Sentimientos

The Game, una miniserie de seis cap¨ªtulos producida por la BBC y que se estren¨® hace un par de a?os en Espa?a Wuaki.tv, se puede ver ahora en Movistar. Es una nueva demostraci¨®n del buen hacer de la televisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica y, adem¨¢s, un brillante ejercicio de sus guionistas Sarah Dollard, Debbie O'Malley y Toby Whithouse en los que apenas se incluyen algunos ramalazos sentimentales.

La trama gira en torno a las andanzas de un selecto grupo de agentes del servicio brit¨¢nico de inteligencia en tiempos de la guerra fr¨ªa. Es, pues, un territorio dominado por Graham Greene y John Le Carr¨¦, continuadores de un g¨¦nero que contaba con notables precedentes como Eric Ambler, Somerset Maugham o Helen MacInnes, todos ellos con un concepto en el que la intriga se alejaba de la violencia y la trepidante acci¨®n de los Fleming o Forsyth. El talento frente al m¨²sculo con una Uni¨®n Sovi¨¦tica sin¨®nimo de la maldad.

Rafael Azcona dec¨ªa que no escrib¨ªa de sentimientos porque no sab¨ªa qu¨¦ eran. En las series espa?olas, sin duda, hay mucho experto sentimental, incluso en los informativos. Que en una de las mejores series que se programan en la actualidad (La casa de papel, Antena 3) su autores no puedan evitar secuencias en las que un atracador trata de convencer a una de las rehenes de que no aborte, o en otra en la que otro atracador le explica a la misma reh¨¦n en qu¨¦ consiste ser padre, parecen concesiones a un sentimentalismo barato. Que en El cascabel (13tv), su presentador ante las primeras noticias de M¨¢nchester se muestre intrigado sobre si fue en el campo del United o del City, o si en 24Horas se limitan a poner un r¨®tulo sobre "un incidente" en M¨¢nchester y no se informe hasta una horas despu¨¦s que el resto de las cadenas, el sentimiento que aflora es el del bochorno.