Dibujos para salir del drama de ¡®Charlie Hebdo¡¯
Catherine Meurisse exorciza en el ¨¢lbum ¡®La levedad¡¯ la masacre del semanario franc¨¦s, de la que escap¨® por azar
Una mala noche por un desenga?o sentimental de horas antes y un despertador que no oy¨® o que quiz¨¢ no son¨® nunca salvaron a Catherine Meurisse del atentado que cost¨® la vida a 12 compa?eros del semanario Charlie Hebdo en Par¨ªs, el 7 de enero de 2015. Lleg¨® tarde a la reuni¨®n del consejo. Escuch¨® las r¨¢fagas de kalashnikovs desde un despacho vecino. La que fue la primera mujer de la redacci¨®n de la revista, a la que se hab¨ªa incorporado hac¨ªa 10 a?os, no sali¨® indemne de aquello: qued¨® en un estado de semiinconsciencia, incapaz de sentir, de emocionarse por nada. Simplemente, se hab¨ªa secado. Como ser humano, luego tambi¨¦n como artista. Quiz¨¢ por eso tard¨® m¨¢s de cinco meses en poder volver a dibujar algo y casi un a?o en plasmar esa particular traves¨ªa del desierto que, al menos en lo profesional, intenta superar con La levedad, ¨¢lbum aparecido en Francia el a?o pasado y que ahora publica en castellano Impedimenta, traducido por Llu¨ªs-Maria Tod¨®.
¡°Quer¨ªa algo tan simple como no volverme loca: absolutamente todo se hab¨ªa convertido en un sinsentido, perd¨ª la noci¨®n de mi identidad como mujer, persona y como dibujante; cre¨ª que ya nunca m¨¢s podr¨ªa volver a leer, pero me conformaba con poner los pies en el suelo, aunque fuera el suelo de otro planeta¡±, admite la delgada Meurisse (Niort, Francia, 1980), hoy, martes, en Barcelona, primera parada de la promoci¨®n de su ¨¢lbum en Espa?a. Ella busc¨® instintivamente refugio en la literatura, como cuando de peque?a dibujaba adaptaciones de Alejandro Dumas, pasi¨®n por las letras que se tradujo en su primer ¨¢lbum, La comedia literaria (2008), paseo con humor por las letras francesas. Recorri¨® a Baudelaire y fue a la playa de Balbec, donde su admirado Proust y su En busca del tiempo perdido, o a ver un Obl¨®mov, donde el antih¨¦roe de Goncharov s¨®lo reforz¨® su sensaci¨®n de que nada en esta vida, ni la vida misma, vale para nada. Fue, simplemente, peor. ¡°Me entr¨® p¨¢nico: la literatura no me ayudaba, ni rehac¨ªa mi imaginario; y si no pod¨ªa dibujar, yo ya no exist¨ªa¡±.
En ese proceso de desesperaci¨®n, que bien reflejan en La levedad unos trazos en blanco y negro, muy simples, de estilo ¡°seco, delgado", fruto de su estado de ¨¢nimo, como los define ella misma, Meurisse quiso creer que ¡°tras el atentado, s¨®lo un shock est¨¦tico, el shock de la belleza, podr¨ªa acabar con el shock del terror de Charlie Hebdo¡±. Fue, pues, a Roma a la b¨²squeda del s¨ªndrome de Stendhal. Logr¨® que le otorgaran una estancia en la Villa M¨¦dici. ¡°Concededme asilo, os lo ruego; es una cuesti¨®n de vida o muerte¡±, les escribi¨®. Tampoco pareci¨® funcionar: ¡°Descubr¨ª que la historia del arte solo habla de la violencia humana; confiaba en que el arte me proteger¨ªa; fui o soy ingenua¡±, dice con un hilo de voz. Y ahora entiende por qu¨¦ casi cada d¨ªa terminaba sus solitarios paseos visitando una obra de Caravaggio: ¡°?l tambi¨¦n cometi¨® un asesinato y sus cuadros tienen esa luz tenebrosa, pero a la vez contienen belleza...¡±.
Nada, no parec¨ªa curarse: en las viejas estatuas decapitadas o deterioradas ¡°s¨®lo ve¨ªa la masacre de Charlie Hebdo y la de la sala Bataclan". "Los m¨¢rmoles mutilados me serv¨ªan para poner cara y cuerpo a la masacre de la que yo o¨ª s¨®lo los disparos¡±. Lentamente, entre un grupo de becarios de la villa y en una noche oyendo interpretar a Bach le pareci¨® reconocer sensaciones. ¡°No pod¨ªa leer, ni ver pel¨ªculas, no recordaba algunas cosas, pero pareci¨® que de pronto todo volv¨ªa poco a poco¡±. Y tambi¨¦n el color: la segunda mitad de La levedad luce suaves cielos pastel y tierras de ocres p¨¢lidos. ¡°Dibuj¨¢ndome, me ve¨ªa viva¡±. La belleza la hab¨ªa vuelto a la levedad. El ¨¢lbum, incluso, est¨¢ pespunteado por el humor: "Porque est¨¢ en la vida y as¨ª soy fiel al ADN de Charlie Hebdo¡±, se?ala mientras empieza incluso a sonre¨ªr.
Meurisse, con la tragedia de Charlie Hebdo, hab¨ªa vivido un episodio de disociaci¨®n del cerebro que le provoc¨® una anestesia emocional, sensorial y cierta amnesia. Su psic¨®logo habl¨® de que quiz¨¢ una vez curada har¨ªa una novela gr¨¢fica de todo ello. As¨ª ha sido: ha quedado el ¨¢lbum (85.000 ejemplares en Francia, premio Wolinski 2016), la constataci¨®n de que ¡°el terrorismo es el enemigo del lenguaje¡±, su abandono del semanario y a¨²n una negativa a conceder entrevistas o a responder a preguntas del p¨²blico sobre el islam. Poca factura, en el fondo. Quiz¨¢ tenga raz¨®n Nietzsche: ¡°Tenemos el arte para no morir de verdad¡±.
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