Muere Roger Moore, el James Bond que sonre¨ªa y no quer¨ªa disparar
El brit¨¢nico, c¨¦lebre por interpretar a 007 y por series televisivas como 'El Santo', fallece a los 89 a?os
James Bond tambi¨¦n es mortal. El actor brit¨¢nico Roger Moore falleci¨® ayer en Suiza a los 89 a?os, debido a un c¨¢ncer, seg¨²n anunci¨® su familia. Es la primera muerte de un int¨¦rprete del agente 007. Moore, en concreto, fue Bond en siete pel¨ªculas de la saga. Sustituy¨® a Sean Connery en el papel, que mantuvo entre 1973 y 1985, siendo el actor que m¨¢s veces ha interpretado en filmes oficiales al personaje creado por Ian Fleming. Antes, ya hab¨ªa alcanzado la fama mundial gracias a las series El Santo y Los persuasores.
"El afecto que nuestro padre sinti¨® cada vez que se subi¨® a un escenario o se puso frente a una c¨¢mara le empuj¨® a seguir trabajando con noventa a?os. Gracias Pap¨¢, por ser t¨² y por ser tan especial para tanta gente", se lee en un comunicado difundido por sus hijos.
With the heaviest of hearts, we must share the awful news that our father, Sir Roger Moore, passed away today. We are all devastated. pic.twitter.com/6dhiA6dnVg
— Sir Roger Moore (Legacy) (@sirrogermoore) May 23, 2017
Vive y deja morir, El hombre de la pistola de oro, La esp¨ªa que me am¨® ¡ªsu favorito¡ª, Moonraker, Solo para sus ojos, Octopussy y Panorama para matar son sus siete filmes de Bond. Fue el tercer actor de la historia en asumir el papel del agente 007, tras George Lazenby y Connery; le sustituy¨® Timothy Dalton, aunque Moore nunca vio los filmes de su sucesor, por miedo a que no le gustaran y su "honestidad en las entrevistas" le traicionara. A partir de ah¨ª el rol pas¨® a Pierce Brosnan y, luego, a Daniel Craig, el ¨²ltimo Bond hasta la fecha. Y el mejor, seg¨²n Moore.
El brit¨¢nico fue, a la vez, el actor que asumi¨® y dej¨® el papel del esp¨ªa en edad m¨¢s avanzada: debut¨® en el rol con 45 a?os y colg¨® traje y pistolas con 57, cuando, tal como admiti¨®, las chicas Bond con las que manten¨ªa romances en las pel¨ªculas pod¨ªan ser sus hijas, o incluso nietas: "B¨¢sicamente, era 400 a?os demasiado viejo para el papel". De hecho, se plante¨® dejarlo ya cuatro a?os antes, en 1981, tras Solo para sus ojos, y su ¨²ltima aparici¨®n en la piel del personaje, en Panorama para matar, le horroriz¨®. Aun as¨ª, el guion de la siguiente entrega, Alta tensi¨®n, se escribi¨® pensando en ¨¦l, y fue amoldado a toda prisa a Dalton.
Quiz¨¢s fuera tambi¨¦n el 007 que m¨¢s puros fum¨®: su contrato le proporcionaba una dotaci¨®n ilimitada de habanos Montecristo, tanto que la leyenda asegura que la cuenta sali¨® por miles y miles de libras. Dejaba que sus dobles interpretaran todas las secuencias de acci¨®n?¡ª"?estar¨ªa f¨ªsicamente muerto tras la primera toma!"¡ª e incluso las carreras, ya que consideraba que ¨¦l corr¨ªa de forma "rara". Odiaba m¨¢s a¨²n usar las armas de fuego, debido a un trauma de su adolescencia: su hermano le dispar¨® en una pierna con un fusil. Su carrera le oblig¨® a superar esa pesadilla, aunque sus nervios en las secuencias con pistolas desesperaron a m¨¢s de un director y obligaron a repetir una infinidad de tomas, seg¨²n la web Imdb. Sus gustos en los c¨®cteles y coches tambi¨¦n le distinguen de los dem¨¢s Bond: en siete pel¨ªculas nunca pidi¨® "un martini con vodka agitado, no mezclado" ni condujo un Aston Martin.
