Joaqu¨ªn Sabina: ¡°Invitar a Trump a M¨¦xico es casi peor que invitarme a m¨ª a Los Pinos¡±
El artista llega a M¨¦xico con la gira de su nuevo disco 'Lo niego todo'
Le colocan una ca?a con poca espuma en una mesa alta. Joaqu¨ªn Sabina ha llegado a M¨¦xico, est¨¢ en una rueda de prensa. Y reconoce que se se acaba de levantar.?
¡ªSalud.
Lo niega todo, dice, en su nuevo disco: "La leyenda del suicida y la del bala perdida". Excepto algunas cosas, que siguen pareciendo igual a sus 68 a?os. "Muy cerca del 69", comenta p¨ªcaro. S¨®lo se muestra t¨ªmido ante los flashes y suplica ¡ªsin mencionarlo directamente¡ª que terminen pronto de hacerle fotos. Este viernes ha presentado en Ciudad de M¨¦xico su nuevo disco, Lo niego todo, y su gira, donde este pa¨ªs siempre tiene un hueco especial. Ofrecer¨¢ siete conciertos en la capital (el 14,16,23 y 28 de mayo), Guadalajara (18 de mayo), Monterrey (el d¨ªa 20) y Puebla (el pr¨®ximo 25).
"Estoy muerto de miedo. Escribirlo y grabarlo ha sido un placer, una fiesta. El reto viene ahora en una gira larga en la que me gustar¨ªa no defraudar a la gente", ha confesado en una rueda de prensa, poniendo sobre la mesa uno de los episodios m¨¢s turbios: aquella fat¨ªdica noche en Madrid, donde el p¨¢nico se apoder¨® del veterano artista y tuvo que abandonar las tablas en una espant¨¢?sin precedentes. "?Estar¨¦ a la altura?", es la pregunta que se repite antes de subir al escenario, despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas de carrera y una legi¨®n de millones de fans en todo el mundo. "Cuento con un p¨²blico que tiene tal empat¨ªa y tal capacidad de hacerme olvidar que siempre los voy a defraudar, que nunca me ha dejado tirado en la arena", ha se?alado emocionado.?
Antes de tocar sus miedos, ha apuntado contra M¨¦xico convencido: "Creo que deber¨ªan dar infinitamente m¨¢s la cara contra Trump". Y no ha querido meterse m¨¢s en pol¨ªtica nacional, despu¨¦s de aquella ocasi¨®n en 2010 en la que llam¨® "ingenuo" al entonces presidente de M¨¦xico, Felipe Calder¨®n, por emprender una guerra contra el narcotr¨¢fico. Entonces, se plante¨® aplicarle el art¨ªculo 33 de la Constituci¨®n, que proh¨ªbe a los extranjeros manifestarse sobre asuntos pol¨ªticos del pa¨ªs. Pero todo el esc¨¢ndalo se cerr¨® f¨¢cil: con una comida en Los Pinos.?
¡ª ?Comer¨¢ tambi¨¦n con el actual presidente?
¡ª Que cometiera un error una vez, no quiere decir que tenga que volver a repetirlo...
Y, sin se?alar directamente a Pe?a Nieto, ha rematado: "Me parece inconcebible que aguantaran que Trump los tratara as¨ª. Que cuanto m¨¢s hablaba del muro, incluso antes de ganar las elecciones, su presidente, ese se?or tan bien peinado... [pausa para las carcajadas del p¨²blico] lo invitara a M¨¦xico. Eso es casi peor que invitarme a m¨ª a Los Pinos", comenta riendo y le da un sorbo a la cerveza.
En su nuevo disco habla abiertamente de envejecer, por eso cuenta que decidi¨® que lo produjera "un chaval joven como Leiva", para intentar darle un tono fresco a unas letras tan duras. Porque ha llegado a un momento donde le tiene m¨¢s miedo a la muerte de sus amigos que a la que a ¨¦l le ronda. Y ha recordado a Chavela y a Juan Gelman y a?El Gabo.?"Quien ha tratado de vivir la vida intensamente, a la muerte en s¨ª misma no le tiene miedo, le tengo miedo al deterioro f¨ªsico, no me imagino ciego, como Borges, o que me tengan que ayudar para ir al ba?o, creo que no lo soportar¨ªa... Pero para eso se ha inventado el suicidio, un maravilloso acto de libertad al cual no pienso recurrir", advierte entre risas.
No muy lejos de ah¨ª, en la plaza ic¨®nica de M¨¦xico, Garibaldi, los mariachis entonan Y nos dieron las diez sin saber qui¨¦n la compuso. "Eso es lo mejor que me ha pasado jamas en la m¨²sica. M¨¢s que cualquier clase de premio", reconoce muy serio. "Lo m¨¢s grande es que tus canciones se vuelvan an¨®nimas y las baile don nadie con cualquiera".
Sabina inicia el domingo en la Ciudad de M¨¦xico una gira internacional por Latinoam¨¦rica y Europa, que continuar¨¢ en Reino Unido, Espa?a y Francia para cruzar el charco de nuevo hacia Ecuador, Per¨², Chile y Argentina.
Babelia
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