Las diferentes formas de la utop¨ªa
El Reina Sof¨ªa dedica una antol¨®gica a Kobro y Strzemi¨½ski, quintaesencia de la modernidad de entreguerras
La pareja formada por los artistas Katarzyna Kobro (Mosc¨², 1898-Lodz, 1951) y W?adys?aw Strzemi¨½ski (Minsk, 1893-Lodz, 1952), encarna el m¨¢s puro concepto de lo que fue la modernidad en el per¨ªodo de entreguerras. Figuras clave de la vanguardia europea e inventores de rompedores conceptos art¨ªsticos, su obra se nutre del Suprematismo y Constructivismo rusos para dar formas diferentes a la utop¨ªa socialista. El Reina Sof¨ªa inaugura ma?ana Kobro y Strzemi¨½ski. Prototipos vanguardistas, una antol¨®gica de 160 obras que se podr¨¢ ver hasta el 18 de septiembre en la tercera planta del edificio de Sabatini.
Realizada en coproducci¨®n con el museo Sztuki de Lodz y comisariada por su director, Jaroslaw Suchan, la exposici¨®n recorre en orden cronol¨®gico los momentos cruciales de la obra de una pareja que comenz¨® a trabajar a finales de la primera d¨¦cada del siglo XX hasta el comienzo de la d¨¦cada de los 50. Con la idea de transgresi¨®n siempre en su mente, abordaron de manera original todas las disciplinas art¨ªsticas: la pintura, la escultura, la arquitectura y el dise?o industrial y gr¨¢fico. Fueron tambi¨¦n unos adelantados en nuevas tendencias que desarrollar¨ªan generaciones posteriores como el minimalismo, el movimiento Zero o el arte reduccionista.
Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa explica que fueron pioneros en muchas cosas. Una de ellas fue la construcci¨®n de un museo hecho por artistas, una idea que despu¨¦s ser¨ªa seguida por muchos otros. ¡°Saben nutrirse perfectamente del momento que vive el arte ruso para engarzar su obra en la industria. Toda pieza que realizan tiene que tener una funci¨®n y esta nunca est¨¢ fijada de manera previa. Todo lo que hacen tiene que tener una funci¨®n en el mundo real¡±. A partir de la Segunda Guerra Mundial, a?ade Borja-Villel, su obra, siempre experimental, se va transformando con nuevos elementos. Gran parte de estas obras desapareci¨® durante la guerra y otras muchas porque ellos mismos no quedaban satisfechos de lo que hac¨ªan y prefer¨ªan destruir sus ensayos creativos antes que guardarlos a modo de reliquias.
Jaroslaw Suchan, el m¨¢ximo experto en Kobro y Strzemi¨½ski, recuerda que la primera exposici¨®n de estos artistas que se pudo ver en Espa?a fue en Valencia, en el IVAM, hace 23 a?os. ¡°Son muy conocidos en Polonia, aunque no tanto en el resto del mundo pese a su indiscutible influencia¡±. Entre sus grandes aportaciones destaca su manera de entender cada disciplina art¨ªstica. Por ejemplo, la pintura deb¨ªa limitarse al cuadro, nunca ir m¨¢s all¨¢ del lienzo. La escultura era algo que para ellos nada ten¨ªa que ver con la materia, si no con su inserci¨®n en el espacio. O la arquitectura, solo concebible para orquestar el movimiento del cuerpo humano en el espacio. Es lo que ellos llamaron Unismo y que supone que la obra est¨¢ en consonancia solo con lo que representa. Nunca m¨¢s all¨¢¡±.
Nacidos en la Revoluci¨®n
El encuentro entre ambos artistas se produjo en Mosc¨², en 1918, el a?o siguiente a la Revoluci¨®n. Kobro, de origen alem¨¢n, y Strzemi¨½ski, un polaco nacido en Minsk, se conocieron en la capital rusa ese mismo a?o. Ambos se implicaron en los c¨ªrculos art¨ªsticos de izquierdas y participaron activamente en los intentos de experimentaci¨®n que llevar¨ªan a introducir cambios radicales en el arte as¨ª como a convertirlo en una herramienta de transformaci¨®n social. Primero en Mosc¨² y despu¨¦s en Smolensk, Kobro y Strzemi¨½ski colaboraron estrechamente con artistas como Vladimir Tatlin, El Lissitzky, Antoine Pevsner y Kazimir Malevich. Entre 1921 y 1922, cuando la atm¨®sfera en la Uni¨®n Sovi¨¦tica se fue tornando menos favorable al arte moderno, se trasladaron ilegalmente a Polonia, donde se convirtieron en figuras destacadas del movimiento de vanguardia.
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