La locura de ¡®Legi¨®n¡¯

Legi¨®n se sale de lo normal. Al menos del canon Marvel, tanto televisivo (Agentes de S.H.I.E.L.D. o Daredevil) como cinematogr¨¢fico (X-Men principalmente) y a¨²n as¨ª, encaja de forma perfecta en todo el mundo visual que la m¨ªtica casa de c¨®mics ha trasladado a las pantallas. La serie, emitida en Espa?a en Fox, cuenta la historia del superpoderoso mutante David Haller, interpretado de forma fant¨¢stica por Dan Stevens (Matthew en Downton Abbey, aunque aqu¨ª est¨¢ muy cambiado), que no sabe si est¨¢ loco o de verdad tiene ciertas capacidades que van m¨¢s all¨¢ de lo natural.

En la parte de los poderes, en el enfrentamiento con el villano y en ciertos detalles, muchos de ellos gui?os a los seguidores de los c¨®mics, es donde existe esa uni¨®n a la celeb¨¦rrima Patrulla X (hay una conexi¨®n vital respecto a la paternidad del personaje, pero no la vamos a destripar aqu¨ª) creada por Chris Claremont. Pero no esperen superh¨¦roes, grandes batallas y adrenalina f¨ªsica. Es la forma de contar la historia, con tantas capas, y la propuesta visual y auditiva de Noah Hawley (creador tambi¨¦n de Fargo) la que hace que sea todo diferente. Y bueno.

El viaje psicod¨¦lico, perfectamente completado en el ¨²ltimo cap¨ªtulo con la canci¨®n Breathe de Pink Floyd, de David Haller es angustioso, agobiante y hasta cierto punto, cargante. Pero ah¨ª es donde est¨¢ bien hecha la serie. David no sabe si est¨¢ loco o si es un mutante. Y quiz¨¢ sea las dos cosas, lo cual es m¨¢s peligroso. El juego de no saber qu¨¦ es real y que no, con viajes astrales incluidos est¨¢ muy logrado y al final, aunque parezca imposible, todo es coherente.?

Son solo ocho episodios, con la promesa de una segunda entrega para el a?o que viene (como en las pel¨ªculas de Marvel, hay una escena a mitad de los cr¨¦ditos finales), as¨ª que si empiezan a verla y se agobian, no abandonen. Toda la locura de la serie est¨¢ bien justificada. La de David y la de la historia en s¨ª.