Cuando asumi¨® el papel, eso s¨ª, ya era la opci¨®n m¨¢s obvia y popular. Se lo deb¨ªa, en buena parte, a El Santo, la serie que le lanz¨® al estrellato: durante siete a?os (1962-1969) recorri¨® el mundo a bordo de su Volvo blanco en la piel del aventurero Simon Templar; cambiaban los secundarios casi en cada cap¨ªtulo y se manten¨ªan dos constantes: Moore y el tir¨®n del telefilme. Los persuasores, en la que interpretaba a Lord Brett Sinclair, un millonario que trataba de arreglar el mundo junto con el personaje de Tony Curtis, tambi¨¦n contribuy¨® a colocarle en la primera fila de los aspirantes al papel de Bond. Aunque Moore a?adi¨® otra explicaci¨®n: ¡°No?l Coward [dramaturgo e int¨¦rprete] se me acerc¨® y me dijo: ¡®Joven, con tu atractivo y tu desastrosa falta de talento, deber¨ªas coger cualquier trabajo que te propongan. Y si te ofrecen dos al mismo tiempo, acepta el que te de m¨¢s dinero¡¯. Y aqu¨ª estoy¡±.
M¨¢s all¨¢ de sus papeles m¨¢s conocidos, el curr¨ªculo cinematogr¨¢fico de Moore cuenta con m¨¢s de 50 filmes y apariciones televisivas, desde aquel centuri¨®n que interpret¨® en C¨¦sar y Cleopatra (1945). Encarn¨® incluso a Sherlock Holmes, en una pel¨ªcula para la pantalla peque?a de 1976; sin embargo, su rol preferido fue uno real: ser embajador de UNICEF. Se llev¨® hasta un Oscar, y sin haber sido nominado siquiera: entregaba el premio al mejor actor en 1973, a?o en que el ganador, Marlon Brando, nunca apareci¨® y envi¨® a la actriz de origen indio Sacheen Littlefeather a rechazar el galard¨®n. As¨ª que la estatuilla qued¨® en manos, y luego en casa, de Moore. S¨ª fue candidato una vez a los antiOscar, los Razzies: justo el mismo a?o que Connery, en 1998. Ambos perdieron.
Antes de Templar, o de ponerse el traje de Bond, Moore busc¨® un trampol¨ªn en Hollywood, adonde acudi¨® a principios de los cincuenta: logr¨® un contrato con Metro-Goldwyn-Mayer, pero acab¨® regresando a Reino Unido sin haber dado el salto que esperaba. "No eres una estrella hasta que no sepan pronunciar tu nombre en Vladivostok", declar¨® hace a?os. A la saz¨®n, probablemente, en la ciudad rusa, m¨¢s de uno ya sab¨ªa decir "Roger Moore".?
El int¨¦rprete hab¨ªa nacido en Londres, en 1927, de una ama de casa, Lillian Pope, y un polic¨ªa, George Moore. Siempre defendi¨® su "orgullo" de ser brit¨¢nico, as¨ª como presum¨ªa tambi¨¦n de votar a los Conservadores. Lo cual no le impidi¨® abandonar Reino Unido y marcharse a vivir entre Suiza y M¨®naco, para pagar menos impuestos. De joven, so?aba con ser artista y dibujante de c¨®mics, aunque finalmente, y despu¨¦s de pasar por el ej¨¦rcito brit¨¢nico, opt¨® por la actuaci¨®n: entr¨® en la Real Academia de Arte Dram¨¢tico y empez¨® su carrera teatral. "No eres tan bueno, as¨ª que sonr¨ªe mucho cada vez que salgas", contaba Moore que le dijo su primer agente.
Aquella frase fue quiz¨¢s el peor enemigo al que su Bond se enfrent¨®. Los siete filmes de 007 de la era Moore convencieron a la taquilla, pero menos a los cr¨ªticos.?A menudo, las rese?as lamentaban, por un lado, que el actor hab¨ªa convertido a Bond en un personaje gracioso, en lugar del esp¨ªa elegante de Connery, y, por otro, que la saga se hab¨ªa dirigido excesivamente hacia el entretenimiento para familias. Aunque ¨¦l reivindicaba esa elecci¨®n: "Me gusta Bond, pero las situaciones que vive son rid¨ªculas. En teor¨ªa es un esp¨ªa pero todos saben que lo es. ?Qu¨¦ tipo de agente secreto es reconocido all¨¢ donde vaya? Es esc¨¢ndaloso, as¨ª que hab¨ªa que tratarlo con un humor igual de esc¨¢ndaloso".
"Me encantar¨ªa ser recordado como uno de los mejores Rey Lear o Hamlet de la historia. Pero, ya que no va a ocurrir, estoy bastante contento de haber sido Bond", asegur¨® a la agencia Reuters. Tambi¨¦n brome¨® con que no quer¨ªa ning¨²n epitafio ¡ª"no pienso irme a ning¨²n lado"¡ª y que ser¨ªa el primer 007 en aparecer en un obituario. Ya hab¨ªa vencido a la muerte varias veces, superando una dura neumonia que le atac¨® cuando apenas ten¨ªa cinco a?os y una operaci¨®n por c¨¢ncer de pr¨®stata en 1993. Ayer, al fin, James Bond baj¨® las armas. A Moore, en el fondo, nunca le gustaron.
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