?Qui¨¦n decide qu¨¦ es cine?

Acudi¨® a una sala de cine a ver una pel¨ªcula. Como toda la vida. Pero, luego, Ted Sarandos advirti¨®: ¡°La cultura est¨¢ cambiando¡±. El pasado viernes, el responsable de contenidos de Netflix asisti¨® al pase de gala de Okja, uno de los dos filmes a concurso en el festival de Cannes de la poderosa plataforma online de contenidos audiovisuales. Sin embargo, el certamen ha decidido cambiar sus reglas, as¨ª que desde el a?o que viene la compa?¨ªa ya no podr¨¢ participar, si no modifica su pol¨ªtica de lanzar sus obras en la Red sin un paso previo por los cines. De ah¨ª que se hayan desatado pol¨¦micas y debates: ?es cine solo lo que se vea en salas? ?Netflix quiere matar a los exhibidores o son ellos que dan la espalda al futuro? ?Acabar¨¢n llegando a un acuerdo?

En realidad, Netflix s¨ª estrena en salas dependiendo de cada filme: Okja, de Bong Joon-ho, se ver¨¢ a la vez en su plataforma a finales de junio y en cines de Reino Unido y Corea del Sur. Y largos de la compa?¨ªa ya hab¨ªan pasado, sin pol¨¦micas, por el festival de Venecia o la Berlinale. ¡°La mejor manera de ver una pel¨ªcula es en un cine, pero muchas no llegan. Esto es un embudo, y es estupendo que al menos est¨¦n en Netflix¡±, defiende Roger Gual, director de 7 a?os, primer filme espa?ol del coloso estadounidense Y lo cierto es que en Espa?a, en 2015, la mitad del p¨²blico se reparti¨® entre las 20 pel¨ªculas m¨¢s taquilleras, apenas un 1% de los 2.040 filmes exhibidos, en datos del Observatorio Audiovisual Europeo. ¡°Hay centenares de pel¨ªculas en Cannes que la gente no ver¨¢ en salas¡±, agreg¨® Tilda Swinton, protagonista de Okja, en el certamen.

El problema est¨¢ en Francia, con su poderosa pol¨ªtica proteccionista del audiovisual: tras su estreno en salas, una pel¨ªcula no puede lanzarse online antes de 36 meses. Tres a?os suponen varias vidas en Internet, y eso castra el desarrollo de ese negocio en el pa¨ªs donde naci¨® el s¨¦ptimo arte. ¡°Vivimos en una generaci¨®n que ya ha visto los cl¨¢sicos en un m¨®vil¡±, cont¨® Sarandos a la prensa. Y ayer, en el encuentro que organiza anualmente en Cannes el Observatorio Audiovisual Europeo, el italiano Marco Chimenz, presidente del Club de productores europeos, ahond¨® en el cambio generacional: ¡°La pirater¨ªa ha marcado los h¨¢bitos de consumo. El p¨²blico desea ver lo que quiera, cuando quiera y donde quiera. El VoD [Video on Demand, los servicios audiovisuales de streaming] ser¨¢ dominante porque se acerca a lo que la audiencia ans¨ªa¡±. O como dijo otro participante: ¡°Se aproxima la ¡®uberizaci¨®n¡¯ del mercado, el productor llegar¨¢ cada vez m¨¢s directamente al cliente¡±.

Sin embargo, cifras en mano, la ola digital dista mucho de ser un tsunami. M¨¢s all¨¢ de po¨¦ticas reflexiones sobre d¨®nde ver el cine ¡ªtodo se produce y se rueda igual, lo que cambia es el consumo del producto, si en casa, en un m¨®vil, en una tableta o en una sala tradicional¡ª, el mercado del Viejo Continente a¨²n se basa en su pilar m¨¢s antiguo. De 8.000 pel¨ªculas europeas estrenadas de 2011 a 2015 ¡ªel estudio analiza las que lograron al menos un 20% de su taquilla fuera de su territorio¡ª, la mitad solo se vio en salas y otro 37% sali¨® en cines y VoD en su pa¨ªs. Tres de cada cuatro estrenos online pasaron previamente por la gran pantalla. El Observatorio adem¨¢s apunta la preponderancia del cine estadounidense en los cat¨¢logos de alquiler digital en Europa, donde en octubre de 2016 al menos la mitad de las pel¨ªculas proced¨ªa de Hollywood.

