crimen organizado, la pol¨ªtica corrupta y la misma CIA. "Lo llamaron el sottopotere, el poder subterr¨¢neo, y qu¨¦ quieren que les diga, modestia aparte, era verdad".
Gelli, que muri¨® a los 96 a?os durante su detenci¨®n domiciliaria en la misma villa donde todo sali¨® a la luz, no pronunci¨® nunca esta frase. Su voz imaginaria es una de las protagonistas del libro en el que el escritor Eduardo Bravo recopila algunos de los acontecimientos m¨¢s cruentos de los a?os sesenta y setenta italianos: una ¨¦poca en la que la estrategia de la tensi¨®n y el terrorismo de ultraderecha y ultraizquierda se cebaban con la muerte de periodistas, banqueros, pol¨ªticos o de gente de a pie. Villa Wanda, un libro sobre algunas cosas raras que sucedieron en el siglo XX y de las que usted casi no se dio cuenta (Edici¨®n autsaider, 2017), es un texto ¨¢gil, a medias entre el ensayo y la novela: una miscel¨¢nea en la que Bravo, que fue uno de los fundadores de la revista sat¨ªrica Mongolia, explota al m¨¢ximo los matices literarios e ir¨®nicos de los acontecimientos.
"El humor, que est¨¢ en algunos detalles de las historias, me ha ayudado a insertar un elemento cr¨ªtico", dice Bravo. ?Qui¨¦n revel¨® d¨®nde hab¨ªa estado secuestrado el ex primer ministro y presidente de la Democracia Cristiana Aldo Moro antes de que las Brigadas Rojas le mataran? Alguien en el m¨¢s all¨¢, durante una sesi¨®n de espiritismo, o al menos esto se lleg¨® a afirmar en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el caso. ?Qui¨¦n fabric¨® el falso comunicado de las Brigadas Rojas con el que se daba por muerto a Moro antes de que lo estuviera? Un falsificador, vinculado al grupo criminal Banda della Magliana, curtido con lienzos de De Chirico. "Estos detalles absurdos me han ayudado a rebajar la tensi¨®n de una historia que da miedo. Quer¨ªa escribir un libro riguroso pero agradable", comenta el escritor. "En esos a?os, por un lado, estaban los supuestos salvadores de la patria, que acumulaban poder a cuenta de los italianos, por el otro, la izquierda extraparlamentaria que, por idealista, ten¨ªa unos m¨¦todos absolutamente locos. Ninguno de los dos puede ser tomado en serio".
Bravo, que empez¨® a trabajar en el libro tras la muerte de Gelli, en diciembre de 2015, admite que los a?os setenta del pasado siglo, la Guerra Fr¨ªa y su atractivo literario, siempre le han apasionado. "Volv¨ª a refrescar el tema, y me di cuenta de que Gelli hab¨ªa estado intrigando desde los a?os cincuenta hasta los noventa", dice. Al ser preguntado por si no teme que su libro de pie a teor¨ªas conspirativas, deja claro que ha querido contar hechos concretos y documentados. "He huido de la teor¨ªa del complot para que el relato ver¨ªdico no perdiera fuerza. Adem¨¢s, la historia de por s¨ª es tan surrealista que no hace falta a?adirle mucho".
Al comentar la diferencia entre el contexto sociopol¨ªtico italiano y espa?ol, Bravo apunta a una cierta falta de "romanticismo" de los malhechores en Espa?a. "Cuando eres?capaz de matar a un fiscal antimafia, al comisario que puso en problemas a las Brigadas Rojas o a los periodistas que te molestan, ya est¨¢s dejando claro hasta d¨®nde est¨¢s dispuesto a llegar". Pese a todo, en estas? historias truculentas no faltaban intenciones caballerosas en estos tipos siniestros. La historia no escrita apunta a que cuando Gelli compr¨® la mansi¨®n a la millonaria familia Lebole, le cambi¨® el nombre: de Villa Carla, a Villa Wanda, en honor de su amada esposa.
La protesta en los libros y las canciones
En su libro, Bravo aborda la influencia de la situaci¨®n social y pol¨ªtica de los a?os sesenta en las canciones protesta de Fabrizio de Andr¨¦, en los libros de Luciano Bianciardi ¡ªque cont¨® el boom econ¨®mico desde el punto de vista de los marginados del progreso¡ª o en las publicaciones de la editorial de Giangiacomo Feltrinelli, que fund¨® Los Grupos de Acci¨®n Partisana y muri¨® durante un acto de sabotaje en una torre de alta tensi¨®n en Mil¨¢n, a principios de los setenta. Bravo retoma tambi¨¦n la historia de la banda Cantacronache que fue una de las primeras en dar un rumbo pol¨ªtico a la canci¨®n italiana.
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