¡°Me vi con el Oscar en la mano¡±
Esteban Crespo debuta en el largo con 'Amar', tras ser candidato al premio de Hollywood con su cortometraje 'Aquel no era yo'
Existe un selecto club, compuesto por siete socios, que es a la vez reflejo del ¨¦xito y del fracaso. Son los siete cineastas espa?oles que han competido al Oscar a mejor cortometraje, seis en el apartado con actores y uno m¨¢s en animaci¨®n. El pen¨²ltimo en entrar fue Esteban Crespo (Madrid, 1971), y hace unos meses recibieron con todos los honores a Juanjo Gim¨¦nez. "Es dificil¨ªsimo llegar hasta ah¨ª"; recuerda Crespo. Todo un logro, manchado por el fracaso de que ninguno de ellos se ha llevado la estatuilla. "Y eso que parec¨ªa que Juanjo iba a lograrlo...", r¨ªe el director.
De su experiencia en Hollywood con Aquel no era yo, el cineasta recuerda multitud de an¨¦cdotas. Como que desde el principio se sinti¨® muy apreciado por la Academia de Hollywood. "Te explican que todos somos nominados, independientemente de nuestra categor¨ªa, y por tanto los mismos privilegios. En el almuerzo de los candidatos te sientan mezclados, por ejemplo". De los d¨ªas previos rememora que en alguna lista aparec¨ªa como favorito. "Y s¨ª, en alg¨²n momento me vi con el Oscar en la mano". Y de la alfombra roja los nervios, y las primeras conversaciones que le dieron a entender que no hab¨ªa ganado. "Sentado en el teatro, pens¨¦ que estaba muy bien situado, hasta que descubr¨ª que el equipo de Helium [el corto que gan¨®] estaba delante de m¨ª. En fin, fue una gran experiencia. Aprend¨ª mucho. Y soy miembro de la Academia de Hollywood, y no de la espa?ola, a pesar de haber sido una vez candidato al Goya, con Lala, y otra ganador, con Aquel no era yo. Hay cosas que a¨²n no se hacen bien".
Aquel no era yo es un trabajo sobre ni?o soldado at¨ªpico en la carrera de Crespo, m¨¢s centrado en amores adolescentes, como Amar. El director lleg¨® al rodaje de su primer largo con los deberes hechos, demasiado hechos. Primero porque el guion lleva escrito m¨¢s de una d¨¦cada. Segundo, porque ya hab¨ªa filmado dos cortos que, unidos, casi valen por Amar. "Descontextualic¨¦ las historias e hice aquellos dos filmes, que pod¨ªan verse independientemente. No eran pruebas, pero s¨ª me sirvieron para estudiar el lenguaje que quer¨ªa usar en el salto al largo. La diferencia entre un corto y un largo estriba principalmente en la producci¨®n. Los primeros los produces t¨², en los segundos ya entran las televisiones, otros productores [entre ellos, en su caso, Netflix]... muchos elementos que debes gestionar". Su ventaja es que ya ten¨ªa algo que mostrar: dos, por decirlo de alguna manera, tr¨¢ileres gigantes. "Ense?an el tono, mi manera de narrar... Pero ocurri¨® algo curioso. Cuando me puse a filmar el largo, me di cuenta de que era lo m¨¢s dif¨ªcil de mi vida profesional, porque dentro de m¨ª quer¨ªa volver a encontrar lo que hab¨ªa encontrado con otros actores y con otro equipo. El ansia me devoraba. Y al final comprend¨ª que ten¨ªa que olvidarme de lo anterior. Porque yo trabajo de forma especial, creando con los actores, y tuve que tener paciencia, dejar que los nuevos int¨¦rpretes descubrieran su propio camino. Eso es lo que hace que las cosas se eleven".
Para su creador, Amar "es una peli de contraste, que polariza al p¨²blico. Ya la primera secuencia separa a quien no le gustar¨¢ de quien se sentir¨¢ enganchado, primero, y arrollado por la historia, despu¨¦s". Y sabe que tiene que luchar en un mercado complicado, el espa?ol. En el resto del mundo, el p¨²blico de las salas de cine es mayoritariamente el adolescente. En Espa?a, las familias. "Lo s¨¦, pero es lo que hay".
Crespo tuvo mucho cuidado con no perder actualidad. Del primer guion de hace 10 a?os al filmado ha cambiado el uso de las tecnolog¨ªas y las relaciones a trav¨¦s de redes sociales. "El amor adolescente es muy especial: porque te crees que es el definitivo, y nunca es as¨ª, y porque te pilla sin herramientas emocionales", asegura el cineasta, que para extremar la trama hace que las familias de la pareja no sean ejemplares ni apoyos para los malos momentos. "Muchas veces los j¨®venes ven a sus padres y descubren ah¨ª lo que no quieren para ellos". ?Y que dicen los adolescentes que lo ven? "Tienen dudas sobre el final. Porque ellos a¨²n no han vivido hechos que marcan la trama. Cuando ya has cumpiido a?os, sabes que pasan cosas. Cuando eres un chaval, a¨²n vives en otro mundo". M¨¢s idealizado, pero no m¨¢s feliz.
Babelia
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