Bienal de Venecia: ?que empiecen los juegos del arte!
La ciudad italiana acoge desde ma?ana la presentaci¨®n de la 57? edici¨®n de la gran cita
Los miembros m¨¢s destacados de la tribu internacional del arte contempor¨¢neo (galeristas, cr¨ªticos, directores de museos, coleccionistas y comisarios, pero tambi¨¦n estrellas de cine, gur¨²s del dise?o y leyendas de la danza) van goteando esta semana sobre la ciudad de Venecia como la lluvia que ha venido a empa?ar la meteorolog¨ªa del gran acontecimiento social y creativo que supone todos los a?os impares la inauguraci¨®n de la Bienal, cuya 57? edici¨®n?abre sus puertas al p¨²blico el s¨¢bado y hasta el 26 de noviembre.
Una sociedad de naciones. Puede que hayamos pasado el umbral de tolerancia con el n¨²mero de bienales que, desde Berl¨ªn a Estambul, de Camer¨²n a Busan, cargan el calendario art¨ªstico, pero nadie negar¨¢ que la Bienal de Venecia es otra cosa, aunque sea simplemente por una cuesti¨®n de veteran¨ªa. La cita se viene celebrando, con sus pol¨¦micas, sus altibajos y aquel par¨®n causado por la II Guerra Mundial, desde 1895, bajo los auspicios del Estado italiano. Las reglas siguen m¨¢s o menos inalteradas. Los pa¨ªses se presentan con una propuesta art¨ªstica para la que cuentan con la ayuda de un comisario. El n¨²cleo central siguen siendo los pabellones de los Giardini (jardines, en su traducci¨®n del italiano). All¨ª est¨¢n los 30 espacios nacionales permanentes, entre ellos el de Espa?a. La asignaci¨®n de estos pabellones, que gestiona el ministerio de cultura de cada pa¨ªs, se remonta a los a?os treinta. Los que no forman parte de este selecto grupo se ven obligados a alquilar los espacios que gustosamente ponen a disposici¨®n de la cita propietarios repartidos por toda la ciudad. Este a?o los pa¨ªses participantes marcan un r¨¦cord: 81 naciones se batir¨¢n por los premios que concede un jurado que preside Manuel Borja-Villel, director del Reina Sof¨ªa de Madrid, y completan la comisaria Francesca Alfano Miglietti; Amy Cheng (Taiw¨¢n), conservador, escritor y cofundador de TheCube Project Space; Ntone Edjabe (Camer¨²n), periodista y dj, fundador de Chimurenga, publicaci¨®n del arte panafricano, y Mark Godfrey, conservador de arte internacional en la Tate Modern de Londres. Antigua y Barbuda, Kiribati, Nigeria, y Kazajist¨¢n aterrizan por primera vez en la cita.
Que gane el mejor. Es dif¨ªcil saber cu¨¢les son los pabellones que al final de esta semana habr¨¢n atra¨ªdo todas las miradas, aunque de momento en los medios especializados se habla con fuerza del de Estados Unidos, que ha invitado al artista negro Mark Bradford, que planea llenar el espacio con comentarios a la situaci¨®n pol¨ªtica de su pa¨ªs, Alemania (la pujante Anne Imho es la escogida), el de Suiza (que elucubra con el paso de Giacometti por la Bienal), el de Gran Breta?a (con Phyllida Barlow, artista en los m¨¢rgenes que se coloca por esta vez en el centro) o Islandia (que han tomado dos trolls obra del artista Egill S?bj?rnsson).
?Y Espa?a? El artista elegido es Jordi Colomer. El comisario, Manuel Segade. Y la obra: ??nete!, Join us!, un pabell¨®n "n¨®mada" que llama a la movilizaci¨®n ciudadana a partir de la aventura de tres mujeres, la actriz Laura Weissmahr, la compositora y cantante Lydia Lynch y la bailarina catalana de origen hind¨² Anita Deb, que han recorrido diferentes partes del mundo ¡ªBarcelona, Atenas o Nashville (Tennessee, Estados Unidos)¡ª para invitar a los transe¨²ntes a eso mismo: unirse a la celebraci¨®n art¨ªstica.
?Vivan los artistas! Otra de las propuestas que cr¨ªtica y p¨²blico escrutan con mayor inter¨¦s es la que hace el comisario elegido por la Bienal para montar una exposici¨®n con una multitud de artistas de muy variadas procedencias. La ocasi¨®n aspira a tomar el pulso al arte contempor¨¢neo, como en una foto fija que se tomara cada dos a?os. En esta edici¨®n, la designada ha sido Christine Macel, que, con una muestra llamada Viva Arte Viva pretende hacer una apuesta mucho m¨¢s vital y menos tenebrosa que la de la ¨²ltima vez, cuando en 2015 All the World¡¯s Futures, del nigeriano Oukwi Enwezor, no escatim¨® en pesimismo para pintar una sombr¨ªa lectura pol¨ªtica de nuestro tiempo. Macel, conservadora en el Centre Pompidou parisiense, ha dise?ado un recorrido en nueve subtemas organizados en algo que ha bautizado como transpabellones. As¨ª, est¨¢ el Pabell¨®n de los Gozos y los Miedos, el Pabell¨®n de los Colores o el Pabell¨®n Dionisiaco. Ha convocado a 120 artistas y se enorgullece de que muchos de ellos nunca participaron antes en la bienal. El conjunto pretende ser una celebraci¨®n del papel del artista en la sociedad. ¡°Los he colocado en el centro para restablecer una jerarqu¨ªa importante. Son ellos quienes deben situarse por encima de todo acercamiento tem¨¢tico o reflexi¨®n de un comisario. No quer¨ªa que mi discurso dominara sobre el suyo¡±, afirm¨® la semana pasada Macel en una entrevista con EL PA?S.
En paralelo. Casi tan importantes como la oferta de la bienal propiamente dicha, son las oportunidades que el evento ofrece en paralelo. Museos, palazzos y galer¨ªas echan el resto para coincidir con la gran cita y deslumbrar a sus visitantes. La lista quita el hipo, pero, por resumir, este a?o les aguardan las exposiciones de Damien Hirst (un delirio entre la arqueolog¨ªa submarina y las realidades paralelas en la Punta Della Dogana y el Palazzo Grassi), Philip Guston y los poetas (sobre la influencia de la obra de WB Yeats, TS Eliot, DH Lawrence, Wallace Stevens o Eugenio Montale en la pintura de Guston), una muestra sobre las relaciones entre Andy Warhol y Robert Rauschenberg (en la Fundaci¨®n Cini), una instalaci¨®n escult¨®rica del belga Jan Fabre (en Abbazia di San Gregorio), la cineasta y fot¨®grafa iran¨ª Shirin Neshat en el Museo Correr, Pierre Huygue en la Fundaci¨®n Prada o Intuition, exposici¨®n colectiva comisariada por el coleccionista y dise?ador de interiores Axel Vervoordt en el Palazo Fortuny. Adem¨¢s, este mi¨¦rcoles, la poderosa galer¨ªa Victoria Miro, de Londres, abrir¨¢ un espacio en la ciudad de los canales, que inaugura con una exposici¨®n sobre el pintor Chris Ofili, ganador del premio Turner.
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