J¨®venes, bravos, nobles y sin alma
Solo Diego Carretero escuch¨® una ovaci¨®n en una novillada que estuvo por encima de la terna
A la tarde le falt¨® alma; le falt¨® sentir, vivir, embestir, torear¡ Hubo de casi todo, pero falt¨® emoci¨®n.
La novillada de Montealto fue preciosa de hechuras -menos el feo sexto-, variada de capa -un negro, dos salpicados, un colorao, un melocot¨®n y un casta?o-, bravos todos en los caballos, alegres casi todos en banderillas y nobles en la muleta; pero a los seis les falt¨® car¨¢cter en el momento final; fue la suya una nobleza sosa y fr¨ªa.
Y alfo parecido le ocurri¨® a la terna de j¨®venes espadas: la bravura -el valor- y la nobleza se les supone, pero no la personalidad, y esa asignatura no la aprobaron; demostraron que conocen el oficio para su corta edad -el franc¨¦s Younes cumpli¨® ayer veinte a?os-, pero a los tres les falt¨® el necesario sentimiento para expresar ese misterio que todo torero que se precie dice llevar dentro de s¨ª.
Despiece
Novillos de Montealto, bien presentados, de bonitas hechuras, bravos en el caballo, nobles y sosones.
Leo Valadez: tres pinchazos _aviso_ y dos descabellos (silencio); casi entera baja y perpendicular _aviso_ un descabello y el novillo se echa (silencio).
Diego Carretero: pinchazo, metisaca, estocada perpendicular y un descabello (silencio); pinchazo y estocada (ovaci¨®n).
Andy Younes: casi entera perpendicular y dos descabellos (silencio); casi entera en los bajos (silencio).
Plaza de Las Ventas. Vig¨¦simo festejo de feria. 30 de mayo. Tres cuartos de entrada (18.051 espectadores).
Al mexicano Leo Valadez, por ejemplo, se le nota placeado, y es una enciclopedia con el capote: recibi¨® a su primero con unas cordobinas, particip¨® en dos quites, uno por templadas chicuelinas y otro por crinolinas; en otro quite al tercero se luci¨® por caleserinas y gaoneras; salud¨® al cuarto por ver¨®nicas y chicuelinas, y termin¨® por zapopinas. No se le puede pedir m¨¢s. Bueno, algo m¨¢s, s¨ª: que muletee m¨¢s ce?ido, con m¨¢s sentimiento, con m¨¢s alma. En una palabra, que toree en lugar de dar pases. Y que no sea pesado. La cantidad no tiene nada que ver con la calidad. Y Valadez no encontraba el momento para acabar.
Algo bueno tiene Carretero que no acab¨® de explicar. Ser¨¢ hondura, seguro, pero la lecci¨®n la dej¨® a medias. Recibi¨® al primero con una larga cambiada de rodillas en el tercio y un manojo de ver¨®nicas aceleradas y apasionadas. Fue corta su disertaci¨®n ante este novillo, y embarullada ante el quinto, -a pesar de un par de tandas de redondos estimables-, que le propin¨® un volteret¨®n cuando ensayaba unas ajustadas bernardinas. La primera impresi¨®n fue preocupante por la taleguilla rota y la mancha de sangre en el muslo derecho, pero, por fortuna, todo qued¨® en un susto y en una ovaci¨®n de desagravio. Se cubri¨® sus verg¨¹enzas con una toalla y volvi¨® al tajo.
Y Andy Younes no tuvo el cumplea?os so?ado. Ni todos los d¨ªas se cumplen veinte abriles ni se presenta uno en Madrid. Tuvo el lote m¨¢s soso, pero ¨¦l no dijo nada.
Eso s¨ª, los tres iniciaron la faena de muleta a sus primeros novillos de forma primorosa.
Valadez se hinc¨® de rodillas, dibuj¨® dos redondos, se cambi¨® de manos para un largo natural y, ya de pie, cerr¨® con un pase de pecho, que levantaron los ¨¢nimos
Carretero, por estatuarios, muy firme la planta; intent¨® ante el quinto el cartucho de pescao de Pepe Luis V¨¢zquez, pero el novillo le rob¨® la muleta.
Y Younes se plant¨® en la boca de riego y salud¨® al tercero con tres pases cambiados por la espalda y otros dos del desprecio que hicieron creer lo que luego no fue.
La corrida de hoy
Toros de Victoriano del R¨ªo-Toros de Cort¨¦s, para Miguel ?ngel Perera, L¨®pez Sim¨®n y Roca Rey.
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