Entre 2005 y 2014 las pel¨ªculas europeas se estrenaron de media en 2,6 pa¨ªses de la UE, mientras que las estadounidenses llegaron a 9,7 territorios. El 47% de los estrenos europeos en ese periodo apareci¨® en al menos una de las 75 plataformas de VoD estudiadas por el Observatorio (es decir, 5.046 filmes de 10.828). En cambio, el 87% de los estrenos estadounidenses alcanz¨® tambi¨¦n su distribuci¨®n digital (2.404 filmes de 2.748). El cine europeo a¨²n viaja poco.

Sin embargo, entiende que Internet es el futuro: las ventanas de explotaci¨®n se van acortando ¡ªcada vez se pueden ver antes las pel¨ªculas en streaming o DVD o en televisi¨®n tras su proyecci¨®n en cines¡ª y las cifras del negocio digital crecen y crecen. Hace cuatro a?os, por ejemplo, que ya superaron los ingresos del alquiler en DVD. ¡°El audiovisual siempre ha estado en movimiento¡±, cuenta la directora Isabel de Ocampo, presidenta ejecutiva de EWA, la red europea de mujeres del audiovisual. ¡°Si una pel¨ªcula nace pagada por una de estas plataformas, cambia su lenguaje, que ser¨¢ distinto al de una pensada solo para salas. Pero ya hubo otros cambios en la historia del cine. Muchas obras producidas por estas compa?¨ªas suele ser de bajo presupuesto, y esto beneficia a las directoras, m¨¢s habituadas a poco dinero en sus proyectos. S¨¦ que las plataformas acabar¨¢n ganando, pero como creadora a¨²n me gustar¨ªa que se alargara la resistencia, el apoyo al estreno en salas¡±, como apuesta tambi¨¦n Cannes.

Juan Carlos Tous, presidente de Filmin, plataforma de cine y series en streaming para Espa?a y Portugal, apunta: ¡°Si participas en un festival hay que aceptar sus reglas. Otra cosa es si est¨¢n equivocadas o no. Hay que evolucionar¡±. ?Qu¨¦ pasar¨¢ en otros cert¨¢menes de serie A como San Sebasti¨¢n? Sus dirigentes, ayer, prefirieron no responder: ¡°En este momento no nos corresponde hablar¡±.

S¨ª habla, y muy bien, de Netflix Borja Cobeaga. Esta semana la plataforma anunci¨® que su segundo filme espa?ol ser¨¢ Fe de etarras, una comedia sobre ETA del director y guionista vasco. ¡°Me han garantizado libertad total. Para m¨ª es una manera nueva de hacer las cosas y me hace ilusi¨®n. Adoro los cines pero las mejores pel¨ªculas de mi vida las he visto en una televisi¨®n de 14 pulgadas¡±, afirma. Y Gual refuerza sus palabras. Subraya que tambi¨¦n rod¨® 7 a?os tal y como quiso y que el alcance se dispar¨® respecto a sus otros tres filmes. Un peque?o thriller sobre la corrupci¨®n en Espa?a ha sido halagado en Corea del Sur o Sud¨¢frica y ha generado adaptaciones teatrales en Argentina o EE UU. ¡°Me imagino que los que hacemos pel¨ªculas queremos que las vea cuanta m¨¢s gente mejor¡±, asevera. uanta m¨¢s gente, mejor¡±, asevera. Porque Netflix no ofrece a los cineastas salas pero s¨ª 100 millones de espectadores potenciales. Y un dilema: ?qu¨¦ prefieren? Otra pregunta del mill¨®n.