Una excavaci¨®n en Badajoz descubre un edificio tart¨¦sico ¨²nico en el Mediterr¨¢neo occidental
Investigadores del Instituto de Arqueolog¨ªa del CSIC hallan una escalinata monumental de hace 2.500 a?os que apunta a una ins¨®lita construcci¨®n de dos plantas
Fuera de contexto, la imagen de unos escalones en mitad de un gran agujero que acompa?a este texto podr¨ªa no decir mucho. Sin embargo, su contexto ¡ªla excavaci¨®n de un enorme edificio tart¨¦sico de hace 2.500 a?os en la comarca de Las Vegas del Guadiana, en Badajoz¡ª los convierte en un descubrimiento extraordinario. Y no solo porque esa escalinata monumental de dos metros y medio de altura apunta a una ins¨®lita edificaci¨®n de dos plantas del siglo V antes de Cristo, la primera que se conserva de aquella ¨¦poca; sino porque est¨¢ construida con unas t¨¦cnicas y unos materiales que se pensaba que no se hab¨ªan utilizado en todo el Mediterr¨¢neo occidental hasta mucho tiempo despu¨¦s.
La mitad de los escalones est¨¢n hechos a modo de sillares, es decir, colocando unos bloques rectangulares a continuaci¨®n de otros y luego unos encima de otros. Pero no utilizan grandes piezas de piedra cortada, como se hac¨ªa en construcciones similares de la ¨¦poca en el Mediterr¨¢neo oriental (en Grecia, por ejemplo), sino una especie de mortero de cal y granito machacado, probablemente encofrado despu¨¦s (la mezcla se colocaba a fraguar entre tablas hasta que se secara). Algo as¨ª como un protocemento, solo que un siglo antes de que apareciera el primer material de este tipo documentado hasta ahora: el opus caementicium del Imperio Romano.
El yacimiento del Turu?uelo de Guare?a, cuya excavaci¨®n arranc¨® en 2015, ya hab¨ªa sorprendido a los investigadores por su tama?o (es el m¨¢s grande localizado de aquella ¨¦poca, en torno a una hect¨¢rea), la riqueza de materiales encontrados y su extraordinario estado de conservaci¨®n. Todo tipo de joyas, puntas de lanza, recipientes, semillas, restos de tejidos, parrillas de bronce o calderos enormes promet¨ªan desde el principio arrojar nueva luz sobre la cultura de Tartesos. Una civilizaci¨®n prerromana que ocup¨® el suroeste de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica en el primer milenio antes de Cristo sobre la que se ha levantado todo tipo de mitos y leyendas (sobre todo, en torno a su misteriosa decadencia y su abrupto final), debido, entre otras cosas, a la escasez de restos materiales. Una escasez que la excavaci¨®n dirigida por los arque¨®logos del CSIC Sebasti¨¢n Celestino ¡ªque tambi¨¦n es director del Instituto de Arqueolog¨ªa de M¨¦rida¡ª y Esther Rodr¨ªguez est¨¢ compensando a marchas forzadas, y eso que apenas se ha desenterrado hasta el momento el 10% de la construcci¨®n.
¡°Una escalinata constituye un elemento arquitect¨®nico ¨²nico de algo, adem¨¢s, que no pens¨¢bamos que fueran capaces de ejecutar. Existen escaleras durante la protohistoria en la Pen¨ªnsula, pero ya en ¨¦poca posterior. De esta cronolog¨ªa como m¨¢ximo hab¨ªa dos o tres escalones de piedras y adobe para salvar un desnivel¡±, explica Rodr¨ªguez. En este caso, son 10 escalones (al menos; todav¨ªa puede haber alguno m¨¢s) de 2 metros de largo, 40 cent¨ªmetros de anchura y 22 de altura. Los cinco superiores est¨¢n cubiertos por lajas de pizarra y los inferiores son los que est¨¢n hechos a modo de sillares cuadrangulares con mortero de granito machacado envuelto en cal.
¡°Lo m¨¢s sorprendente ha sido su profundidad. Dos metros y medio significa que debajo hay otra planta, que estamos accediendo a una planta superior sobre-elevada¡±, completa Celestino. Se hab¨ªa especulado sobre la existencia de este tipo de edificaciones en ¨¦poca tart¨¦sica, a partir de textos de la Biblia, pero nunca se hab¨ªa encontrado ninguno. ¡°Este edificio ser¨¢ el primero que conserva las dos plantas¡±, insiste.
