Gin¨¦s Mar¨ªn, por la puerta grande
Cort¨® dos orejas de peso tras una excelente faena a un toro de calidad excepcional de Alcurruc¨¦n
Alcurruc¨¦n/El Juli, Lorenzo, Mar¨ªn
Toros de Alcurruc¨¦n, bien presentados, mansos y muy nobles. Sobresali¨® el sexto por su movilidad, clase y transmisi¨®n.
El Juli: estocada ca¨ªda (oreja); pinchazo, casi entera baja y un descabello (ovaci¨®n).
?lvaro Lorenzo, que confirm¨® la alternativa: estocada ca¨ªda (ovaci¨®n); estocada ¡ªaviso¡ª (ovaci¨®n).
Gin¨¦s Mar¨ªn, que confirm¨® la alternativa: tres pinchazos ¡ªaviso¡ª y un descabello (ovaci¨®n); estocada (dos orejas). Sali¨® a hombros por la puerta grande.
Plaza de Las Ventas. Decimoquinta corrida de feria. 25 de mayo. Lleno (23.007 espectadores).
Salir a hombros por la puerta grande el d¨ªa de la confirmaci¨®n de alternativa es el premio gordo con el que sue?a todo el que se viste de luces. Y se lo ha llevado el joven Gin¨¦s Mar¨ªn no porque jugara a la loter¨ªa, sino porque se encontr¨® con un toro ¡ªel sexto de la tarde¡ª excepcional para la muleta, y se entretuvo en realizar una faena primorosa de principio a fin, pre?ada de ritmo, comp¨¢s, armon¨ªa, largura, profundidad y elegancia. Un compendio, en fin, de torer¨ªa. La plaza vibr¨®, rugi¨® y se conmocion¨® ante el derroche de belleza que brot¨® de la pronta embestida, profunda, desbordante de clase y transmisi¨®n de un toro incansable a la hora de perseguir la muleta con fijeza y humillaci¨®n. Un toro para la triunfal consagraci¨®n o la derrota definitiva de un torero.
Por fortuna, la ilusi¨®n y la fortaleza de Mar¨ªn, torero de la nueva hornada, se encontraron con la inspiraci¨®n art¨ªstica, y entre todas dibujaron una obra de arte que ha devuelto la alegr¨ªa a los entristecidos tendidos de Las Ventas.
Recibi¨® Mar¨ªn al toro con unas aseadas ver¨®nicas; derrib¨® en el primer puyazo y no confirm¨® su supuesta bravura en el segundo, fue pronto en banderillas y ofreci¨® un derroche de calidad en el tercio final. La primera tanda con la mano izquierda hizo presagiar lo mejor: magn¨ªficos naturales, largos, bell¨ªsimos, coronados con una preciosa trincherilla y un pase del desprecio. Un natural grande ¡ªsobrenatural¡ª, en la siguiente, cuando ya el toro, Barberillo de nombre, de 528 kilos de peso, hab¨ªa desnudado sus cualidades delante de todos. Templad¨ªsimo resultaron los redondos posteriores, nacidos de una total simbiosis entre toro y torero.
La plaza disfrutaba como casi nunca, despu¨¦s de tanto hast¨ªo continuado, y a¨²n quedaban destellos de toreo excelso, otro natural inmenso, un molinete, un largo pase de pecho¡ Y el toro que se siente agotado, exprimido, y se quiere marchar de la pelea.
Una estocada casi en el hoyo de las agujas, pero de efectos fulminantes, hizo que los tendidos se poblaran de pa?uelos y Mar¨ªn paseara merecidamente dos orejas que lo a¨²pan al podio de los grandes triunfadores.
Pero pasaron m¨¢s cosas. El propio Mar¨ªn realiz¨® una faena de menos a m¨¢s, plena de disposici¨®n y entrega, a un toro aplomado, noble y blando que se lidi¨® en tercer lugar.
Y algo mejor: El Juli a punto estuvo de acompa?ar a Mar¨ªn en la salida a hombros si mata a la primera a su segundo toro. No le sobra exquisitez a este torero, pero es una enciclopedia de conocimiento, en la que destacan el oficio y la experiencia. Le falta misterio y sensibilidad, pero es un derroche de t¨¦cnica y poder¨ªo. As¨ª lo demostr¨® en sus dos toros. Le cort¨® la oreja al primero, un animal exigente, al que super¨® en todos los terrenos; y volvi¨® a dictar otra lecci¨®n de maestro ante el cuarto. Absolutamente parado en el tercio de banderillas, se transfigur¨® ante el im¨¢n de la muleta de El Juli, que se lo llev¨® al centro del ruedo y all¨ª le mostr¨® los secretos de la lidia.
Lo ense?¨® a embestir, la muleta siempre en la cara, y dibuj¨® redondos enjundiosos y un manojo de naturales largos y hondos. No ten¨ªa m¨¢s fondo el animal, que, incluso, lleg¨® a derrumbarse en la arena, pero el torero exprimi¨® las pocas gotas de casta restante con un arrim¨®n final y un par de adornos muy bien vendidos al respetable, que estall¨® en una ovaci¨®n clamorosa. Si mata a la primera, que no fue as¨ª, hace acto de presencia la pol¨¦mica, porque El Juli hubiera salido a hombros tras una doble actuaci¨®n poderosa, aunque no redonda ni completa.
Si alguna objeci¨®n se le puede poner a ?lvaro Lorenzo es su pesadez. La cantidad nunca es sin¨®nimo de calidad ni el cansancio de alegr¨ªa. Se le vio suelto, firme, con gracia, con sentido est¨¦tico y empaque. Se le vio que atesora maneras que pueden dar que hablar. Decepcionante y de corta embestida fue su primero, al que no encontraba el momento para la suerte final; y dej¨® la impronta de su buen gusto ante el sexto, al que mulete¨® con prestancia y temple sin que el asunto llegara a m¨¢s.
La corrida de hoy
Toros de Jandilla-Vegahermosa para Rivera Ord¨®?ez, Sebasti¨¢n Castella y L¨®pez Sim¨®n.
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