Cuando miras al abismo
'Five Easy Pieces', de Milo Rau, evoca los asesinatos del pederasta Marc Dutroux. Espect¨¢culo dur¨ªsimo, pero con belleza y poes¨ªa
Siete ni?os, entre nueve y catorce a?os, representan Five Easy Pieces, un espect¨¢culo sobre los pavorosos asesinatos del pederasta Marc Dutroux, que secuestr¨®, viol¨® y mat¨® a cuatro ni?as en Charleroi (B¨¦lgica) en 1995. Durante el arranque de la funci¨®n todav¨ªa brilla el sol: conocemos a los int¨¦rpretes, a los que interroga, en tono un tanto desabrido, el director encarnado por Peter Seynaeve. Recuerdo a Elle Liza Tayou (¡°en ?frica soy blanca, en B¨¦lgica soy negra¡±) cantando Imagine. A Pepijn Looybuck tocando el piano y diciendo ¡°No lloro nunca, al menos en p¨²blico¡±. A Willen, su hermano, desplegando el acorde¨®n. Le gustar¨ªa ser polic¨ªa, ¡°por el uniforme, y porque primero hay un misterio y luego lo resuelves¡±. Para Polly Persyn, actuar es ¡°mantener la calma y concentrarse¡±. Para Maurice Leerman, ¡°la c¨¢mara muestra mejor las emociones¡±. Winne Vanacker opina que ¡°en el teatro hay personas en vez de marionetas¡±. Le trasplantaron el h¨ªgado: ¡°Ahora estoy vivo, pero llevo el h¨ªgado de un ni?o muerto¡±. Rachel Dedain hace teatro porque cree que ¡°todo el mundo se merece un espacio en ¨¦l. Si no, no ser¨ªa honesto¡±. El director dice: ¡°Pero el teatro no es honesto: es cruel¡±.
Se van a filmar cinco escenas. En la primera se representa la independencia del Congo y el asesinato de Lumumba. Luego, Maurice, maquillado y con el cabello te?ido de blanco, interpreta al padre (viejo, demolido) de Marc Dutroux. Nos enteramos de que el pederasta tambi¨¦n tuvo un hijo: es inevitable preguntarse qu¨¦ fue de ese hijo, que no aparece. El director pregunta: ¡°?Hab¨¦is matado alguna vez?¡±. Los ni?os responden: ¡°Peces de colores. Hormigas. Un p¨¢jaro¡±. ¡°Me dio sensaci¨®n de poder¡±, dice Maurice. En la segunda escena, Willem, de uniforme, interpreta a un polic¨ªa que cuenta la detenci¨®n e interrogatorio del monstruo. ¡°Durmi¨® a Ann y Eefje y las enterr¨® vivas. Dej¨® que Julie y Melissa murieran de hambre en su s¨®tano. Por suerte, a Laetitia y Sabine las encontraron vivas¡±.
Comienzo a respirar con dificultad. Mi trabajo es contar lo que he sentido ante una funci¨®n, y tratar de penetrar en su po¨¦tica. Con Five Easy Pieces, de Milo Rau, tres noches en el Lliure de Gr¨¤cia, no lo tuve f¨¢cil. Se podr¨¢ ver tambi¨¦n en julio en las Naves Matadero de Madrid. Tercera escena. Rachel, nueve a?os, interpreta a Sabine. No olvido sus ojos de ave nocturna, desvelada. Su rostro, en blanco y negro, emergiendo de la oscuridad. Hemos llegado al coraz¨®n del horror: lo que hac¨ªa Dutroux. El personaje del director dice, ¨¢spero: ¡°Rachel, qu¨ªtate la ropa, por favor. Como en los ensayos¡±. La ni?a duda, pero acaba quit¨¢ndose camiseta y pantalones. Se abraza las piernas, para guarecerse. La escena se llama ¡°Ensayo sobre la sumisi¨®n¡±, pero ?es necesaria esa orden? Rachel luego lee una carta ferozmente interminable. El canalla les dec¨ªa que escribieran a sus padres, y las hac¨ªa creer que har¨ªa llegar las cartas. Lo que lee Rachel va mucho m¨¢s all¨¢ de las l¨¢grimas. ¡°Me lleva a la habitaci¨®n de arriba. Hay una cama grande donde me hace todo tipo de cosas. Entra dentro de m¨ª con violencia, y a veces me ara?a hasta hacerme sangre¡¡±. Me estoy ahogando, quiero salir de aqu¨ª. Se?or Rau: permita que le diga que hay algo s¨¢dico en tener que escuchar esto de boca de una ni?a. ?No ser¨ªa igualmente poderoso interpretado por adultos, como en The Civil Wars y Compassion, sus espl¨¦ndidos espect¨¢culos anteriores? De acuerdo, los ni?os de hoy ven las mayores atrocidades por televisi¨®n. De acuerdo, quiere usted mostrar la inocencia. Pero vuelvo a preguntar: ?es necesario que interpreten eso, por mucho que los aplaudan? ?Hasta qu¨¦ punto no entrar¨¢ ese dolor como una sierpe en sus cabezas? O en las nuestras: yo no quiero mirar eso. Ya s¨¦ que lo que digo no es ¡°moderno¡±, aunque le dir¨¦ algo todav¨ªa m¨¢s antiguo, algo que no dej¨¦ de pensar, aquella frase de Nietzsche: ¡°Cuando miras al abismo, el abismo te mira a ti¡±.
La escena en?la que una ni?a cuenta las atrocidades a las que es sometida es de las cosas m¨¢s terribles que he visto en un escenario
Esa escena es de las cosas m¨¢s terribles que he visto en un escenario, pero no anula Five Easy Pieces. Porque en el espect¨¢culo tambi¨¦n hay belleza. Y poes¨ªa: Winne bailando, con dulce torpeza, a los acordes de la m¨²sica de Satie que toca Pepijn. Elle Liza cantando, maravillosamente, Stay, de Rihanna, como un salmo. Los ni?os hablando, con calma, como si fueran en una balsa, r¨ªo abajo, una tarde de verano, de qu¨¦ maneras les gustar¨ªa morir. Sigue el dolor, pero es un dolor tamizado. La cuarta escena, ¡°Solos en la noche¡±, donde Pepijn y Polly interpretan al matrimonio Lejeune, los padres de Julie, consternados por la in¨²til ordal¨ªa de su b¨²squeda: ve¨ªa sus rostros y pensaba en los ni?os de A las nueve, cada noche, aquella lejana pel¨ªcula de Jack Clayton. Y el funeral por las v¨ªctimas, un d¨ªa gris, 10.000 personas congregadas en Lieja, bajo el atronador silencio de Dios. Y el conmovedor mon¨®logo final de Polly, cuando narra la historia de las marionetas abandonadas en la basura, contemplando las nubes, les merveilleux nuages que cant¨® Baudelaire. No volver¨ªa a ver Five Easy Pieces, pero no me arrepiento de haberla visto.
¡®Five Easy Pieces¡¯, escrita y dirigida por Milo Rau. Int¨¦rpretes: Rachel Dedain, Polly Persyn, Pepijn Loobuyck, Elle Liza Tayou y otros. Teatre Lliure (Barcelona), del 13 al 15 de abril. Naves Matadero (Madrid), 6 y 7 de julio.
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