Miguel Hern¨¢ndez, un torero fastidioso
La idea de incluir la imagen del poeta de Orihuela para ilustrar el cartel anunciador de la feria de Alicante ha sido sencillamente brillante
¡°Que la realidad no te fastidie un buen titular¡±, reza el viejo adagio period¨ªstico. Tal que as¨ª es lo ocurrido en el Ayuntamiento de Alicante, en el que los grupos de izquierda Guanyar Alacant y Comprom¨ªs, que gobiernan en un tripartito con el PSOE, se negaron a aceptar los carteles taurinos de la feria de Hogueras porque el cartel inclu¨ªa la imagen del poeta Miguel Hern¨¢ndez, junto a uno de sus poemas en defensa del toro.
El asunto est¨¢ solucionado, como corresponde a un estado democr¨¢tico, aun cargado de deficiencias, pero evidencia la contradicci¨®n en la que se mueven algunos grupos pol¨ªticos en relaci¨®n con la fiesta de los toros.
Debe reconocerse, en primer lugar, que la idea de utilizar ¡ªen el mejor sentido del t¨¦rmino¡ª?la imagen del poeta de Orihuela para ilustrar el cartel anunciador de la feria ha sido sencillamente brillante. Parece que la iniciativa parti¨® de Ignacio Lloret, gerente de la empresa taurina de Alicante, y la plasm¨® Jos¨¦ Ram¨®n Lozano, director de comunicaci¨®n y dise?ador en su tiempo libre. Enhorabuena a los dos, pues no han hecho m¨¢s que servirse de la realidad para escribir el mejor titular posible con motivo del 75 aniversario de la muerte del artista.
Miguel Hern¨¢ndez fue un poeta genial, un hombre de izquierdas y aficionado a los toros. Criado entre cabras y caballos de picar, conoci¨® pronto la tauromaquia, se sinti¨® fascinado por el toro y sus circunstancias y a ellos dedic¨® algunos de sus mejores poemas; como el que ilustra el cartel: ¡ Despierta¡toro: esgrime, desencadena, v¨ªbrate. Levanta, toro: truena, toro, abal¨¢nzate. Atorbell¨ªnate, toro: revu¨¦lvete. S¨¢lvate, denso toro de emoci¨®n y de Espa?a¡
Alicante recula y acepta el cartel taurino de Miguel Hern¨¢ndez
Trabaj¨® junto a Jos¨¦ Mar¨ªa de Coss¨ªo en la magna enciclopedia Los Toros, y pas¨® muchas horas en la Biblioteca Nacional recopilando datos biogr¨¢ficos de muchos toreros, cuyas historias fueron escritas por el poeta. Seg¨²n diversos autores, suyas son las biograf¨ªas de Jos¨¦ Ulloa Tragabuches, Antonio Reverte Jim¨¦nez, Manuel Garc¨ªa El Espartero y Rafael Molina S¨¢nchez Lagartijo, todas ellas publicadas en el tomo III de la enciclopedia Los Toros (Madrid, 1945).
Antes y despu¨¦s de su encuentro con Coss¨ªo, el toro es una de las grandes met¨¢foras en la obra de Miguel Hern¨¢ndez; el toro expresar¨ªa no solo la tragedia y la gloria de la existencia humana, sino el esp¨ªritu tel¨²rico e inmortal de Espa?a, seg¨²n Mariate Cobaleda, doctora en Filosof¨ªa, y autora de un estudio sobre el simbolismo del toro en la obra del poeta. Resalta, asimismo, el semblante heroico del torero de Miguel Hern¨¢ndez, ¡°un torero que se inicia en la nobleza y el valor por la capacidad de tragedia que implica la lidia¡±. El poeta convierte al diestro en protagonista, siempre desde el tr¨¢gico instante de la cogida, un nefasto suceso que glorifica y honra al torero, ¡°al que entiende como un espejo de la humanidad¡±.
Ese es el pensamiento de Miguel Hern¨¢ndez, y as¨ª perdurar¨¢ para siempre.
?La izquierda alicantina se opone al cartel para sobrevolar sus propios escr¨²pulos y acaba acept¨¢ndola para no ser tachada de autoritaria
?l, como Garc¨ªa Lorca, Alberti o el fil¨®sofo Ortega y Gasset, entre otros, fueron hijos de su ¨¦poca, intelectuales insignes y esp¨ªritus sensibles que apreciaron en la fiesta de los toros algo m¨¢s que el color de la sangre.
Ah¨ª queda su memoria, la memoria de Espa?a, la cultura y la historia, para bien o para mal, guste o no guste, pero a la que no se puede renunciar.
Ese es el error principal de la izquierda alicantina, mezclado con una estratagema propia de quien posee una ideolog¨ªa ligera de equipaje: se oponen a la imagen taurina del poeta para sobrevolar sus propios escr¨²pulos, y acaban acept¨¢ndola, por imperativo legal, para no ser tachados de autoritarios.
Lo ¨²nico que est¨¢ claro es que Miguel Hern¨¢ndez representa el toro y es torero, y, como tal, una molestia para quienes consideran que la tauromaquia es una afici¨®n propia de b¨¢rbaros.
La realidad del poeta les ha fastidiado el buen titular que sostiene su estrategia pol¨ªtica.
Que sigan siendo, pues, antitaurinos, y aprendan, tambi¨¦n, del poeta al que dicen admirar: ¡°No soy de un pueblo de bueyes/ que soy de un pueblo que embargan/ yacimientos de leones,/ desfiladeros de ¨¢guilas/ y cordilleras de toros/ con el orgullo en el asta¡±.
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