El bolero de nunca acabar
Armando Manzanero y Alberto Cortez protagonizan el primer Festival del Bolero de Madrid
¡°Yo por usted me quito el sombrero¡±. Si la grandeza de un halago se mide por la importancia del halagador, el que recibi¨® ayer Armando Manzanero (Yucat¨¢n, 1935) ten¨ªa fuerza: era Alberto Cortez (La Pampa, 1940) el que lo dec¨ªa. Manzanero y Cortez, flanqueados por Rafael Basurto (que fue voz principal de Los Panchos) comparecieron ayer en Madrid, en el marco del primer Festival Internacional del Bolero Ciudad de Madrid, que les concedi¨® la Gramola de Oro por su trabajo. ¡°?No sean t¨ªmidos!¡±, gritaba Cortez a la prensa, como deseando cantar. Pronto, comenzaron a charlar de lo que m¨¢s saben y aman: boleros.
¡°Mientras el bolero se cante, mientras se pueda bailar abrazados, ser¨¢ el himno que el coraz¨®n quiera para irse a la cama¡±, dice con su voz met¨¢lica y poderosa Manzanero, m¨²sico desde los 12 a?os y ahora con 83. ¡°El di¨¢logo del amor jam¨¢s se perder¨¢ mientras el ser viviente tenga un coraz¨®n¡±, apunta Cortez a la pregunta de c¨®mo ve el panorama de la m¨²sica rom¨¢ntica actual. ¡°No podemos permitir olvidar el preciosismo que es estar enamorado... el amor, una cosa tan peque?a, pero presente de una forma tan gigantesca en el alma¡±. ¡°Sobre todo quienes nos expresamos a trav¨¦s del arte¡±.
Manzanero se confiesa entonces como ¡°uno de los seres m¨¢s privilegiados que puede haber¡±, y cuenta c¨®mo ¡°todav¨ªa hoy recibo llamadas que me hacen tomar aviones y viajar. Me siento muy halagado de que el peso de la m¨²sica siga cayendo en mis manos¡±. Manzanero recalca, tambi¨¦n, que aunque cante solo dos o tres canciones en su concierto homenaje, a lo que no renuncia es a ponerse al piano.
¡°Si este hombre se pusiera en pie, ver¨ªan ustedes un piano¡±, bromea Cortez. Y recuerda c¨®mo hace poco, en un programa mexicano, Manzanero tuvo ¡°la gentileza de tocar tres acordes al piano, y yo, la osad¨ªa de cantar una de sus canciones¡±.
La suya es una amistad que viene de lejos. Se remonta a una noche... ¡°Una noche¡±, comienza Cortez, y no puede evitar que se le escape: ¡°Una noche vi llover, vi gente correr...¡±, canta. ¡°No, en serio¡±, dice una vez las risas se apagan. ¡°Yo estoy aqu¨ª porque una noche este se?or me escuch¨® cantar ¡®Cuando un amigo se va¡¯. Si no, yo no estar¨ªa aqu¨ª ante ustedes, estar¨ªa recogiendo patatas para comer¡±.
Renovarse o morir
A la pregunta de c¨®mo ven a los nuevos int¨¦rpretes del g¨¦nero, Rafael Basurto toma el micr¨®fono y esboza la sombra de que se est¨¦ desvirtuando el bolero. ¡°Renovarse es importante¡±, admite. ¡°Si el sentimiento sigue ah¨ª, eso es lo que cuenta. Ahora, ?mi opini¨®n personal? Pues querr¨ªa que fuera un poco m¨¢s cl¨¢sico, que se cantara un bolero m¨¢s cl¨¢sico, esa es la verdad¡±. Y recrudece el tono con un mensaje a los j¨®venes: ¡°El grito tiene su lugar en la historia, pero no es cantar. No es arm¨®nico¡±.
Las palabras de Basurto, integrante de Los Panchos, llevan a Manzanera a trazar sus recuerdos musicales, empezando por Lucho Gatica, pasando por Antonio Prieto, y de ah¨ª a una soleada tarde en la que convenci¨® a su escuela para parar las clases e ir a ver cantar a Los Panchos ¡°a la plaza, bajo el sol de Yucat¨¢n que no daba tregua¡±.
El primer Festival Internacional del Bolero se desarrolla en Madrid en el Teatro Nuevo Apolo, con los conciertos que ayer dio el propio Manzanero, y con el de Alberto Cortez hoy martes. No estar¨¢n solos: otros grandes de la m¨²sica como los actuales Panchos, Tamara, Mocedades, Carlos Cuevas o Enrique Heredia, El Negri les acompa?ar¨¢n. Nadie deja morir al bolero.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.