La mafia de ¡®El Padrino¡¯ no necesita efectos especiales
De Niro congrega a Coppola, Pacino, Keaton, Duvall y Caan para celebrar los 45 a?os del estreno de la m¨ªtica pel¨ªcula
La familia volvi¨® a reunirse la noche del s¨¢bado en Nueva York para conmemorar lo que les uni¨® hace casi medio siglo: el estreno de El Padrino. Fue un encuentro ¨²nico para celebra uno de los grandes cl¨¢sicos del cine. Dif¨ªcilmente se volver¨¢ a repetir jam¨¢s una mezcla de talento tan influyente en la cultura audiovisual americana.
La reuni¨®n hist¨®rica en el Radio City Music Hall puso colof¨®n al festival de cine de Tribeca. El evento en esta catedral del espect¨¢culo dur¨® casi diez horas. El marat¨®n arranc¨® a medio d¨ªa con el pase de El Padrino y de la segunda parte de la saga. Siete horas despu¨¦s se abri¨® el coloquio. El director Francis Ford Coppola estuvo acompa?ado por Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton y Talia Shire. En fin, el plantel casi al completo
La culpa fue toda de Robert De Niro, el anfitri¨®n del festival que cada a?o desde la tragedia del 11-S se celebra en la ciudad de los rascacielos. Le pregunt¨® el pasado verano a Coppola si se animaba a participar en el coloquio. No mostr¨® gran inter¨¦s. Le insisti¨®, le convenci¨® y despu¨¦s le pidi¨® si no le importaba que se uniera a ellos el resto. Solo faltaron Marlon Brando y John Cazale, ambos fallecidos.
Join us LIVE as Francis Ford Coppola, Robert De Niro, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton, and Talia Shire reunite and reminisce at Radio City Music Hall in honor of two of the greatest films ever made: @TheGodfather and THE GODFATHER PART II.
Gepostet von Tribeca am Samstag, 29. April 2017
El cineasta Taylor Hackford, nominado al Oscar por Ray, dirigi¨® la conversaci¨®n. Buscaba descifrar alg¨²n secreto m¨¢s de los que se han ido conociendo desde que se proyect¨® por primera vez hace 45 a?os aquel ¨¦pico arranque con Don Vito Corleone sentado en un despacho oscuro, acariciando a un gato gris sobre sus piernas mientras escuchaba medio llorando a Bonasera. Era la imagen perfecta del villano.
1.200 d¨®lares para estar con la banda
Robert de Niro tiene clara una cosa. La participaci¨®n del p¨²blico es vital. Hace una d¨¦cada todo se limitaba a lo que pasaba en la sala de los cines entre el momento en el que se encend¨ªa y apagaba el proyector. Como mucho sal¨ªa algo despu¨¦s en la prensa. Ahora es un proceso que est¨¢ vivo las 24 horas gracias a las redes sociales. As¨ª se entiende el tir¨®n que genera el festival de Tribeca, una de las grandes citas culturales en Nueva York.
Las entradas para ver al cast de El Padrino se agotaron enseguida. En el mercado de reventa el precio de la peor butaca en el Radio City Music Hall, al fondo en el tercer balc¨®n, se negociaba a cerca de 200 d¨®lares, incluyendo comisiones. Abajo, en la orquesta, eran seis veces m¨¢s caras. La demanda llev¨® a la organizaci¨®n del festival a llegar a un acuerdo de ¨²ltimo minuto con Facebook para retransmitir los coloquios en vivo.
El evento fue seguido por 440.000 personas en todo el mundo. Era la primera vez que se permiti¨® tambi¨¦n a la audiencia de todo el mucho formar parte a lo largo del ciclo de la conversaci¨®n en tiempo real con las estrellas invitadas del mundo del cine, de la televisi¨®n, del deporte o de la moda como Kobe Bryant, Lena Dunham, Ron Howard, Matt LeBlanc, Michael Moore, Elizabeth Moss, Zac Posen, Geoffrey Rush y Emily Watson entre otros.
Robert de Niro, que actu¨® en El Padrino II, se mantuvo al margen todo el tiempo. Escuch¨® en silencio c¨®mo Francis Ford Coppola hac¨ªa emerger los recuerdos. El director se sent¨® antes entre el p¨²blico para ver la pel¨ªcula. ¡°Hac¨ªa a?os que no la ve¨ªa¡±, admiti¨® despu¨¦s durante el coloquio, que se prolong¨® durante una hora y media, ¡°ha sido muy emotivo¡±. La ¨²ltima vez fue en la restauraci¨®n del filme.
