Nanni Moretti: ¡°No debemos pensar que el cine puede cambiar el mundo¡±
El cineasta italiano es la estrella invitada del Bafici, que incluye una retrospectiva de su obra y la publicaci¨®n de un libro
Nanni Moretti (Brunico, 1953) ha construido a lo largo de cuatro d¨¦cadas un poderoso universo cinematogr¨¢fico, plagado de personajes ir¨®nicos, neur¨®ticos y confusos a trav¨¦s de los que es posible asomarse tambi¨¦n a la realidad pol¨ªtica italiana. En Argentina, un pa¨ªs con profundas ra¨ªces culturales en el pa¨ªs transalpino, el cineasta cuenta con una legi¨®n de seguidores que ha hecho fila durante horas para poder verlo en Buenos Aires. Despu¨¦s de m¨²ltiples negativas, el director, actor y guionista italiano acept¨® finalmente viajar a la capital argentina para la 19 edici¨®n del Bafici, donde es la estrella invitada. Con una retrospectiva de su obra, la publicaci¨®n del libro Ecce Nanni. El testigo cr¨ªtico y un par de presentaciones p¨²blicas, el festival de cine independiente de Buenos Aires rinde tributo este a?o a uno de los grandes talentos del cine italiano contempor¨¢neo.
"Ver las pel¨ªculas de Moretti me hace seguir conectada a Italia, la tierra de mis abuelos. Vi todas sus pel¨ªculas que se estrenaron ac¨¢ y ahora ver¨¦ otras, como los documentales", comenta Natalia Rossi, una de las cin¨¦filas que aguardan en el Centro Cultural Recoleta a la segunda presentaci¨®n p¨²blica de Moretti en el marco del festival. "Le¨ª que no le gusta mucho viajar, as¨ª que pensaba que nunca le ver¨ªa en persona. Ojal¨¢ me firme el libro", suspira Julieta Vitale, otra de sus admiradoras, antes de entrar en la sala. ?
Con un hablar reflexivo y pausado, en busca de la palabra precisa,?el director de Caro Diario y La habitaci¨®n del hijo respondi¨® durante una hora y media a las preguntas formuladas por el p¨²blico. Detall¨® que su cinematograf¨ªa fue mutando a medida que lo hizo tambi¨¦n su actitud como espectador y as¨ª, el joven que en la sala oscura de los cines se fijaba en la perfecci¨®n formal y detr¨¢s de la c¨¢mara buscaba mantenerse lejano de las emociones qued¨® atr¨¢s a principios de los 80. "Mi actitud cambi¨® en el cine Empire de Roma en 1981, con La mujer de la pr¨®xima puerta, de Truffaut. El final es muy fuerte y me qued¨¦ clavado en la silla. Empezaba a hacerme humano como espectador y como director quise dar m¨¢s emoci¨®n y fuerza a mis pel¨ªculas", cont¨® Moretti. Despu¨¦s, a finales de los 80, detect¨® que el cine que llegaba a la gran pantalla se decantaba por el convencionalismo y opt¨® por marcar distancias con una cinta tan original como Vaselina roja (1989).?
Esa cinta, una par¨¢bola de la crisis de identidad de la izquierda italiana a partir de un partido de waterpolo en el que Moretti juega con la amnesia del protagonista, es complementaria al documental La Cosa, rodado un a?o despu¨¦s en asambleas del Partido Comunista italiano, en plena convulsi¨®n tras la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn. "No les importaba que grabase porque estaba en juego una parte muy importante de su vida, no del poder sino de su vida", recalc¨® Moretti. "Hab¨ªa miedo y angustia, pero tambi¨¦n esperanza", agreg¨®. A 27 a?os de aquella grabaci¨®n, el cineasta subray¨® que rodar ese documental ahora "ser¨ªa imposible porque falta esa pasi¨®n, parece que la pol¨ªtica es algo mucho menos importante en la vida de las personas".
La pol¨ªtica italiana est¨¢ presente en gran parte de su cinematograf¨ªa, pero siempre "filtrada por la experiencia personal de los personajes", subray¨® Moretti. "No me gusta obligar al p¨²blico a que le guste una pel¨ªcula porque trata un tema 'importante'. Para m¨ª no hay argumentos de pimera y de segunda, con cualquier tema se puede hacer una pel¨ªcula buena o mala. En Aprile, mientras todos festejan el triunfo de la izquierda, yo festejo el nacimiento de mi hijo. El caim¨¢n no es una pel¨ªcula sobre Berlusconi sino sobre un productor de pel¨ªculas y una joven aspirante de pel¨ªculas", a?adi¨®. Fiel a esa mirada, el cineasta italiano marc¨® tambi¨¦n distancias con aquellos directores que buscan cambiar la cabeza del espectador. "Lo importante es que el director no piense que el cine puede cambiar el mundo", opin¨® el invitado del Bafici.?
Despu¨¦s de autodefinirse como alguien "de otra ¨¦poca", Moretti se?al¨® que el cine actual se ha bifurcado en dos direcciones, las grandes producciones, con sofisticados efectos especiales, y un cine de autor que busca sorprender y por el que ¨¦l transita desde hace 40 a?os. Aunque celebra la aparici¨®n de nuevos directores, guionistas y actores talentosos en el cine italiano, tiene una mirada cr¨ªtica hacia la tecnolog¨ªa actual del cine. "Hoy con la tecnolog¨ªa es mucho m¨¢s f¨¢cil hacer pel¨ªculas y tambi¨¦n hacer pel¨ªculas malas. Aparecen directores que debutan sin haber reflexionado sobre el m¨¦todo expresivo del cine y usan el lenguaje del cine dominante e incluso de la publicidad", denunci¨®. Nada m¨¢s lejos de su trabajo, minucioso y reflexivo, capaz de cuestionar y conmover.?
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