La vida o el arte de Ed van der Elsken
Document¨® la contracultura a lo largo del siglo XX mientras exploraba su propia identidad. Una retrospectiva nos adentra en la obra de este extraordinario fot¨®grafo y cineasta
Fue hijo de su tiempo. ¡°Sombr¨ªo en los cincuenta, rebelde en los sesenta, emancipado en los setenta, reflexivo en los ochenta¡±, as¨ª describe la historiadora de fotograf¨ªa Hripsim¨¦ Vissser al fot¨®grafo y cineasta Ed van der Elsken (1925-1990), artista cuya obra escapa a cualquier definici¨®n. Un esp¨ªritu libre, de cuya ansia por vivir brot¨® una obra tan espont¨¢nea como intensa, tan vital como concisa, tan personal como universal; una obra que arrastra consigo las contradicciones del siglo pasado y por la cual se le reconoce como el fot¨®grafo holand¨¦s m¨¢s importante de dicho periodo.
El museo Steidelijk de ?msterdam nos ofrece la oportunidad de recorrer su obra a trav¨¦s de Camera in Love, la retrospectiva m¨¢s extensa del artista celebrada hasta la fecha. ¡°Sus libros desaf¨ªan al g¨¦nero, sus exposiciones arrojaron por la ventana todas la convenciones curatoriales, y nunca cesa de sorprendernos con la extraordinaria gama de sus pel¨ªculas¡±, escribe David Campany en el cat¨¢logo, publicado por Prestel, que bajo el mismo nombre acompa?a a la muestra. ¡°Cuando creemos que ya tenemos la medida del hombre, otro aspecto llama nuestra atenci¨®n. Es la aparente infinidad de su obra, tan inseparable de la infinidad incontrolable de su personalidad, la que ahora seduce mundialmente¡±. La exposici¨®n se podr¨¢ ver en el Jeu de Paume a partir de junio y llegar¨¢ a Madrid en enero de 2018, donde se expondr¨¢ en la Fundaci¨®n Mapfre.
Se describ¨ªa como un cazador. No buscaba nada especial, simplemente aquello que en la realidad circundante le recordaba a ¨¦l mismo; a las propiedades que se atribu¨ªa a s¨ª mismo, a las que fundamentalmente identificaba con la autenticidad y el orgullo. La gente que fotografiaba en la calle, o en sus viajes, era diversa. Gente que ¡°realmente exist¨ªa¡±. No precisamente la gente guapa y famosa, sino aquella que "viv¨ªa o luchaba por vivir", lo que ¨¦l llamaba ¡°mi tipo de personas¡±. ¡°Mi ideal hubiese sido tener una peque?a c¨¢mara dentro de mi cabeza con una lente que se extendiera fuera y grabase 'art¨ªsticamente', veinticuatro horas al d¨ªa¡±, escrib¨ªa el autor en 1986.
Comenz¨® haciendo fotos en las calles de ?msterdam. En 1950 se traslad¨® a Par¨ªs, donde trabaj¨® en el cuarto oscuro de la agencia Magnum, revelando fotos de Robert Capa y Cartier-Bresson. En 1953 ?Edward Steichen le seleccion¨® para participar en la exposici¨®n Postwar European Photography y m¨¢s tarde para The Family of Men. Su obra, como la de Robert Frank y William Klein, surgi¨® de una actitud contestataria. Los tres por separado y sin concesiones, quisieron encontrar una voz propia. Una respuesta a las pautas, predecibles y f¨¢ciles de consumir, impuestas por los medios de masas destinadas a acabar con el car¨¢cter experimental que desde sus comienzos defini¨® al reportaje.
As¨ª, pronto van der Elsken abandon¨® Magnum para adentrarse de lleno en la vida bohemia de un grupo de j¨®venes de Saint-Germain. Los fotografi¨® en la intimidad de sus apartamentos, en la calle y en sus reuniones en los bares. De ah¨ª surgi¨® la idea, por iniciativa de Steichen, del que fue su primer libro, Love on the Left Bank (1956), donde la ficci¨®n se mezcla con la realidad. Cuando Nan Goldin lo vio por primera vez encontr¨® a su verdadero predecesor: ¡°Al igual que Ed, me defino como el amante... En la oportunidad de tocar a alguien con una c¨¢mara en vez de f¨ªsicamente. Esa idea de estar obsesionado con alguien y convertirlo en ic¨®nico a trav¨¦s de una fotograf¨ªa, resonaba en m¨ª en su obra¡±, escribe la fot¨®grafa en el cat¨¢logo.
Pronto comenzaron sus viajes alrededor del mundo, de los cuales surgir¨ªa Sweet Life, considerada en la actualidad como una de sus grandes obras. En total fueron m¨¢s de veinte libros los que public¨® a lo largo de su vida. ¡°La exposici¨®n no solo se centra en sus fotograf¨ªas, sino tambi¨¦n en sus pel¨ªculas¡±, se?ala Manique Heindricks, comisaria asistente de la muestra. ¡°Se exhibe mucho material in¨¦dito de su archivo personal, como contactos, esbozos y correspondencia¡±.
La muestra tambi¨¦n intenta se?alar su faceta m¨¢s comprometida. ¡°Decididamente exist¨ªa en ¨¦l un compromiso social, y hemos intentado destacar esta faceta¡±, se?ala Heindricks.¡°Por ejemplo, se exhibe la pel¨ªcula Margins of life, sobre la pobreza en ?msterdam en los sesenta. As¨ª como tambi¨¦n la pel¨ªcula sobre la demolici¨®n del distrito jud¨ªo de la ciudad¡°. ¡°Gozo de la vida, no soy complicado y disfruto de todo. Amor, coraje y belleza. Y tambi¨¦n: ira, sangre sudor y l¨¢grimas¡±, dec¨ªa el autor en una de sus filmaciones.
A pesar del car¨¢cter informal, tierno e improvisado de su fotograf¨ªa, cuidaba tanto la t¨¦cnica como la puesta en p¨¢gina de sus im¨¢genes. ¡°A trav¨¦s del montaje y la maquetaci¨®n introduc¨ªa en sus libros una sensaci¨®n f¨ªlmica y lograba unos ritmos muy din¨¢micos, as¨ª como unas combinaciones muy interesante entre las p¨¢ginas¡±, destaca Heindricks. Esto queda muy patente en Jazz, el primero de sus libros dise?ado por ¨¦l mismo, en los que intenta simular el car¨¢cter improvisado del jazz haciendo uso, por ejemplo, de largos cortes en instrumentos como la trompeta, altern¨¢ndolos con peque?os cortes verticales, que se asemejan a las teclas de un piano.
Nunca dej¨® de autorretratarse, tanto en su obra f¨ªlmica como en la fotogr¨¢fica, Lo hizo hasta el final de su vida, cuando, enfermo de c¨¢ncer, se film¨® a s¨ª mismo recibiendo tratamiento (Bye, 1990). Fue tan voyeur como exhibicionista. ¡° Aunque se mantuvo activo y productivo durante cuatro d¨¦cadas¡±, escribe Campany, ¡°Van der Elsken nunca tuvo lo que nosotros podr¨ªamos llamar una carrera, ni tan siquiera una trayectoria artistica: tuvo una vida¡±.
Camera in Love. Stedelijk Museum. ?msterdam. Hasta el 21 de mayo.
Camera in Love. Prestel. 287 p¨¢ginas. 48 Euros.
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