Imitando a Brando
Coppola se coloc¨® desde el inicio en el centro de la conversaci¨®n. A su izquierda ten¨ªa a Pacino y a la derecha a Caan, que no le quit¨® la mano del hombro ni un momento como muestra de su vieja amistad y de agradecimiento. Juntos imitaron varias veces a Brando. Duvall, en el otro extremo, recordaba como se pasaban todo el tiempo haciendo chistes, ¡°tardaba varios segundos en cogerlos¡±.
Todo empez¨® un domingo de 1969, en San Francisco, leyendo The New York Times. Le pareci¨® intrigante el anuncio de la novela de Mario Puzo, con las letras del t¨ªtulo colgado como si fueran una marioneta. ¡°Pens¨¦ que era un libro intelectual sobre poder¡±, explic¨®. Pero la novela le decepcion¨® cuando la ley¨® por primera vez, ¡°era un texto muy largo. Una tercera parte la dedica a la anatom¨ªa de Lucy Mancini¡±.
El director cont¨® que Paramount no crey¨® que una pel¨ªcula de mafiosos fuera a funcionar y tuvo serios roces con el estudio sobre la composici¨®n del reparto. ¡°Estaba completamente arruinado. Sab¨ªa que si me echaban tendr¨ªan que pagarme pero si me iba no¡±. Adem¨¢s, sab¨ªa que no pod¨ªan hacerlo porque dar¨ªa muy mala publicidad. As¨ª que decidi¨® aguantar. Pero llegar al corte final no fue f¨¢cil.
Los estudios no quer¨ªan ver el nombre de Marlon Brando ni en pintura despu¨¦s de su primer rechazo al papel. ¡°Era un genio¡±, record¨®, ¡°se pon¨ªa papeles en la mand¨ªbula para parecer un bulldog. Cog¨ªa lo que ten¨ªa a mano e improvisaba¡±. Tampoco quer¨ªan a Al Pacino para el papel de Michael Corleone. ¡°Quer¨ªan un hombre alto para Michael¡±, a?adi¨®, ¡°pero yo ve¨ªa su cara cada vez que le¨ªa el gui¨®n¡±.
Al Pacino cont¨® que la llamada de Coppola ofreci¨¦ndole el papel de Michael le lleg¨® en un momento extra?o. ¡°Cuando colgu¨¦ pens¨¦ que era un sue?o o una broma, pero result¨® ser verdad¡±. Tambi¨¦n admiti¨® que estaba m¨¢s interesado en el de Sonny y le preocupaba que era un actor de teatro. ¡°Todo me mareaba. Hab¨ªa mucho caos¡±. Su novia llam¨® al director para decirle que lo estaban torturando con tantas pruebas.
Controversia
¡°?Qu¨¦ ser¨ªa hoy sin Francis?¡±, se pregunt¨® Pacino. El actor cont¨® que en plena controversia con Paramount sobre su elecci¨®n le dijo a Coppola que no pasaba nada si no consegu¨ªa el papel de Michael. ¡°Le dije que ya habr¨ªa otra ocasi¨®n de trabajar juntos. No quer¨ªa estar donde no me quer¨ªan¡±, coment¨® el actor. ¡°Hicimos cientos de pruebas y hasta que no vieron su poder no se convencieron¡±, a?adi¨® el cineasta.
Las primeras semanas, record¨® Shire, ¡°fueron muy duras¡± para Coppola. ¡°La audici¨®n fue dura para m¨ª pero mucho m¨¢s dura para mi hermano [el director, Francis Ford Coppola] porque de lo ¨²ltimo que ten¨ªa que preocuparse era de si su hermana tiraba una c¨¢mara¡±. El cineasta a?adi¨® que en un principio no la vio en el papel de Connie Corleone. ¡°No entraba en mi interpretaci¨®n del personaje¡±, admiti¨®, ¡°el reparto estuvo siempre en el aire¡±.
Pero Hollywood se equivoc¨® de lleno, como otras muchas veces. El Padrino fue el gran ¨¦xito de taquilla en 1972 y durante a?os la familia de los Corleone se convirti¨® en una de las mayores m¨¢quinas de hacer dinero de Hollywood. Lo tiene todo: drama familiar, amor, suspense, sangre, violencia. Es una de esas pel¨ªculas especiales que puedes ver con el paso de los a?os y siempre encuentras algo nuevo.
Aunque quiz¨¢s lo m¨¢s importante es c¨®mo su guion cal¨® en la cultura popular, con citas que se usan a diario ¡°mant¨¦n a tus amigos cerca pero a¨²n m¨¢s cerca a tus enemigos¡±. Coppola cree que una pel¨ªcula de mafiosos como El Padrino podr¨ªa funcionar si se hiciera en la actualidad. Pero duda que un gran estudio le diera el aprobado final. ¡°Nada consigue ahora la luz verde si no puede tener una serie o efectos tipo Marvel Comics¡±, concluy¨®.
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