Dos caballos sacrificados
A un lado de la asombrosa escalinata, han aparecido los cuerpos de dos caballos sacrificados, perfectamente colocados en posici¨®n anat¨®mica, con todo su herraje puesto, lo que apunta sin duda a un sacrificio ritual, pues estos animales, s¨ªmbolo del lujo, no sol¨ªan comerse en aquella ¨¦poca. Al otro lado, sin embargo, han hallado restos de una vaca que los moradores del lugar s¨ª llegaron a consumir en una especie de fest¨ªn. Los investigadores del CSIC, de hecho, cada vez ven m¨¢s claro que a finales del siglo V antes de Cristo se produjo all¨ª una gran celebraci¨®n justo antes de la destrucci¨®n del edificio.
La mayor parte de las construcciones de aquella ¨¦poca localizadas en el Valle medio del Guadiana ¨Cuna zona que recibi¨® grandes oleadas de inmigraci¨®n desde en n¨²cleo central de Tartesos, en el Guadalquivir y Huelva, tras una profunda crisis econ¨®mica en el siglo VI¡ª fue destruida por sus propios moradores hacia finales del siglo V, o principios del IV. Prefirieron echarlas abajo antes de verlas saqueadas por los pueblos del norte, de etnia c¨¦ltica, que estaban a punto de llegar.
La del Turu?uelo de Guare?a tambi¨¦n fue incendiada y despu¨¦s sepultada bajo arcillas sacadas del r¨ªo Guadiana. Pero su formidable estructura, que incluye muros de varios metros de grosor, hizo que se mantuviera en pie pese a todo.
Ahora, el trabajo de Celestino y Rodr¨ªguez ¡ªque cuenta con el apoyo de la Secretar¨ªa General de Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n de la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Guare?a, y con la financiaci¨®n de la Diputaci¨®n Provincial de Badajoz¡ª ser¨¢ seguir excavando este gigantesco edificio. La pr¨®xima campa?a ser¨¢ en mayo y, entre sorpresa y sorpresa, intentar¨¢n vislumbrar c¨®mo fue aquella celebraci¨®n de despedida y descubrir con ello qu¨¦ tipo de edificio fue el del Turu?uelo de Guare?a.
La dificultad a?adida es que se trata de algo completamente nuevo, muy distinto de las otras construcciones tart¨¦sicas halladas en la zona, como el santuario de Cancho Roano, en Zalamea de la Serena; o La Mata (en Campanario), con un perfil m¨¢s econ¨®mico. Tiene caracter¨ªsticas de palacio, pero tambi¨¦n de gran monumento funerario. ¡°La planta de arriba, con varios altares, tiene una funci¨®n ritual clar¨ªsima, pero la religi¨®n entonces estaba mezclada con todo. A partir de ah¨ª, hay elementos que hacen pensar en el enterramiento, como el hecho de que no tenga suelos construidos a pesar de la riqueza de todo lo dem¨¢s. Sin embargo, el hecho de que tenga dos plantas apunta hacia otro lado¡±, explica Celestino. Las respuestas ir¨¢n llegando, casi con toda seguridad, a medida que la excavaci¨®n vaya sacando a la luz ese otro 90% del edificio que todav¨ªa permanece enterrado entre los campos de tomates de las Vegas del Guadiana.
El trozo de lana m¨¢s antiguo de la Pen¨ªnsula
Cuando sus pobladores quemaron el edificio del?Turu?uelo de Guare?a a finales del siglo V antes de Cristo, las cenizas, junto a la arcilla que utilizaron para sepultarlo despu¨¦s, crearon una especie de urna protectora. Esta ha mantenido en un estado de conservaci¨®n magn¨ªfico gran parte de los objetos que llevan 25 siglos atrapados en su interior, desde los marcos de las puertas hasta distintos tipos de tejido.
De hecho, los investigadores han hallado fragmentos de lana (el m¨¢s antiguo encontrado en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica) y de lino, adem¨¢s de varios saquitos de esparto que conten¨ªan cereales. Todos ellos los est¨¢n analizando especialistas de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) dentro de un proyecto llamado Procon, que investiga la producci¨®n y uso de productos textiles en la Europa Mediterr¨¢nea.
En el Laboratorio de Restauraci¨®n de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (Secyr) se est¨¢n restaurando otros importantes objetos recogidos durante a excavaci¨®n, entre otros, metales como un juego de siete ponderales (piezas de medida de peso) de bronce o tres ricos ung¨¹entarios fenicios de pasta v¨ªtrea.
Todo ello se suma a otros sorprendentes objetos hallados hasta el momento, como vasijas y platos que los lugare?os constru¨ªan imitando utensilios griegos o etruscos llegados a trav¨¦s del comercio fenicio, o una rar¨ªsima ba?era de 1,70 metros de largo, posiblemente del mismo mortero utilizado en la escalinata, pero mucho m¨¢s refinado.
Babelia
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